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28oct10
Merkel reabre el Tratado de Lisboa para gestionar 'quiebras ordenadas' en la Zona Euro
La costumbre de las cumbres de jefes de Estado y de Gobierno de la UE, sobre todo en la Unión de Veintisiete, es que cuando no hay crisis, se inventa. La reunión de hoy y mañana ya se ha convertido en un debate agrio e inesperado sobre cómo reabrir el Tratado de Lisboa, en vigor desde hace menos de un año después de una agónica década de lucha institucional.
La canciller Angela Merkel, que sufrió en primera persona las negociaciones de Lisboa, ha impuesto con la ayuda de Francia la cuestión para satisfacer a su Tribunal Constitucional y varias fuentes europeas indican que un cambio, mientras sea muy limitado, es ahora probable.
Alemania lo exige para crear un fondo de rescate permanente que gestione con dureza la posible quiebra de Estados de la zona euro, en sustitución del aprobado el pasado mayo sólo para tres años. Además, también pretende introducir la opción de retirar el derecho de voto a los países más díscolos en números rojos.
La primera parte podría aprobarse por un "procedimiento simplificado", es decir sin una complicada convención y, sobre todo, sin referendos en Irlanda y Reino Unido, que requieren consultas populares para cualquier cesión de soberanía. Fuentes europeas indican, en cambio, que Alemania casi ha renunciado a pedir la suspensión del voto, porque esto supondría una reforma más profunda que sí obligaría a referendos difíciles para la UE.
Debate intenso
Pero el debate será intenso, con vecinos incómodos por recibir órdenes una vez más de Berlín y París. Como respuesta a las quejas, Merkel dijo ayer: "Es verdad que el acuerdo franco-alemán no es todo en Europa, pero sin acuerdo franco-alemán no se consigue nada".
La Comisión Europea, también irritada, ha dejado que Viviane Reding lleve la ofensiva más crítica. Francia y Alemania, según asegura la vicepresidenta de la Comisión en una entrevista hoy en EL MUNDO, "están haciendo mucho daño a la UE", por retener el control gubernamental de las sanciones que quería imponer Bruselas, y "no han aprendido nada de la crisis". La luxemburguesa considera "suicida" la idea de reformar el Tratado.
Para complicar aún más el debate, Reino Unido podría condicionar la revisión, aunque sólo sea para la zona euro, a la reducción del presupuesto comunitario. "Esto nunca es sencillo en el contexto doméstico", explica un diplomático británico, que indica que no se necesitará un referéndum mientras no haya "transferencia de soberanía" de Westminster a Bruselas.
El primer ministro británico, David Cameron, aseguró ayer que su prioridad es controlar el gasto de la UE y evitar que avance la propuesta comunitaria de aumentarlo un 6% en 2011. "Es completamente inaceptable que en un momento en que estamos tomando decisiones presupuestarias estrictas aquí, el gasto crezca de forma consistente en la UE", dijo, en su Parlamento. El líder 'tory' empieza a pensar, además, en el debate del nuevo ciclo presupuestario 2014-2020 para decidir qué y cómo gasta la UE e incluso si conviene crear nuevos impuestos europeos.
Por si faltara algún elemento de tensión, el Parlamento Europeo amenaza con pedir una convención para introducir las modificaciones a Lisboa y donde pueden surgir más peticiones. "Si abrimos el Tratado, se me ocurren unos cuantos comités con una lista de demandas", advierte Guy Verhofstadt, líder de los liberales en la Eurocámara y muy contrario a tocar el texto.
[Fuente: Por María Ramírez, Bruselas, El Mundo, Madrid, 28oct10]
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