Información | ||
Derechos | Equipo Nizkor
|
26abr13
Merkel quiere una subida de tipos
Con toda Europa en recesión, a excepción de Alemania, la política monetaria de libro indica la conveniencia de bajadas de tipos. No hay peligro inflacionista a la vista que estorbe al mandato del BCE, por lo que aquí estamos los europeos, soportando cilicio monetario y preguntándonos mes tras mes si Draghi habrá considerado ya oportuno aflojar.
La única explicación que nos damos a nosotros mismos, al menos hasta ahora, sobre por qué eso no sucede todavía es que el BCE debe estar guardando cartuchos porque el margen de acción que permiten los tipos es bastante limitado y reserva munición para tiempos que pueden empeorar.
Pero hete aquí que Merkel, cuyo sentido del rigor no deja de causar asombro, agarró anoche el látigo y dijo que "preferiría que el BCE subiera los tipos la semana que viene". En un acto público de presión sobre el Consejo del BCE, la canciller alemana habló claramente de intereses nacionales, saltándose a la torera esa regla de corrección que indica que el BCE actúa en interés de la zona euro en su conjunto, y no de acuerdo a los intereses nacionales.
Sus palabras concretas fueron: "El BCE tiene ante sí una complicada reunión. En términos generales, debería subir los tipos de interés para Alemania, pero de cara a otros países realmente debería hacer más para que aún más liquidez estuviese disponible y permita la financiación de la empresas".
Merkel hablaba ante la Conferencia de las Cajas de Ahorros alemanas y se encargó concientemente de subrayar lo que anteriormente había dejado caer su ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, que el actual nivel de liquidez en los mercados financieros es "excesiva" y "habría que reducirla". "Si el BCE limitase el margen de maniobra y redujese la gran liquidez un poco, yo sólo podría aplaudirlo", afirmó en una entrevista con el semanario económico 'Wirtschaftswoche'.
El caso es que la liquidez a la que se refiere es la que el propio BCE ha puesto en circulación para garantizar que los bancos sigan funcionando y que, a pesar de no contar con precedentes históricos, no resulta suficiente para que el crédito llegue a las empresas, por lo que el círculo de los argumentos no se cierra.
Con una previsión de crecimiento del 0,5% del PIB para este año, ni siquiera Alemania va tan sobrada como para desear subidas de tipos. Si Merkel pide que el cinturón monetario se abroche un poco más apretado parece que intenta remarcar que el tiempo de los sacrificios está lejos de terminar y que el final de la crisis no se ve todavía en el horizonte.
[Fuente: Por Rosalía Sánchez, Berlin, El Mundo, Madrid, 26abr13]
This document has been published on 29Apr13 by the Equipo Nizkor and Derechos Human Rights. In accordance with Title 17 U.S.C. Section 107, this material is distributed without profit to those who have expressed a prior interest in receiving the included information for research and educational purposes. |