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26jul09
Blesa se queda sin mano derecha hasta que se resuelva su futuro en Caja Madrid
Miguel Blesa, presidente de Caja Madrid, jubiló ayer al secretario general de la entidad y su mano derecha, Enrique de la Torre, a petición del interesado, lo cual le supone un grave contratiempo. Para su relevo ha buscado una solución interina hasta que se resuelva el futuro del presidente: un hombre de la casa, Jesús Rodrigo, que además está de baja por enfermedad, según confirman fuentes cercanas a la entidad. Dichas fuentes aseguran que la continuidad o destitución de Blesa tienen que decidirse definitivamente a la vuelta de las vacaciones de verano, en septiembre u octubre a más tardar.
Enrique de la Torre era el verdadero poder en la sombra en Caja Madrid, hasta el punto de que Blesa no daba un paso sin consultarle, según los que conocen bien la situación de la entidad. Por ejemplo, fue el responsable del intento de rescate de Carlos Vela cuando fracasaron sus esfuerzos por salvar a Martinsa-Fadesa y la inmobiliaria entró en concurso de acreedores.
En los últimos tiempos, estaba desbordado de trabajo con los múltiples frentes que tiene abiertos la caja madrileña: Iberia, Sos Cuétara, el aumento de la morosidad, la peligrosa caída de la tasa de cobertura, etc. Según las fuentes consultadas, De la Torre, de 63 años, llevaba pidiendo su jubilación desde hace más de un año y había puesto este verano como fecha tope para ello. Una salida que siempre será más sosegada con Blesa en el timón que con otro presidente.
Esta fecha tope había puesto a Blesa en un brete, puesto que no podía hacer un fichaje de campanillas para un puesto absolutamente clave en la organización: nadie iba a venirse con la espada de Damocles de la posible salida del presidente en otoño. Porque cualquier nuevo presidente desembarcará al menos con dos cargos de su absoluta confianza: el director de comunicación y el secretario general del consejo.
Se había rumoreado una solución intermedia, que consistía en el nombramiento de Ignacio Navascués, secretario del consejo de Cibeles, el holding que agrupa las participaciones financieras de la caja. Pero finalmente Blesa ha optado por poner en el cargo a Jesús Rodrigo, en lo que se interpreta como un premio a su labor al frente de la asesoría jurídica desde 2001. Porque realmente no va a ejercer su cargo, puesto que se encuentra de baja por enfermedad y no podrá reincorporarse hasta noviembre aproximadamente, siempre según las fuentes.
Para entonces, ya estará decidido el futuro de Blesa y, bien su sustituto, bien el actual presidente en caso de que continúe, ficharán a alguien con mayor peso específico para ocupar la secretaría general de forma definitiva.
Reducción de la cúpula de Caja Madrid
Este relevo se inscribe dentro de los importantes cambios que está sufriendo la cúpula de Caja Madrid en los últimos meses y que persiguen aligerar la estructura de la entidad ante el dificilísimo entorno al que se enfrenta la banca española. Estos movimientos comenzaron por la salida del propio Vela hace un año, forzada por la presión mediática tras las fuertes pérdidas que supuso para la entidad (tenía créditos por casi 1.000 millones de euros) la que es hasta el momento la mayor quiebra de la historia de España.
El estallido de Sos Cuétara, donde la caja tiene una participación accionarial de 145 millones y créditos por una cantidad no revelada, dio la oportunidad a Blesa de 'desterrar' a Mariano Pérez Claver, hasta ese momento presidente de la Corporación de Caja Madrid. Las fuentes aseguran que Pérez Claver había perdido el feeling con el presidente, que de esta forma se lo quitó de encima en la caja y pudo colocar al frente de la corporación a un hombre de su absoluta confianza -el director general de negocio de la caja, Matías Amat-, con lo que amortizó su puesto.
La última salida, la de Rafael Sánchez-Lozano con destino a Iberia -operación muñida también por De la Torre-, aunque también pretende apagar otro incendio de la caja, tiene unas connotaciones muy distintas. En este caso, se trata de una persona con una excelente relación con Blesa, que le ha servido al presidente para matar tres pájaros de un tiro: por un lado, reactiva la fusión de la aerolínea con British Airways, una operación crucial para la caja y que Fernando Conte había paralizado; por otro, prepara el terreno para el propio Blesa, que podría ocupar la presidencia del holding del que colgarán las dos aerolíneas en caso de ser destituido al frente de Caja Madrid; y, por último, reduce la estructura de Cibeles (Sánchez-Lozano era director de desarrollo estratégico), que estaba pensada para una salida a bolsa que se tuvo que suspender sine die y que resulta excesiva en el escenario actual.
[Fuente: Cotizalia, Madrid, 26jul09]
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