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16may09
Europa asiste impotente al mayor descalabro económico desde 1945
Los datos fueron publicados ayer y merecen entrar con todos los honores en el museo de los horrores. Eurostat -la oficina estadística de la UE- reveló que la economía europea se contrajo en el primer de este año un 2,5% respecto del trimestre anterior. O un 4,6% si se compara con el mismo periodo del año pasado.
No se trata sólo del peor dato desde el fin de la II Guerra Mundial, sino que un análisis más cualitativo pone de relieve de qué manera la crisis del sistema financiero se ha trasladado con toda crudeza al aparato productivo. Hasta el punto de que la recesión en Europea es ya más intensa que en EEUU. La producción industrial, una variable clave para entender el momento económico, está cayendo a un increíble ritmo del 20,2% en la eurozona, lo que pone de relieve la intensidad del ajuste. Mientras que el comercio al por menor -que es el mejor termómetro para conocer la evolución del consumo de las familias- cae un 4,2% en el área del euro. Incluso el desempleo, que hasta ahora se había mantenido prácticamente estable, se ha situado ya en el 8,9% en marzo una vez corregido de variaciones estacionales.
Ningún país se salva de la quema, pero lo más preocupante es el caso de Alemania, donde el PIB cayó un 3,8% intertrimestral, y nada menos que un 6,9% en términos anuales. La causa de este desplome del primer exportador del planeta tiene que ver con el hundimiento del comercio mundial, que está pasando factura a la industria germana. Francia, Reino Unido o Italia están en la misma situación. Y, por supuesto, España, cuya economía se contrajo un 1,8% en términos intertrimestrales o un 2,9% si se compara con el PIB de hace un año.
El dato español es llamativo habida cuenta de que los indicadores parciales (producción industrial, comercio minorista o empleo) son sensiblemente peores que en la eurozona, pero la metodología que utiliza el Instituto Nacional de Estadística (INE) para elaborar la Contabilidad Nacional hace que el ajuste económico no se refleje con tanta intensidad. La producción industrial, por ejemplo, está cayendo en España un 24,7%, cuatro puntos y medio porcentuales más que en la eurozona; mientras que el comercio minorista retrocede un 8,2%, el doble que en Europa. Y el empleo, como se sabe, se está comportando de manera sensiblemente peor que en la UE, hasta el punto de que la tasa de paro española duplica a la europea.
Una forma peculiar de medir el PIB
Esta aparente contradicción (España decrece menos que la UE pese a tener datos parciales peores) se explica porque los técnicos del INE calculan la evolución del PIB con modelos econométricos realizados a partir de estadísticas estructurales, y éstas se publican una vez al año. Por lo tanto los indicadores más recientes no se incorporan a la Contabilidad Nacional trimestral, lo que provoca un desfase coyuntural. En el caso de la producción industrial, los datos definitivos correspondientes al año 2008 se cerrarán durante las próximas semanas, pero hasta finales de agosto no se corregirá el avance del PIB para incorporar las nuevas cifras. Será entonces cuando se conozca realmente lo que ha sucedido en 2008.
La ventaja de este sistema es que elimina erraticidad en las cifras (el PIB muestra un perfil más estable), pero el inconveniente es que los datos trimestrales del INE de Contabilidad Nacional no reflejan realmente el momento económico. Y de ahí la evidente paradoja entre los datos parciales y los globales.
En el caso europeo, lo más relevante es que la intensificación de la crisis se produce cuando las autoridades económicas han gastado ya casi todo el arsenal del que disponen para combatir la recesión. Por un lado, el Banco Central Europeo ha situado ya el precio oficial del dinero en un histórico 1%, lo que significa que su margen de actuación en política monetaria es ya extremadamente escaso.
Por su parte, los gobiernos han gastado ya buena parte de su munición presupuestaria en los planes de salvamento de la banca y en la recuperación del crédito, pero a las vista de la intensidad del ajuste no parece que esas ingentes cantidades de dinero hayan servido para reorientar la situación. Y así se explica que ayer la canciller Angela Merkel y su ministro de Finanzas, Peer Steinbrück (SPD, socialdemócrata) descartaran un descenso de impuestos para los ciudadanos alemanes en los próximos meses por no decir años.
En teoría, y a la luz de las estimaciones del FMI y de la Comisión Europea, el primer trimestre de este año debe marcar el suelo de la recesión, aunque eso no quiere decir que la recuperación esté a la vuelta de la esquina.
Esto quiere decir que en los próximos meses la caída trimestral del PIB no será tan pronunciada, pero eso no significa que la actividad económica vaya a dar datos positivos, sino que las cifras no van a ser tan malas. Habrá que esperar hasta el último trimestre de 2009 o el primero de 2010 para volver a tasas positivas de crecimiento de la actividad económica. Como se ve, pasará mucho tiempo hasta que las economías europeas puedan digerir el enorme desapalancamiento crediticio que ha provocado el pinchazo de la burbuja financiera. Y que explica el hundimiento de la economía.
[Fuente: Por Carlos Sánchez, Cotizalia, Madrid, 16may09]
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