Los Derechos Económicos, Sociales y Culturales.
Presentación frente al Comité de Derechos Humanos de la ONU
Por Horacio Ravenna
Ginebra 1999
Señor Presidente:
Para la concreción y goce de los derechos humanos se requiere voluntad política, respeto por el Estado de Derecho y la existencia de un gobierno que sea la expresión auténtica de la soberanía popular.
Por el contrario el Estado neoliberal sólo promueve la urgencia por desnacionalizar y dejar librados los asuntos económicos políticos y sociales al sector privado y la subordinación a la relación mercantil de la totalidad de las relaciones sociales, se realiza con severas políticas de ajuste. De este modo se afectan a esferas como salud, educación, justicia y seguridad, que provoca entonces un endeudamiento cada vez mayor que anula las posibilidades de desarrollo.
A modo de ejemplo vale citar algunos cifras de la política neoliberal en Latinoamérica:
La deuda externa de la región a mediados de la década del '70 ascendía a unos 60 mil millones de dólares; en 1980 a 204 mil millones; en 1990 era de 443 mil millones de dólares y se calcula que este año 1999 alcanzará aproximadamente 706 mil millones de dólares a los que debe agregarse de unos 123 mil millones para el pago de intereses. Sólo por el concepto de intereses de su deuda externa, la región pagó entre 1982 y 1996 la cantidad de 739 mil millones de dólares, es decir, una cifra superior que la deuda total acumulada (1)
Estas políticas desequilibrantes no afectan sólo a los países en vías de desarrollo como el nuestro, Argentina, sino también a los altamente desarrollados. Así por ejemplo en Estados Unidos el ingreso del 20% más rico aumentó un 62% en los últimos 10 años, mientras que el ingreso del 20% más pobre de la población descendió el 14%. (2)
Para garantizar los derechos económicos, sociales y culturales el Estado debe cumplir un rol activo. Es por ello que en el art. 2º del Pacto de Derechos Económicos Sociales y Culturales y el art. 1º del Protocolo Adicional a la Convención Americana sobre Derechos Humanos los Estados partes asumen el compromiso de adoptar todas las medidas necesarias en el orden interno como en la cooperación entre Estados a fin de garantizar la plena vigencia de tales derechos.
El innegable avance cultural y científico que este fin de siglo nos brinda, no justifica el discurso de los beneficiarios del poder pretendiendo que estamos frente a la globalización de los beneficios, cuando, en realidad, la mayoría del mundo participa sólo en la globalización de la pobreza. Y cito:
"No se trata de llorar por lo que ya no existe ni de negar y renegar del presente. No se trata de negar o rechazar la mundialización y el auge de las tecnologías... Se trata de dejar de ser colonizado". (3) Fin de la cita.
Por ello, con el destacado jurista José Bengoa, sostenemos que los derechos económicos, sociales y culturales deberían ser el conjunto de derechos básicos que fije un límite ético a la globalización. (4)
El llamado Consenso de Washington buscó justificar la alta concentración proponiendo la teoría del derrame. Esto es, que el aumento de la producción provocará el derrame de la riqueza con un efecto cascada sobre el conjunto de la sociedad.
Por ahora lo que vemos es que el neoliberalismo ha sólo producido una mayor concentración en la punta de la pirámide distributiva, inseguridad, corrupción, falta de justicia y un alto índice de desocupación todos los cuales generan marginalidad y exclusión.
Como dice Elisa Carrió, refiriéndose a los efectos de la política neoliberal en la Argentina y cito:
"Es absolutamente falso que el mercado, librado a sus propias fuerzas, pueda solucionar las injusticias sociales. De hecho, no lo hizo en ninguna parte. Lo único que produce es una fractura en la sociedad, cada vez mayor, que acentúa las desigualdades existentes.
Hacia abajo solo derrama hambre, precariedad y desesperación. La solidaridad social es reemplazada por el más acendrado egoísmo. La abstinencia del Estado, el repliegue a sus funciones de gendarme, no es un signo de neutralidad ni de eficiencia, sino que favorece la creciente acumulación de beneficios en pocas manos...
Y detrás de ese Estado asoman los grandes negociados, las mafias, la venalidad y los asesinos a sueldo". (5) Fin de la cita.
No se trata de un problema de oferta y demanda, sino de distribución, equidad y prioridades. Sin una firme reorientación de la economía y política social unificada, comprensiva y humanitaria, la meta hacia los derechos humanos tendrá un destino poco prometedor.
El neoliberalismo no sólo es violatorio de los derechos económicos sociales y culturales sino también de los civiles y políticos, afecta de esta forma la posibilidad de afianzar la sociedad democrática y asegurar la justicia distributiva.
Señor Presidente
Para terminar expresamos nuestro apoyo al Informe final sobre la Realización de los Derechos Económicos, Sociales y Culturales presentado por el destacado jurista Hadji Guissé (6), como así también la designación de un experto independiente para estudiar los efectos estructurales de las políticas de ajuste en los derechos económicos sociales y culturales.
La actual crisis financiera ha puesto de manifiesto que una globalización sin reglas es un mundo sin ley, La globalización de la democracia con la universalización de los derechos humanos como valores fundamentales plantea la urgente necesidad de ofrecer un sistema jurídico y judicial universal que tenga capacidad para protegerlos y sancionar sus violaciones. Esta es una razón suficiente para convocar una conferencia cumbre sobre la globalización en el marco de la Organización de las Naciones Unidas.
Muchas Gracias.
1. Fuente: World Bank's Global Development Finance 1998.2. "El principio de equivalencia como base de la economía global", PETERS Arno en "Fin del Capitalismo Global". Ed. 21, pág. 20.1998.
3. FORRESTER Viviane, "El Horror Económico", Ed. Fondo de Cultura Económica. pág. 157. 1997.
4. BENGOA, Juan, El Derecho a la Equidad, Ed.Icaria Antrazyt, 1997.
5. CARRIO Elisa, Diputada Nacional, Periódico Acción, págs. 8 y 9, 20 de febrero de 1997.
6. E/CN.4/SUB.2/1997/8
Documento editado electrónicamente por el Equipo Nizkor, en Madrid a 30 de junio de 1999
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