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20dic11
Brufau se gasta 2.572 millones de la caja de Repsol para evitar la quiebra de Sacyr
Sacyr Vallehermoso, sus 38 acreedores y Repsol han alcanzado un acuerdo de madrugada por el que la petrolera comprará un 10% de su capital en manos de la constructora para evitar que las entidades financieras que le prestaron 5.175 millones de euros hace cuatro años le ejecutasen y provocasen su quiebra. Repsol invertirá unos 2.572 millones, los beneficios de más de un año.
La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha suspendido las negociaciones de las cotizaciones de Sacyr y de Repsol pocos minutos antes de que comenzase la sesión regular en la bolsa española. La decisión responde al principio de acuerdo entre las tres partes para que el grupo que preside Antonio Brufau rescate a su primer accionista, con el que se llevaba a matar hasta la destitución de Luis del Rivero como presidente de la compañía de servicios.
La compra se habría realizado a 21 euros por acción, con un descuento del 5% sobre el último precio en bolsa. La petrolera, que el pasado viernes consideraba improbable la asistencia a Sacyr, defiende la intervención al considerar que la operación da estabilidad a su capital, ya que de lo contrario ese 20% hubiera acabado en manos de la banca. Además, confirma que en las próximas semanas colocará parte de ese 10% a un socio industrial.
La operación es absolutamente inusual ya que Repsol no ha movido su volumen de acciones propias desde hace más de tres años. En la actualidad no tiene ninguna en cartera, según la información remitida a sus accionistas en la pasada junta general, por lo que la adquisición de esa participación sería contra natura.
Por ello, Brufau convocó el pasado domingo un consejo de administración extraordinario para obtener la autorización de sus principales accionistas a esta transacción, que fuentes de la propia petrolera consideraban "muy difícil de justificar" el pasado viernes. "Si estuviera a 17 o 18 euros, podría explicarse que fuese una buena inversión para Repsol por su potencial de revalorización. Pero a 22 euros no es fácil", admitían.
En conversaciones con El Confidencial, algunos inversores han criticado el "mal uso de los recursos" de la compañía, que tiene una deuda consolidada de 11.041 millones de euros. Recientemente, Repsol emitió bonos por 850 millones para refinanciar una emisión que expiraba en febrero de 2012, por lo que sería una contradicción comprar un 10% a Sacyr mientras la empresa se endeuda. El grupo dispone una caja de 4.617 millones gracias a las ventas parciales de YPF, pero tiene un plan de inversiones de 32.000 millones.
Toda una maniobra que respondería al pacto alcanzado entre Brufua, Juan Abelló y Demetrio Carcerller consistente en que los dos accionistas de la constructora conseguirían cortar la cabeza de Luis del Rivero, mientras que Brufau se comprometía a encontrar un inversor para recomprar a Sacyr. Al fallar la segunda parte del plan, Repsol se ve obligado a salir al rescate del que hasta hace unos meses era su principal enemigo.
El rescate por parte de Repsol es consecuencia de la incapacidad de Sacyr de encontrar un comprador por esa participación del 10%, que los bancos acreedores le exigían vender. La constructora había negociado con varios candidatos, entre ellos un fondo de Qatar, Petrobrás, Ecopetrol y Sinopec. Ninguno ha llegado a poner ninguna oferta en firme sobre la mesa. Ahora, con la venta a la propia petrolera, Sacyr renovará los 2.500 millones restantes a tres años.
żY Pemex?
El acuerdo entre Repsol y Sacyr cierra la puerta a la quiebra de Sacyr, pero abre otro conflicto. En este caso, con Pemex, con quien la entidad presidida por Manuel Manrique firmó a finales de agosto un pacto para sindicar hasta el 30% del capital. El holding ha dado por roto ese acuerdo tras la venta a Repsol como le había exigido Brufau para activar el rescate, tal y como ha adelantado esta mañana El Confidencial.
El problema es que la mexicana tiene un derecho preferente de compra sobre cualquier desinversión de su socio español, salvo que la transacción se produzca por causas de fuerza mayor derivada de la posición financiera de las partes.
Esa claúsula, sin embargo, es subjetiva e interpretable. Hasta el punto de que Pemex contempla exigir daños y perjuicios por hasta 2.000 millones de euros a Sacyr por incumplimiento de contrato. Una cantidad que se presupone muy elevada para un litigio que podría acabar en un tribunal internacional de arbitraje.
[Fuente: Por Agustín Marco, El Confidencial, Madrid, 20dic11]
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