Cuestión de la Violación de los Derechos Humanos y las Libertades Fundamentales en Cualquier Parte del Mundo..
Presentación frente al Comité de Derechos Humanos de la ONU
Por Horacio Ravenna
Ginebra 1999
Señor Presidente
Quisiéramos celebrar que el cincuenta aniversario de la Declaración Universal de Derechos Humanos encuentre al mundo en el proceso hacia la aplicación universal del castigo a crímenes contra la humanidad como el genocidio, la tortura y la desaparición de personas.
Ello es uno de los efectos del proceso de universalización, es la consolidación de una justicia internacional tendiente a proteger los derechos humanos y el derecho internacional humanitario sobre el derecho penal nacional.
Así celebramos la publicación de las Conclusiones y Recomendaciones del Informe de la Comisión para el Esclarecimiento Histórico de Guatemala, porque es el camino del pueblo en la búsqueda de la verdad y la justicia, frente al horror de tantos años de violencia.
Es también significativo el pedido de perdón y reconocimiento de "errores" del gobierno norteamericano por su política externa en tantos años de apoyo a las dictaduras centroamericanas.
Para ser más creíbles con esta disculpa deberían proscribir definitivamente el uso de la fuerza para imponer sus propios intereses y dar señales claras de compromiso con la justicia internacional mediante la ratificación inmediata del estatuto del Tribunal Penal Internacional.
Señor Presidente
La vigencia de la doctrina de la seguridad nacional en el Cono Sur de América, dejó secuelas que continúan condicionando los procesos de democratización.
Así está sucediendo con el Paraguay donde el asesinato del Vicepresidente José María Argaña y la dura represión a su pueblo son consecuencias de la crisis que estalló en Paraguay con el intento golpista del General Lino Oviedo.
Sin perjuicio de la fluida situación que se presente en este país, hacemos votos para que los autores materiales e intelectuales del magnicidio sean castigados y, en su momento, se llame a elecciones sin condicionamientos ni proscripciones.
Señor Presidente
En el tránsito a la construcción democrática de los países latinoamericanos, la organización a la que represento, la APDH, saluda con beneplácito los esfuerzos del Gobierno y pueblo colombiano en la búsqueda del dialogo para alcanzar una salida negociada a la violencia imperante en el país actualmente.
Sin embargo, la suspensión de la mesa de negociaciones para la paz nos hacen decir junto con Manuel Ramiro Muñoz y cito: "La búsqueda de caminos que conduzcan a una disminución del conflicto, al desarme, a la paz social y a la vigencia de los derechos humanos constituyen un desafío mayor para todos los actores e instituciones a nivel local, nacional e internacional que traten de realizar un aporte en esa dirección". (1) Fin de la cita.
Es de esperar que se desarticulen las trabas que hoy impiden la continuidad del dialogo, en especial aquellos que tienen que ver con la existencia de organizaciones paramilitares porque y cito: "es una de las más perversas formas de violar los derechos humanos a través de crímenes aberrantes que se trata de hacer aparecer como si no fueran crímenes de estado".(2) Fin de la cita.
Señor Presidente
A 50 años de la Declaración Universal surgida como un nuevo paradigma de este siglo con posterioridad a las dos guerras mundiales, el horror de la guerra sigue azotando a la humanidad.
Sumamos nuestra voz para que se detenga la violencia en Kosovo y se restablezcan los caminos del dialogo y el respeto a la autonomía de los kosovares.
Estamos preocupados también por la situación en el Tíbet y por ello apoyamos el cese de toda actividad que agravie la identidad cultural, étnica o religiosa del pueblo tibetano y llamamos a las partes en conflicto a que entren en negociaciones directas sin condicionamientos previos.
Reclamamos también el pronto levantamiento del embargo a Cuba que posterga el ansiado pluralismo y afecta el derecho de las personas y de los pueblos al desarrollo y la autodeterminación.
Señor Presidente
La hegemonía mundial del neoliberalismo y su consecuencia, la globalización, nos permiten vislumbrar la sociedad del nuevo siglo, construido sobre los pilares de la alta concentración, la impunidad y la exclusión social.
Por ello, como respuesta a la impunidad, es alentador la existencia de los juicios que se tramitan ante los tribunales español, italiano y alemán por la suerte corrida por sus connacionales durante las dictaduras latinoamericanas.
La prisión de Pinochet es la legítima respuesta de la conciencia internacional a los viejos verdugos impunes, como así también lo son las investigaciones sobre la interrelación de los organismos de seguridad del cono sur quienes se asociaron en el llamado Operativo Condor en los años '70 para cometer crímenes dentro de sus propias fronteras y fuera de ellas.
Lo mismo sucede con los jerarcas del terrorismo de Estado en la Argentina, que habían sido condenados en juicios ejemplares por sus múltiples crímenes y luego fueron indultados por el arbitrio personal del Presidente Carlos Menem. Luego de una larga lucha judicial hoy están siendo juzgados y algunos están nuevamente detenidos procesados por el robo de bebés nacidos en cautiverio.
Señor Presidente:
Quisiéramos señalar además que la lucha por las libertades civiles no se agota con la desaparición de las dictaduras, por el contrario, continúa bajo el imperio de las democracias.
Continúa porque es necesario cerrar heridas del pasado reciente y reconciliar a la libertad ganada con las indispensables verdad y justicia.
Continúa también para contener y disipar las tentaciones autoritarias, sobre todo en sociedades poco acostumbradas a las reglas democráticas, en especial, cuando reaparecen gobernantes intolerantes con los disidentes políticos, con los conflictos sociales y con la autonomía de la prensa.
Continúa asimismo contra otras prácticas de impunidad que comienzan absolviendo a los criminales del pasado inmediato y terminan dándole amparo a los criminales del presente.
La impunidad es un ataque directo a la dignidad humana, al principio de igualdad ante la ley, a los derechos sociales que forman el patrimonio público y a la ética de las instituciones que representan la voluntad del pueblo.
La autoprotección de tales criminales es uno de los mayores factores de riesgo para la estabilidad institucional, para la alternancia democrática en el gobierno y para el desarrollo humano sustentable.
La lucha contra la impunidad toma vital importancia porque al decir de un prestigioso jurista latinoamericano "Aunque parezca mentira la impunidad dentro del aparato del poder punitivo del estado es la regla, la punición es la excepción" (3)
Señor Presidente
El destacado politólogo argentino Atilio Borón dice y cito: "Lamentablemente la cultura de la impunidad trata de echar un manto de olvido. La impunidad de alguna manera es una lápida que hace que la gente se olvide de las cosas o fuerce al olvido... Entonces la problemática es que la memoria se va desgastando en ese proceso y los pueblos que no tienen memoria no pueden ser libres" (4)
En esa construcción de la libertad basada en la lucha contra la soberbia impune es de esperar que el nuevo siglo nos encuentre celebrando la entrada en vigencia del Tribunal Penal Internacional para tener la certeza que allí serán juzgados los genocidas cualquiera sea su nacionalidad.
Muchas Gracias.
1. Instituto de Investigaciones GINO GERMANI y CLACSO, Documentos de Trabajo, Manuel Ramiro Muñoz, pág. 24, Buenos Aires, julio 1998.2. Op.cit.Enrique Oteiza, pág.13
3. ZAFFARONI, Eugenio, "La Impunidad y sus consecuencias", FEDEFAM, pág. 19, 1996.
4. Op.cit. BORON, Atilio, pág. 12
Documento editado electrónicamente por el Equipo Nizkor, en Madrid a 29 de junio de 1999
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