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24ene11
Maremoto en las cajas: Ordóñez pide auxilio a Zapatero para vencer las reticencias de Salgado
Tras haber dilapidado unos años preciosos, en los que permitió a los cajeros acometer todo tipo de aventuras, principalmente inmobiliarias, a Miguel Ángel Fernández Ordoñez (MAFO) le han entrado todas las prisas del mundo por recapitalizar (eufemismo por privatizar) las cajas de ahorro. El gobernador del Banco de España pretende que el Consejo de Ministros de este viernes apruebe un Real Decreto-ley de modificación del estatuto jurídico de estas entidades, operación que la ministra de Economía, Elena Salgado, no ve en absoluto clara y a la que se opone frontalmente la Confederación Española de cajas de ahorro (CECA) que preside Isidro Fainé (La Caixa).
Ordóñez pasará a la reciente historia económica española como el gran responsable del dislate cometido con las cajas. Primero, permitiendo que los gestores de las mismas se embarcaran en toda clase de operaciones especulativas, y después cortocircuitando la labor de unos servicios de Inspección que fácilmente hubieran podido ponerles firmes de un plumazo. El caso es que, desde hace 15 días y en contra del laissez faire, laissez passer que ha presidio su mandato antes y después de la crisis, el gobernador ha tocado a rebato y, a uña de caballo, pretende dar una vuelta de calcetín al sector con una decisión draconiana: las entidades se convertirán en Fundación, a cuyo cargo seguirá estando la gestión de la Obra Social, mientras que los activos y pasivos del negocio financiero se transferirán a un banco. Todas las cajas, pues, se convertirán en bancos.
De acuerdo con las fuentes consultadas, ni en el ministerio de Economía ni mucho menos en la CECA han recibido, de momento, documento alguno sobre el proyecto. Parece que las posiciones de Ordóñez son compartidas por el secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa ("porque nadie entiende en el extranjero esto de las cajas y hay que arreglarlo"), pero no por la ministra Salgado, que considera la medida desproporcionada. Para intentar vencer las reticencias de la titular de Economía, Ordoñez llamó este fin de semana al presidente Rodríguez Zapatero, urgiendo la necesidad de los cambios planteados. De acuerdo con las fuentes, "Zapatero le dijo que sí, como dice a todos, pero en realidad no hizo otra cosa que ponerse de perfil".
En la última quincena, las presiones ejercidas desde el edificio de La Cibeles sobre Salgado y el propio Zapatero han sido intensas, enfatizando la necesidad de acelerar la recapitalización de aquellas cajas que están en mala situación, necesitadas de fuertes dotaciones para tapar agujeros, y no solo del ladrillo, porque ello es esencial para acabar con el clima de desconfianza de los mercados hacia nuestro sistema financiero. Salgado se resiste, con el argumento de que el proceso iniciado con la fusión de entidades está funcionado razonablemente bien, y que para el caso de las cajas en peor situación está el FROB, que para eso se creó, el cual apenas ha dispuesto de 11.500 millones de euros de una potencial capacidad de endeudamiento, con aval del Tesoro, de hasta 90.000 millones.
Cajas catalanas, gallegas y castellano-leonesas en riesgo
La CECA comparte el argumento de la utilización del FROB para recapitalizar aquellas entidades en peor situación, dinero que necesariamente tendrá que ser público dada la ausencia de inversores privados dispuestos a hacerlo. Las nuevas inyecciones lo serían bajo al forma de capital puro, lo que otorgaría al Estado derechos de propiedad, es decir, estariamos hablando de una nacionalización, al menos parcial, del sector. Ligado a ello, el regulador abriga la idea de introducir algún tipo de salvaguardia pública en aquellas cajas que necesiten de las nuevas ayudas, lo que podría concretarse en la entrada en los Consejos de Administración de un par de consejeros/inspectores encargados de velar por la eficacia en la gestión, en tanto en cuanto las entidades no devolvieran las ayudas recibidas.
Parece fuera de duda que la polémica se centra en torno a la situación de alguna caja catalana, caso de CatalunyaCaixa; en la caja gallega resultante de la fusión entre Caixa Galicia y Caixanova, y en la castellana salida de la operación Cajaduero y Caja España. Silencio en torno a la situación de Caja Madrid-Bancaja. La opinión mayoritaria en el sector es que "si hay Cajas necesitadas de capital, que se haga lo que haya que hacer a través del FROB, pero una medida indiscriminada como la que pretende el gobernador está fuera de lugar, porque hay entidades saneadas que ni han recibido ni precisan de ayudas públicas y están en mejor situación que algunos bancos que están en la mente de todos".
La posición de La Moncloa respecto a esta polémica tampoco es clara. Tanto en Presidencia del Gobierno como en el PSOE, por no hablar del Partido Popular, parecen existir posiciones encontradas, sobre todo por las resistencias políticas, fundamentalmente de los barones regionales, a perder el poder de mangoneo que han dispuesto en unas entidades que, al convertirse en bancos, dejarían de depender de las Comunidades Autónomas.
Las fuentes sugieren que detrás del súbito acelerón que pretende Ordóñez están las presiones de los dos grandes bancos, Santander y BBVA, en particular del grupo que preside Emilio Botín, por miedo, sugieren algunos, a tener que enfrentarse en el futuro a un competidor formidable en el mercado doméstico saneado con dinero público, aunque, en el corto plazo, la gran banca española precise del seneamiento de las Cajas para poder salir al mercado y a buen precio. No son pocos los que dudan de la posibilidad, por precipitada, de que ese Real Decreto, que en buena lógica vendría a modificar la ley de Órganos Rectores de Cajas de Ahorro (LORCA), pueda ser aprobado este viernes incluso centrándose exclusivamente en sus aspectos jurídicos.
[Fuente: El Confidencial, Madrid, 24ene11]
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