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26jul09
Schwarzenegger llega a un acuerdo para evitar la bancarrota de California
Después de pasearse durante varias semanas frente a un abismo fiscal valorado en 26.300 millones de dólares -más de 18.000 millones de euros-, el gobernador de California, Arnold Schwarzenegger, y los líderes de las dos cámaras legislativas han llegado a un principio de acuerdo para aprobar el presupuesto del próximo año.
Aunque California es uno de los estados más ricos del país -sería el octavo del mundo si fuera independiente-, la crisis económica ha supuesto una caída espectacular de sus ingresos por impuestos, lo que había puesto al estado al borde de la suspensión de pagos. Tan delicada era su situación, que las agencias de calificación de la deuda reducieron recientemente en dos ocasiones la deuda estatal, dejándola al mismo nivel que la de muchos países en vías de desarrollo.
De hecho, el responsable de finanzas del ejecutivo se había visto obligado a pagar las compañías que proporcionan bienes y servicios al estado con pagarés, aquí llamados IOUs.
El acuerdo llegó después de dos semanas de intensas negociaciones entre el gobernador, y los líderes republicanos y demócratas del Congreso estatal, conocidos como los 'Big 5' ('los 5 grandes'). "Estamos muy contentos de tener un principio de acuerdo", se ha felicitado Schwarzenegger al salir de la última reunión, de más de cinco horas de duración.
Según los términos del acuerdo, el gobierno recortará su presupuesto en 14.000 millones de dólares -unos 10.000 millones de euros- en gasto social, en lo que supone una importante concesión por parte del Partido Demócrata. Los recortes afectarán sobre todo a los servicios que reciben los pobres, los ancianos, y las personas discapacitadas. En cambio, los demócratas han conseguido evitar una reducción en el presupuesto de la cobertura sanitaria pública para niños, y un vasto programa contra la exclusión social.
El pacto incluye también un "préstamo forzoso" por parte de las entidades locales por valor de 4.000 millones de dólares -unos 3.000 millones de euros-, además de varios trucos contables, para cuadrar las cuentas públicas. Por ejemplo, se aumentarán las retenciones fiscales, de forma que se pasarán a este año millones de ingresos fiscales del año próximo, y se retrasará el pago de los salarios de los empleados un día, hasta el 1 de julio del 2010, de forma que ya no entre en el próximo año fiscal.
Schwarzenegger y los congresistas republicanos se han salido con la suya en la negociación, pues no habrá una subida de los impuestos, que es lo que defendían los legisladores demócratas. Entre sus propuestas, figuraba un aumento de los impuestos a las compañías petroleras, a la venta del tabaco y el alcohol, además de una reforma legal que solucionara las lagunas jurídicas que aprovechan algunas empresas para pagar menos tributos.
El gobernador, por su parte, tuvo que renunciar a su propuesta de reducir en un 5% el sueldo de los empleados públicos. Sin embargo, se mantendrá la decisión puesta ya en práctica de conceder tres días mensuales de vacaciones extras a los funcionarios estatales.
Aunque los republicanos están en minoría tanto en el Congreso como el Senado estatal, el hecho de que la Consitución de California obligue a una mayoría reforzada de dos tercios para aprobar cualquier subida de impuestos ortorgaba a los conservadores una posición de fuerza en la negociación.
Sin embargo, los verdaderos perdedores en este acuerdo son los ayuntamientos californianos, que se verán obligados a prestar al gobierno estatal centenares de millones de dólares en un momento en el que sus ingresos han caído en picado a causa del final de la burbuja inmobiliaria.
"Sabemos que es una mala noticia para nuestros ciudadanos", ha declarado al conocer los términos del pacto Chuck Reed, alcalde de la ciudad de San Jose. Según Reed, la consecuencia será un recorte drástico de los servicios proporcionados por los entes locales.
Según los expertos, la solución a los problemas de California pasa por una reforma de su sistema político, que dificulta enormemente la toma de decisiones por parte de las autoridades públicas. Por ejemplo, el gobierno se encuentra a menudo atado de pies y manos a causa de la necesidad de refrendar muchas de sus decisiones en consultas populares.
[Fuente: El Mundo, Madrid, 26jul09]
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