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09feb17
Alemania sí manipula la divisa
Donald Trump ha iniciado su mandato presidencial como era de esperar, con mucha estridencia y con una fuerte oposición del establishment dominante. Promete emociones fuertes. De todas sus afirmaciones, algunas de ellas han sido cuando menos rocambolescas, otras delirantes, pero también las hay ciertas. Y una de esas afirmaciones ciertas es que Alemania manipula la divisa.
Resulta grotesco ver como aquí nadie dice nada cuando Mario Draghi, con argumentos falsos, amenaza a Italia ante cualquier intento de abandono del Euro, recordándole que deben al Eurosistema alrededor de 360.0000 millones de euros, que son los pasivos Target 2. Draghi engaña al personal porque sabe perfectamente que la posición deficitaria del Target 2 no es deuda ni del Estado ni de los ciudadanos italianos. Por el contrario, cuando el nuevo inquilino de la Casa Blanca afirma que Alemania manipula la divisa, la prensa dominante y el propio Draghi se echan las manos a la cabeza, cuando en realidad tal afirmación analizada detenidamente es cierta. Pero vayamos por partes.
Target 2 es el sistema que guarda y compensa las operaciones financieras de pagos en el Eurosistema, es decir, es el procedimiento operativo entre las entidades financieras europeas y los bancos centrales del que nos hemos dotado. No es un sistema ni para los Estados europeos ni para los ciudadanos. El aumento de los desequilibrios de Target 2 refleja en última instancia, incluso ahora en plena compra de deuda soberana por parte del regulador, los problemas en los sistemas financieros de los países del sur para financiarse. Ello no tiene nada que ver ni con la situación de los Estados, familias o empresas de economía real. Son una deriva de no haber hecho realmente aquello que se debería haber hecho en 2008: reestructuración de un sistema bancario sobredimensionado a costa de sus acreedores.
Lo más aberrante es que el auténtico manipulador de la moneda común europea, Alemania, que día sí y día también continúa jugando con sus socios de la Eurozona, también está reclamando que se le debe dinero en efectivo como resultado de su aumento de los activos de Target 2. La amenaza de Draghi y de Alemania es hueca e Italia debería ignorarla.
Distintos mecanismos de manipulación
Tras la ruptura de Bretton Woods los tipos de cambio entre las monedas de los países más desarrollados empezaron a ser flotantes. Como consecuencia se produjo una continua apreciación del marco alemán, lo que suponía unos elevados costes para sus industrias exportadoras. Con el fin de evitarlo se diseñaron distintos experimentos, previos al euro, entre ellos la Serpiente Monetaria. Sus resultados no fueron alentadores: los desequilibrios en las economías europeas causaron numerosas devaluaciones y revaluaciones, así como diversas salidas y entradas del mecanismo de estabilidad cambiaria. Como consecuencia se abandonó la Serpiente Monetaria y la alternativa fue introducir un Sistema Monetario Europeo (SME). Los resultados fueron de nuevo perversos. El SME fue golpeado inmediatamente con la segunda subida del precio del petróleo de la OPEP y el Bundesbank consideró que los acuerdos simétricos bajo el SME exponían a la economía alemana a un excesivo riesgo de inflación. Al dar primacía a la posición monetarista sobre la inflación, Alemania se convirtió en la autoridad monetaria de facto en Europa.
La decisión de los Estados miembros del SME de subyugar su propia independencia política significó que el Bundesbank se convirtió en el banco central de la Comunidad Económica Europea. Lo importante era que a medida que Europa avanzaba hacia la creación de la zona euro, la inestabilidad monetaria era abundante y Alemania estaba renunciando a sus acuerdos de comportarse simétricamente para estabilizar el sistema. Las otras naciones europeas deberían haber detenido la creación de la Eurozona en ese momento. Era obvio que estas naciones no estaban aptas para compartir una moneda, ya que no podían mantener ninguna estabilidad monetaria, excepto si se recurría a los controles de capital.
La manipulación continúa con el Euro
Es evidente que dentro de la zona del euro, los alemanes también han manipulado el sistema para que se adapte a sus intereses, a expensas del resto de países. En junio de 2014, el informe del FMI sobre Alemania, concluía que su posición externa era sustancialmente más fuerte de lo que implicaban los fundamentos de medio plazo y los ajustes de políticas globales deseados. Los enormes superávits externos de Alemania no eran fáciles de entender y reflejaban en realidad una infravaloración de su tipo de cambio efectivo real. El hecho de que Alemania continuara violando el Procedimiento de Desequilibrio Macroeconómico, incorporado en los cambios del Pacto de Estabilidad y Crecimiento -que restringía los superávits en cuenta corriente al 6 por ciento del PIB-, fue porque su tipo de cambio efectivo real era demasiado bajo. Si la zona euro se desintegrara, la nueva moneda teutona se apreciaría entre un 15%-30% para reflejar su fortaleza comercial y permitir así posiciones más competitivas para sus socios europeos.
La conclusión es que Alemania jugó con sus socios europeos antes de la creación de la Unión Monetaria (a través de la manipulación del tipo de cambio) y siguió haciéndolo después de la introducción del euro. Una vez establecida la Unión Monetaria, Alemania, al darse cuenta de que ya no podía manipular el tipo de cambio, se esforzó por mejorar su competitividad mediante una devaluación interna controlada. Mientras que atornillaba a los trabajadores alemanes, también colocaba a sus socios en una posición difícil. Alemania violó el Pacto de Estabilidad y Crecimiento en 2003, forzando un cambio de normas, y luego ha estado violando sistemáticamente, desde 2011, los límites de excedente externo, quedando absolutamente impune. Por el contrario no para de exigir austeridad y devaluación salarial al resto de países, empobreciéndolos de manera sistemática, cuando si estuvieran fuera del euro el mecanismo de ajuste menos traumático sería una depreciación de sus divisas. Por eso, en este caso, Donald Trump tiene razón, Alemania ha manipulado y manipula en su propio interés la divisa.
[Fuente: Por Juan Laborda, Vozpópuli, Madrid, 09feb17]
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