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15sep12
Fiat cancela un plan de inversiones por 20.000 millones de euros
Una alarma general, con invocaciones al peligro de que la crisis desemboque en un colapso del sistema industrial manufacturero italiano se agravó hoy después que el gobierno reclamó urgentes aclaraciones a la Fiat por su decisión de cancelar el "Plan Italia". Anunciado hace dos años entre bombos y platillos, el Plan prometía una producción de 1.400.000 automóviles en los cuatro grandes establecimientos fabriles de la Fiat que sobreviven en la península. La cancelación reduce la producción a 400 mil unidades.
Mientras los sindicatos pronosticaron un nuevo aumento de los trabajadores despedidos y suspendidos, el ministro de Desarrollo, el banquero Corrado Passera, reclamó a la Fiat que "con responsabilidad" confirme los compromisos asumidos.
El ex presidente de la Cámara de Diputados y jefe de los centristas católicos, Pierferdinando Casini, dijo que el anuncio del principal grupo industrial italiano "podrá ser legítimo pero es moralmente discutible".
Casini recordó que durante muchos años la Fiat ha recibido todo tipo de incentivos y que el grupo de Turín "no puede dar lecciones a nadie cuando no ha logrado en estos años producir un solo nuevo modelo de autos".
Fiat (Fabrica Italiana de Automóviles Turín, fundado a principios del siglo pasado por Giovanni Agnelli, senador durante el fascismo), es el único productor de automóviles en Italia. Hace años que sufre un progresivo deterioro en Italia, mientras que su administrador, Sergio Marchione, ha logrado adquirir para el grupo la mayoría accionaria de la Chrysler de Detroit, EEUU, que está dando buenas ganancias.
Fiat es también el primer productor en Brasil y obtiene resonantes éxitos en ese mercado. Está presente además en la Argentina y en Europa tiene establecimientos florecientes gracias a muchos beneficios públicos, en Polonia y Serbia.
En Italia las cuatro grandes fábricas que sobreviven a un pasado glorioso, son Mirafiori, Pomigliano d'Arco, Cassino y Melfi, estos tres últimos establecimientos situados en el sur, construídos con amplios incentivos estatales. Una quinta fábrica en Termini Imerese, Sicilia, fue cerrada a fines del año pasado.
"Arriesgamos el colapso de la industria manufacturera", dijo Fabrizio Cicchito, uno de los jefes parlamentarios del PDL, el partido de centro derecha del ex primer ministro Silvio Berlusconi.
En el ministerio del Desarrollo se han abierto 150 mesas de negociación de crisis, que pronto llegarán a 200, donde las principales empresas discuten con el gobierno y los sindicatos su mala situación operativa debido a una crisis global que este año causa una nueva recesión en Italia de menos 2,6%. La producción industrial ha bajado en doce meses el 8% y está en el nivel de hace veinte años.
El anuncio de la Fiat produjo una explosiva polémica en las altas cumbres de los jefes industriales de la península. "El verdadero problema de la Fiat no son los trabajadores, Italia o la crisis, que seguramente existe, sino sus accionistas de referencia y su administrador delegado. Son ellos los que están haciendo las opciones equivocadas", dijo Diego della Valle, riquísimo propietario de la cadena de zapatos "Tod's" y copropietario de Italo, el tren privado de alta velocidad. Della Valle es también dueño del club de futbol Florentina y el mecenas que ha pagado 25 millones de euros para la restauración del Coliseo de Roma.
Della Valle llamo "vivancos cosmopolitas" de maneras desenvueltas a John Elkan, el presidente de la Fiat, que representa a la familia Agnelli tradicional propietaria del grupo, y al administrador Sergio Marchione.
Las palabras de della Valle produjeron una reacción enojada de Luca de Montezemolo, su socio en el millonario negocio de Italo, el tren de alta velocidad, que es también presidente de la Ferrari, la más prestigiosa de las empresas del grupo Fiat. Montezemolo, muy vinculado a la familia Agnelli, afirmó que las afirmaciones de su socio "son absolutamente inaceptables".
"Las polémicas de della Valle no deben ser nunca parte de una dialéctica entre empresarios", dijo el presidente de la Ferrari.
El administrador Marchione, quien se encuentra en Detroit, donde dirige la Chrysler, no quiso entrar en las polémicas. Prefirió agarrársela con los alemanes, a quienes acusó de haberle rechazando la propuesta de restringir en forma concertada la producción europea de automóviles debido a la saturación de los mercados.
Ford y Opel (General Motors en Alemania), respondieron a la Fiat que creen en la reactivación europea y no redimensionarán sus estructuras de producción. En cambio PSA Peugeot anunció la reducción de ocho mil puestos de trabajo y el cierre del gran establecimiento de Aulny.
En Italia la desocupación pasa ya del 11%, mientras que los jóvenes sin trabajo superan el 35%. Pero hay que tener en cuenta que estos datos toman como base una población activa para el trabajo de 23 millones de unidades, con un porcentaje menor que el de los países más industrializados, lo que eleva en varios millones el número de personas que carecen de un empleo.
[Fuente: Clarín, Bs As, 15sep12]
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