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09ene07
Repsol-YPF y Shell desafían a Bush y acuerdan un millonario contrato con Irán.
Un impactante acuerdo de 10.000 millones de dólares con Irán entre las petroleras hispano-argentina Repsol-YPF y la holando-británica Shell para desarrollar la producción de un yacimiento de gas despertó una dura reacción de Estados Unidos, archienemigo de Teherán.
El caso surge en medio de las presiones internacionales contra el país persa por su plan nuclear, uno de los ejes de la política exterior de Washington. Por lo tanto hubo reacciones nada sutiles de Washington contra ambas multinacionales y una enérgica respuesta ayer de Irán en defensa del multimillonario convenio.
El portavoz de la cancillería norteamericana, Sean McCormack, había advertido que "es probable" que este acuerdo gasífero dé lugar a una investigación del gobierno de George Bush. Pero aunque las sugirió no especificó qué tipo de sanciones enfrentarían estas empresas que tienen operaciones en marcha en territorio norteamericano.
Una ley de EE.UU. permite al país emprender acciones contra compañías extranjeras que inviertan en el sector energético iraní. Hasta ahora para evitar disputas comerciales, Washington no penalizó a ninguna firma pero si aumentó la presión para intentar impedir esas operaciones.
Y es difícil que ahora se produzca. La audaz ofensiva de las petroleras parece confirmar la debilidad del gobierno de Bush para imponer sus posiciones debido a su crítica situación en Irak y tras la derrota electoral que le quitó el control del Congreso. El desafío de Shell es especialmente emblemático por la importancia de esa empresa dentro de los valores capitalistas de Occidente.
El embajador iraní en España, Seyed Davood Salehi, desestimó ayer posibles medidas de EE.UU. contra el acuerdo entre Repsol, Shell y la petrolera estatal iraní.
"Estados Unidos no ha tenido éxito para poder llevar adelante las leyes y reglamentos extrafronterizos", argumentó el diplomático en una rueda de prensa en Madrid, cuando le preguntaron sobre la intención de Washington de estudiar ese acuerdo.
"Hemos tenido contactos con Shell y Repsol-YPF y saben que necesitan nuestro gas", argumentó el embajador. A partir del acuerdo alcanzado a fines de diciembre —pero recién difundido ahora— esas dos empresas participarían en el denominado proyecto "Persian LNG" (gas natural licuado) junto con la National Iranian Oil Company (NIOC), que se quedaría con el 50% del emprendimiento.
"La única seguridad que podemos dar es que hemos abierto las puertas de nuestras fuentes petrolíferas especialmente a nuestro amigo España", declaró Salehi, y calificó al gobierno estadounidense de "satánico".
El embajador remarcó que "Europa no puede cometer los errores que los norteamericanos les han impuesto". Y, tras resaltar la "increíble competitividad" de Irán en el sector energético mundial, aseguró que "uno de los retos u objetivos de la ocupación de Irak es robar esas fuentes gasíferas y petrolíferas".
Sobre las sanciones financieras y tecnológicas contra Irán contempladas en la resolución aprobada en diciembre por la ONU para que frene sus proyectos de enriquecimiento de uranio, Salehi dijo que "hace 28 años (cuando comenzó la revolución islámica iraní) estamos bajo el embargo de EE.UU., no es algo nuevo". Y aseguró que a su país no le preocupa porque "esas amenazas no han tenido ningún efecto. A pesar de la resolución seguimos creyendo en la negociación y en las relaciones diplomáticas".
El director de la petrolera estatal iraní, Alam Husein Nuzeri informó a la agencia ISNA que su país firmó un contrato inicial de 10.000 millones de dólares.
Esto es, Shell y Repsol construirán la planta capaz de procesar 8 millones de toneladas de gas líquido al año. La planta y los servicios de transporte serán operados por compañías iraníes. Las dos multinacionales, además de recuperar la inversión, serán recompensadas en una ganancia que será acordada, se informó.
Aunque ambas empresas afirman que el acuerdo aún no es definitivo, la apuesta de Shell y Repsol en el Golfo es especialmente atrevida. Su gran rival, British Petroleum, declaró su decisión de no invertir en Irán mientras siga tan tenso el ambiente político internacional en torno de los polémicos planes nucleares de ese país, informó el diario británico The Guardian.
Sobre el acuerdo de ambas empresas petroleras con Irán, un vocero de Repsol-YPF en Buenos Aires aclaró a Clarín que "por ahora se trata de un proyecto", pero no dio mayores detalles.
El gas natural procesado para ser transportado en forma líquida es la mejor alternativa para monetizar reservas en sitios apartados donde no es económico llevarlo al mercado directamente por gasoducto o para generar electricidad, según los expertos.
El analista en temas de petróleo Fadel Gheit, de Oppenheimer & Co Bokerage en Nueva York, declaró a The Guardian que las firmas tienen razones para continuar operando en Irán, desoyendo las presiones estadounidenses. "Es muy positivo para las compañías ya que las ganancias son inmediatas. Estas compañías están ignorando la opinión de Bush pues él está llegando al fin de su presidencia y cuando se vaya todo puede cambiar".
[Fuente: Clarin, Bs As, Arg, 09ene07]
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