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25jul11
Crisis en Grecia: por qué le dicen "canje" cuando quieren decir "default"
Parecería una discusión meramente semántica, pero se ha tornado en una de las claves del plan de rescate a Grecia: las autoridades europeas hablan de "canje" de bonos, mientras las agencias de calificación de riesgos lo llaman "suspensión de pagos".
El debate no es inocente: además del daño a la cotización de la deuda soberana griega, una "suspensión" de pagos permitiría cobrar a los tenedores de seguros contra la deuda (Credit Default Swap o CDS) a las grandes instituciones financieras que los detentan.
Aunque es imposible saber a cuánto ascienden los CDS contra Grecia, en bruto, la cifra podría rondar los US$78.000 millones, algo que en neto abriría al menos un agujero de US$5.000 millones en las entidades que los han emitido, según el editor de Economía de la BBC Paul Mason.
Las consecuencias de la ejecución de esos CDS es algo que tampoco queda claro, porque se desconoce en qué medida han apostado las entidades consideradas sistémicas "o demasiado grandes para dejarlas caer", como se dijo durante la crisis de Lehman Brothers, en 2008.
Lo único que parece que no está en duda es la resolución de las autoridades europeas a no dejar que pase y por eso su insistencia en hablar de todo menos de "suspensión de pagos". Las agencias de calificación de riesgos no están de acuerdo.
Canje de bonos
El nuevo plan de rescate a Grecia por US$155.000 millones aprobado en el seno de la Unión Europea incluye que los acreedores privados intercambien sus títulos de deuda por otros que vencerán más tarde y por los que obtendrán menos rentabilidad en términos de intereses.
Así, se espera que el sector privado termine aportando US$71.000 millones. Según el Instituto Internacional de Finanzas (IIF, por sus siglas en inglés), entidad que representa a los mayores bancos internacionales, el acuerdo les costará a los acreedores privados un 21% del valor estimado de la deuda que poseen.
Eso, el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean Claude Trichet, "no cree" que se pueda llamar "suspensión de pagos".
Al contrario, las agencias de calificación de riesgos no parecen estar de acuerdo con la terminología oficial y ya comienzan a cumplir su advertencia de tomarlo como un "default".
La última, Moody's, que justificó su decisión de este lunes de volver a rebajar su calificación de la deuda griega diciendo que "el anunciado programa europeo implica que la probabilidad de un canje, y por lo tanto una suspensión de pagos o moratoria en los bonos griegos es virtualmente del 100%".
"Una vez que se complete el canje, Moody's revisará la calificación de Grecia para garantizar que refleja el riesgo asociado al nuevo perfil de riesgo del país, incluido el potencial de nuevas reestructuraciones de deuda", señala el comunicado.
Y es que según la agencia, "Grecia todavía se enfrenta a problemas de solvencia a medio plazo. Su deuda acumulada estará por encima del 100% del PIB durante muchos años".
La resolución de Moody's llega días después de que Fitch, otra de las grandes agencias de calificación de riesgos, advirtiera que registraría el acuerdo como una "suspensión de pagos selectiva" por parte de Atenas.
Sin contagio, por el momento
Pese a la insistencia de Moody's en tomar la medida como una moratoria impuesta al sector privado, su previsión general sobre el largo plazo en la economía griega es positiva.
"Mirando más hacia delante, el programa de la UE y la propuesta de canje incrementará la probabilidad de que Grecia pueda estabilizarse y eventualmente reducir su deuda", señala el comunicado.
"El paquete además beneficia a toda la deuda soberana de la zona euro del alto riesgo de contagio en el corto plazo que hubiera provocado una caída en una suspensión de pagos desordenada".
No obstante, la agencia también apuntó que considera que Atenas todavía tendrán que enfrentarse a "significativos riesgos derivados la implementación de las reformas económicas y fiscales".
Estas reformas, parte de un severo programa de austeridad aprobado por las autoridades griegas a exigencia de la UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI), resultan muy impopulares entre la ciudadanía y se enfrentan a una auténtica ola de protestas en la calle.
Quién gana y quién pierde
Bancos y otros acreedores privados tendrán que asumir parte del costo del rescate a Grecia.
Los acreedores griegos tendrán la opción de canjear sus bonos con un plazo de vencimiento ampliado hasta un mínimo de 15 años y una rentabilidad reducida a la mitad.
El economista Isaac Cohen le dijo a BBC Mundo que el nuevo rescate contiene un cambio de estrategia fundamental: "Señala el principio fundamental de que de aquí en adelante estos paquetes tendrán que involucrar una reducción de ganancias para el sector privado".
Esas condiciones se aplicarán automáticamente a los créditos de rescate ya concedidos por la UE y el FMI tanto a Grecia como a Irlanda y Portugal.
El principal beneficiado serán las arcas públicas griegas, que verán aliviados sus compromisos financieros inmediatos, y las cuentas públicas europeas, que no tendrán que asumir todo el coste del plan.
[Fuente: BBC Mundo, Londres, 25jul11]
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