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11mar10
Repsol cierra sine die a una de sus factorías de química en Puertollano
Los números no salen porque la actividad industrial no mejora. Eso le está pasando a Repsol en su división química, debido a que el descenso de la demanda ha generado una fuerte caída de los ingresos. Por ello, el grupo presidido por Antonio Brafau ha decidido hacer un nuevo Expediente de Regulación de Empleo (ERE) de tres meses en su factoría de cracker y el cierre indefinido de la de propileno.
Así lo han confirmado fuentes de Repsol, que hoy anunciará las medidas a las autoridades locales tras llegar a un acuerdo con los sindicatos mayoritarios, UGT y CC OO. Desde la compañía se asegura que, en cualquiera de los dos casos, no se llevará a cabo ningún despido. El centenar de personas -un 8% de la plantilla- que se verán afectadas serán trasladadas a otras divisiones.
Este ajuste de personal es el segundo que adopta Repsol en los últimos 9 meses. En junio del pasado año ya acordó enviar a casa a unos 50 empleados, en torno al 4% de la fuerza laboral del complejo industrial de Puertollano. Ese ERE, que fue también respaldado por los sindicatos, se extendió por un periodo de cinco meses. Asimismo, la parada afectó a algunas de los productos de la factoría de Tarragona, que ahora funciona a toda plenitud.
La justificación de Repsol es que la crisis económica internacional, con un brusco descenso de la demanda en los sectores del automóvil y de la construcción, ha mermado las ventas de esta división, que el año pasado cayeron un 11,4%. Sin embargo, el beneficio de esta área de actividad subió un 37%, hasta los 139 millones de euros -frente a los 101 de 2008- debido al plan de recorte de costes.
Esta nueva medida pretende salvaguardar la continuidad de la actividad de la compañía en un entorno de fuerte caída de la demanda y de los márgenes en el sector petroquímico internacional. Una situación que también ha llevado al grupo participado por La Caixa y por Sacyr Vallehermoso a frenar las inversiones en este negocio.
De hecho, Repsol ha frenado la construcción de un cracker en la refinería de la Pobla de Mafumet (Tarragona) para mejorar e incrementar los procesos de producción. Brufau anunció el pasado 25 de febrero que la inversión de 1.000 millones de euros para conseguir mayor eficiencia dicha factoría se retrasará al menos dos años.
La junta de accionistas, el 30 de abril
La previsión inicial de la petrolera era que el nuevo cracker empezara a funcionar en 2014. Sin embargo, la revisión del plan estratégico, que será presentado a finales de abril, unos días antes de la celebración de la junta general de accionistas -el 29 o 30 del próximo mes- incluye un cambio en el calendario inicial. Las fechas hablaban de que las nuevas instalaciones entrarían en funcionamiento en 2014 y ahora se ha demorado hasta 2016.
Para Brufua, la mayor prioridad es la refinería de Cartagena, donde pretende invertir 3.000 millones de euros, la mayor apuesta de la historia empresarial de España. El presidente de Repsol aseguró que "los números han cambiado y la compañía considera que es más urgente invertir en las instalaciones de Cartagena", cuyos resultados se han visto muy dañados por el hundimiento hasta mínimos históricos del precio del refino.
[Fuente: Por Agustín Marco, Cotizalia, Madrid, 11mar10]
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