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18may09
MAFO se rinde ante las cajas: alargará el calendario de provisiones para salvar sus cuentas
"Si nos alargan el calendario de provisiones, invito a todo el mundo a Dom Pérignon", aseguraba recientemente el director general de una caja de ahorros, tal es la desesperación del sector por conseguir una medida que puede salvar la vida literalmente a muchas entidades. Pues bien, sus plegarias han sido escuchadas por el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez: el departamento de regulación de este organismo ya está trabajando en una modificación de la circular contable para permitir esa ampliación del plazo, así como para dar un mayor peso a las preferentes en el capital de las entidades.
Según varias fuentes conocedoras de la situación, estas modificaciones se están preparando de forma casi secreta por un reducido equipo en el seno del supervisor bancario, de ahí que no se conozcan apenas detalles de cómo quedará la nueva norma. Dicho equipo está capitaneado por Fernando Vargas y Anselmo Díaz, de acuerdo con las fuentes.
En el sector se creía hasta ahora que todo lo lejos que iba a llegar el Banco de España era a dar una interpretación más laxa del calendario de provisiones, pero no a modificar la norma. Sin embargo, una de estas fuentes afirma que lo que ha pasado es todo lo contrario: "Hasta ahora se había hecho una interpretación muy laxa de la normativa contable, los inspectores iban a las entidades con problemas y negociaban con ellas las dotaciones de cada trimestre para que no quebrara nadie [lo que El Confidencial definió como "tunear las cuentas"]. Pero tras la intervención de Caja castilla-La Mancha, se ha endurecido la aplicación de la norma". Y eso es lo que obliga a su modificación.
Una modificación que presenta serias dificultades. "La actual circular contable tenía detrás un impresionante trabajo estadístico realizado por el Banco de España, y ahora no se ha hecho nada parecido. Así que cambiarla por las bravas es muy complicado", asegura otra fuente. El principal problema es que no hay datos para evaluar el impacto en los balances de los bancos y cajas de una ampliación del calendario de provisiones. "Hay que meter en una herramienta estadística qué tipo de préstamos tiene cada entidad, cuál es su mora, las adjudicaciones, los impagados, etc. para poder determinar el impacto en sus resultados", añade.
Tanto la CECA como numerosas cajas individuales han pedido con insistencia al Gobierno y al Banco de España la relajación del calendario de provisiones para no tener que apuntarse como pérdida la totalidad de un crédito moroso a los dos años de haber entrado en mora. Éste es el llamado calendario corto, que afecta a todos los créditos salvo a los hipotecarios por un porcentaje inferior al 80% del valor de tasación (loan to value) y que, en consecuencia, se aplica a la ingente morosidad de los créditos a promotores, el verdadero vía crucis de bancos y cajas en la actualidad. Las hipotecas 'razonables' que entran en mora se provisionan en seis años.
Si se permitiera a cajas y bancos -al cambiar la ley, la medida afectaría por igual a unos y a otros- alargar el plazo de estas provisiones, desaparecería la mayor amenaza que se cierne ahora mismo sobre el sector financiero. De hecho, más de una entidad podría salvar sus cuentas y sus problemas de solvencia. Para que se hagan una idea, las entidades sólo provisionaron en 2008 el 25% de los créditos que se declararon en mora el año pasado; en 2009, aunque no tuvieran ni un sólo crédito moroso más (lo cual es utópico) tendrían que dotar el 75% de la mora ya existente.
Estas dotaciones son provisiones específicas, que salen del colchón de la provisión genérica que tenía la banca -y que se está agotando a marchas forzadas- y de la cuenta de resultados. Si una entidad entra en pérdidas, tiene que hacer frente a estas provisiones con sus fondos propios, de ahí la importancia de contar con unos ratios de capital lo más altos posible.
Las preferentes, hasta el 40% del capital
En cuanto a las preferentes, actualmente tienen limitado su peso al 30% del Tier 1, concepto que abarca el capital, las reservas y las preferentes. La demanda de las entidades es elevar ese peso, y el Banco de España ha decidido llevarlo hasta el 40%, según las fuentes consultadas. Una decisión que comporta bastantes menos problemas que la referida al calendario de provisiones. De esta forma, las cajas podrán reforzar sus recursos propios sin necesidad de emitir cuotas participativas, algo que causa el pánico en la mayoría del sector porque supone abrir la puerta a la toma de control de la entidad.
Las participaciones preferentes son instrumentos híbridos entre deuda y capital, que tiene la forma de bonos pero que computan dentro del capital como si fueran acciones. Para ello, tienen que ser perpetuas -son rescatables por el banco o caja pasado un plazo, pero últimamente nadie las está rescatando- y tampoco garantizan el pago de intereses si la entidad entra en pérdidas, como las acciones. Pese a ello, numerosas entidades las han colocado a los clientes particulares en sus redes en los últimos meses como si fueran alternativas a los depósitos, y Caja Madrid prepara la mayor emisión de este tipo hasta la fecha: 3.000 millones de euros.
[Fuente: Cotizalia, Madrid, 18may09]
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