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21dic05
Evo Morales "se la tiene jurada a Repsol", tras haber apostado por `Tuto´Quiroga, su rival electoral.
La victoria del candidato indigenista Evo Morales en las elecciones celebradas en Bolivia el pasado domingo ha resultado ser una pésima noticia para Repsol-YPF. “Evo se la tiene jurada a Repsol, después de que la petrolera apostara por su principal contrincante electoral”, el ex presidente Jorge Tuto Quiroga.
Las fuentes consultadas por El Confidencial ponen esta frase en boca del propio Morales, con motivo del viaje que el político quechua realizó a Madrid el pasado mes de septiembre. En aquella ocasión, y al margen de las visitas oficiales, sólo Izquierda Unida y su líder, Gaspar Llamazares, se acordaron de él y se comportaron como auténticos anfitriones, paseándolo por Madrid.
El líder indigenista se manifestó en ese viaje muy dolido con Repsol por estar apoyando a su contrincante, llegando incluso a insinuar que la compañía que preside Antonio Brufau podría haber prestado apoyo financiero a la campaña de Quiroga, extremo desmentido ayer a este diario por un portavoz de Repsol.
En ese viaje –en el que fue recibido por el secretario de Estado de Exteriores, Bernardino León, incurso ayer en un escándalo político en Madrid por este motivo-, el presidente electo boliviano adelantó ya su intención de, en caso de triunfo electoral, proceder contra Repsol y otras petroleras que trabajan en Bolivia para “recuperar para el país las riquezas nacionales arrebatas por las multinacionales del petróleo”.
Felicitación de Brufau
El portavoz de Repsol negó ayer que la compañía hubiera efectivamente apostado por Quiroga, señalando que durante la comentada visita a Madrid, Evo fue recibido también por Antonio Brufau, que el pasado lunes se apresuró a enviarle un telegrama de felicitación en cuando se hizo oficial su victoria en las urnas.
La intención manifestada por el propio Morales de auditar a Repsol y revisar sus contratos ("vamos a ejercer el derecho de propiedad: se va a nacionalizar, pero esto no significa expropiar, ni confiscar los bienes de Repsol. Los hidrocarburos son del Estado y los contratos que hicieron todas las empresas petroleras son nulos”), provocó una caída de la petrolera en Bolsa del 2,31% el pasado lunes.
De acuerdo con la propia Repsol YPF, su actividad en Bolivia –donde opera como la principal multinacional petrolera- apenas representa el 1,5% de su resultado operativo, de modo que el problema allí de Repsol es más de futuro que de presente, en razón a los enormes recursos gasistas que están sin explotar, por lo que un conflicto con Morales “supondría un freno al enorme potencial de crecimiento futuro del grupo en el país, más que un serio perjuicio en el momento presente”.
La preocupación, con todo, era ayer visible en la sede de Repsol YPF en el Paseo de la Castellana de Madrid, donde, a pesar de todo, están convencidos de que “Evo nos mira con más simpatía que a otras petroleras”, deseo tal vez justificado por la especial relación del propio Brufau con Rodríguez Zapatero, y de éste a su vez con el líder indigenista boliviano.
“Vamos a revisar su conducta e investigar”
Y de hecho ayer mismo se advirtió ya otro tono más dialogante en las declaraciones de Evo Morales, mucho menos belicosas y agresivas que 48 horas antes, al descartar que su gobierno pretenda intervenir Repsol YPF, aunque "vamos a revisar su conducta e investigar en profundidad".
El presidente electo boliviano precisó que "la información que yo tengo es que no es Repsol la que está involucrada en el contrabando, ni en la falta de pago de impuestos", para advertir que "si tiene algo pendiente, está a tiempo de ponerse al día", porque "son otras dos o tres trasnacionales con las que sí vamos a ser radicales".
Morales anunció que se hará una auditoría técnica y financiera a todas las multinacionales que tienen intereses en Bolivia, "para demostrar en qué medida se llevaron la plata" y se redactarán nuevos contratos con el principio de equilibrio. "El MAS (Movimiento Hacia el Socialismo) les va a garantizar que recuperen su inversión, que tengan su ganancia pero no para saquear, ni para robar, hacer contrabando o evadir".
Es la esperanza que albergan en Repsol y seguramente en el resto de las petroleras cogidas en la trampa boliviana: si el nuevo presidente quiere sacar a su país de la pobreza, necesita la inversión y la tecnología extranjeras para hacerlo posible. “Lo normal es que quiera hacer lo de Chávez en Venezuela, creando empresas mixtas con participación del Estado, que al final es un sistema que no se está demostrando tan malo”.
[Fuente: El Confidencial, Madrid, Esp, 21dic05]
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