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01jun10
El FROB tendría que saltarse sus normas para dar dinero a Caja Madrid
El FROB tendrá que saltarse sus propias normas si piensa acceder a la petición de fondos de la fusión virtual (SIP) anunciado por Caja Madrid con las cajas de Ávila, Segovia, Rioja, Insular y Laietana, porque no cumple los requisitos establecidos por el fondo de rescate. Concretamente, estas normas exigen que la fusión suponga un incremento de al menos un 25% del balance de la mayor entidad participante, circunstancia que no se cumple si no entran más cajas en la operación.
Así lo asegura la norma tercera, punto 2, a), de los "Criterios y condiciones a los que se ajustará la actuación del FROB en los procesos de integración de entidades de crédito" aprobados por la comisión rectora del Fondo. Dicho texo también exige otros requisitos para acceder al dinero público, como que la eficiencia de las entidades que se integren se sitúe en la media de las 15 entidades más competitivas del sector o la racionalización de la administración y gerencia.
Pues bien, Caja Madrid contaba con un tamaño de balance de 191.904 millones de euros de activo al cierre de 2009. Esta cifra era de 9.305 millones en el caso de la Caja Insular de Canarias, de 9.191 millones en el de Laietana, de 7.115 en el de Ávila, de 6.172 en el de Segovia y de 3.873 millones en el de Rioja, los compañeros de viaje de la entidad presidida por Rodrigo Rato. Es decir, la suma de las cinco alcanza 35.656 millones, un 18,6% del balance de Caja Madrid.
En consecuencia, no se cumple el requisito de que el balance de la entidad más grande se incremente en una cuarta parte y Caja Madrid no tiene derecho a recibir una inyección de capital del fondo de rescate en estas condiciones, de acuerdo a la norma citada.
Respecto al dinero que podría solicitar, es bien sabido que el límite se sitúa en el 2% de los activos ponderados por riesgo (APR) de la suma de las entidades. Los APR de Caja Madrid eran de 126.291 millones al cierre del pasado ejercicio, los de Insular se situaban en 5.654 millones y los de Rioja, en 2.591; ni Ávila, ni Segovia, ni Laietana han faciltado esta cifra en sus memorias anuales, dentro de la tradicional falta de transparencia de las cajas, muy criticada por el propio gobernador Fernández Ordóñez.
En todo caso, sobre esta base se puede hacer una extrapolación que indica que los APR de las cajas integrantes de esta operación pueden situarse algo por debajo de los 150.000 millones, siendo generosos. Lo cual les permitiría pedir un 2% de esta cantidad, es decir, un poco menos de 3.000 millones.
Hay que sumar más cajas al SIP
Pero, como se ha dicho, no tiene derecho a recibirlos con la operación anunciada el viernes. Y no hay que perder de vista que acudir al fondo de rescate es la única ventaja que Caja Madrid obtendría de una operación que ha desatado duras críticas en el seno de la entidad por ser una solución de emergencia y a años luz de las grandes fusiones que tenía planeadas Rato. Si también se queda sin ella, la jugada no podría ser más desastrosa.
Para recibir el maná del FROB, existen dos alternativas. La primera es que la entidad madrileña incorpore más entidades al SIP de entre las 11 cajas que se han quedado fuera, de momento, de los diferentes procesos de integración. Le hacen falta unos 12.300 millones para llegar a los 48.000 que supone el 25% de su balance, algo que podría obtener con nombres como Caja Burgos, Caja Granada o Sa Nostra (que se salió de Banca Cívica, como Segovia y Ávila, y que pretende integrarse en otro SIP aún no aprobado), o bien con la suma de varias cajas más pequeñas. Por no hablar de Bancaja, la opción preferida una vez descartada la CAM pero que se niega en redondo a integrarse con Caja Madrid.
Un nuevo escándalo a la vista
La segunda opción es que el FROB se salte a la torera sus propias normas. Algo que no resultaría tan extraño teniendo en cuenta la importancia sistémica de Caja Madrid (too big to fail) y los precedentes. En efecto, el fondo de rescate ya ha obviado otra norma que dice que, para recibir su dinero, las entidades que se fusionen deben tener un rating mínimo de 'A' con perspectiva estable y positiva, algo que sólo cumple Caixa Manresa (en proceso de fusión con Caixa Catalunya y Tarragona). A pesar de ello, el FROB ha aprobado ayudas a las uniones de Caixa Sabadell-Manlleu-Terrassa y Caja Duero-Caja España.
Una consultora especializada en el sector señala que "las normas del FROB son más bien formales y no hay que tomarlas como leyes inamovibles". Pero si se las vuelve a saltar ahora, el escándalo sería mucho mayor que en los casos citados, precisamente porque favorecería a la cuarta entidad del país y provocaría una distorsión de la competencia que haría poner el grito en el cielo a los otros grandes bancos y cajas.
[Fuente: Cotizalia, Madrid, 01jun10]
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