Mensaje de Año Nuevo
|
Cuando ya habíamos decidido no enviar un mensaje por estas fechas, a diferencia de lo
que venimos haciendo desde hace muchos años, el Secretario General de la ONU, António
Guterres, nos hizo cambiar de idea dado la coincidencia del análisis de la situación que hace en su alocución de Año Nuevo y al comprender que nuestro análisis desde al menos 2014 no está alejado de la realidad.
Llevamos 25 años haciendo un seguimiento continuo a la situación de derechos humanos
en América Latina y nunca nos habíamos encontrado con un panorama tan desolador: la
corrupción y el narcotráfico han pasado a ser paradigmas de la realidad en la práctica
totalidad de los países, reemplazando los dogmas de la "seguridad nacional" y la
persecución política y alterando profundamente las estructuras de poder y gobierno.
De las técnicas de exterminio de los años 80 del siglo XX se ha pasado a las formas de
exterminio promovidas por organizaciones criminales, cuyos casos paradigmáticos son
evidentes en México, donde el
funcionamiento del crimen
organizado especializado en narcotráfico, tráfico de personas y de armas ha penetrado en
las estructuras del Estado. Lo mismo ocurre en Colombia, país en el cual las
organizaciones paramilitares
clásicas están siendo reemplazadas de forma sistemática por este tipo de organizaciones
criminales.
Los indígenas son perseguidos o sufren el racismo más cruel y vergonzoso en casi todos
los países, pero especialmente en Chile, Bolivia,
Argentina,
Colombia,
Guatemala y
México. El racismo hace parte tanto
del discurso conservador como del progresista, sin más diferencias que la semántica del
discurso.
En Chile continúa aplicándose desde hace años el estado de excepción a los mapuches de
la Novena Región, quienes son víctimas de la arbitrariedad jurídica, como ha demostrado
la reciente anulación de un juicio cuya sentencia había sido a favor de 11 mapuches.
En Bolivia, ni uno sólo de los
principios constitucionales y legales que favorecen a los
indígenas es de aplicación,
ni en los tribunales ni por las autoridades políticas y/o administrativas. Durante 2017 se ha
intensificado la estrategia de
persecución contra los indígenas guaraníes agrupados en la Nación Guaraní, con el
encubrimiento de las autoridades así como de las propias fiscalías y del Tribunal
Constitucional Plurinacional, que actúan como instituciones coloniales. La corrupción ligada
al narcotráfico permea
importantes sectores de las distintas ramas del poder y las consecuencias en materia de
estado de derecho y derechos humanos son cada vez más preocupantes.
El fin del conflicto armado en Colombia, presentado como una luz de esperanza en los 54 años de guerra civil en ese
país, se ha convertido en un
singular retroceso
en la aplicación del derecho internacional, dando luz verde sobre el papel a la impunidad
de los responsables de actos de exterminio y otros crímenes contra la humanidad,
permitiendo así a los paramilitares y sus organizaciones criminales quedar libres de investigación penal y de
pena en términos judiciales ordinarios. Los tribunales de excepción constituidos en el
marco de la calificada como justicia transicional, denominada Jurisdicción Especial para la
Paz en Colombia, vician los principios del debido proceso y la doctrina procesal más
elemental, alterando de manera profunda y perversa la aplicación de la justicia por parte
de la jurisdicción ordinaria. Se crea así una situación que afectará durante varias
generaciones a la organización de justicia, entendida ésta como contrato entre ciudadanos
y Gobierno.
En Honduras el narcotráfico ha
corrompido la sociedad y las estructuras de gobierno. Las últimas elecciones han sido el
escenario trágico y esperpéntico de la utilización de este tipo de estructuras, hasta tal
punto que la OEA se vio obligada a reconocer la falta de transparencia. La persecución
contra defensores de derechos humanos, indígenas y activistas sociales queda reflejada
en el crudo informe de
COFADEH.
En Perú el
caso Fujimori, que creíamos
finalizado con la sentencia que
responsabilizaba al expresidente de dirigir un plan criminal para cometer crímenes contra
la humanidad, se vio alterado por el indulto injusto, arbitrario y contrario al derecho penal internacional otorgado por el protervo
e indigno presidente Pedro Pablo
Kuczynski, quien negoció la cobertura de sus actos de corrupción con el grupo
parlamentario fujimorista.
Guerra y paz
Aproximadamente en 2011 abrimos una sección de "paz" bajo el subdirectorio "peace". El
número de guerras y/o conflictos armados superan en mucho nuestra capacidad humana
y técnica de seguimiento informativo y documental, de modo que sólo estamos reflejando
aquéllos que, a nuestro entender, representan un alto riesgo de convertirse en un
enfrentamiento entre grandes potencias, con el consiguiente peligro de conflicto nuclear.
Sobre éste último aspecto habilitamos una página específica, siendo conscientes de la contradicción evidente
entre paz y guerra nuclear. El Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres,
habla de este riesgo en su mensaje.
Precisamente en diciembre de 2017 tenía lugar en la sede de las Naciones Unidas en
Nueva York la reunión anual del órgano de gobierno de la
Corte Penal Internacional, la
Asamblea de Estados Parte; en el transcurso de la misma se procedió a activar la
competencia de la Corte sobre el crimen de
agresión, definido en el proceso de Nuremberg como el crimen internacional supremo y la
peor forma de uso ilegal de la fuerza. No obstante, esta activación se hizo sacrificando el
ya de por sí limitado acuerdo de Kampala y tras ofrecer garantías a los
estados recalcitrantes, principalmente a los únicos dos Estados del Consejo de Seguridad
que han ratificado el Estatuto de la Corte, esto es, Reino Unido y Francia, de que sus
máximos dirigentes no serán enjuiciados por la Corte por el hecho de planificar, preparar,
iniciar o realizar guerras que no sean en legítima defensa, lo que consolidaría la inmunidad
de los dirigentes de las grandes potencias a lo hora de atentar contra la soberanía, la
integridad territorial o la independencia política de otro Estado.
El barbarismo como política de estado
Viene a completar esta situación la realidad derivada de lo que
hemos llamado organizaciones
paramilitares islámicas internacionales en una página documental que muestra el horror
del fanatismo más brutal instrumentalizado para desestabilizar Medio Oriente.
Estamos ante un enfrentamiento entre grandes potencias y ante lo que se denomina desde
hace más de un siglo el "gran juego", esto es, la lucha por el control de uno de los
extremos del "camino de la seda", para lo que países como Francia
y Reino Unido, antiguas potencias coloniales, junto a Estados Unidos, no han dudado en
utilizar el "barbarismo" como una política de estado.
Esta cuestión está presente en los conflictos en
Siria, Iraq,
Afganistán,
Libia, Egipto,
Mali y Filipinas (Mindanao).
Solicitud de apoyo en la financiación de Equipo Nizkor
Agradecemos a todos los que han colaborado durante este año en nuestra financiación y
solicitamos a quienes lean este mensaje que consideren hacer un aporte económico al
Equipo Nizkor, organización que no cuenta con subvenciones ni de gobiernos, ni de
empresas. Para ello pueden usar nuestra página de donaciones que está en:
http://www.derechos.org/nizkor/donate/
Para terminar, reproducimos la versión en texto del mensaje de Año Nuevo del Secretario
General de las Naciones Unidas, Señor António Guterres.
Una alerta para el mundo: mensaje del Secretario General de la ONU
Queridos amigos y amigas de todo el mundo:
Feliz Año Nuevo.
Cuando asumí el cargo, hace un año, hice un llamamiento para que 2017 fuera un año de
paz.
Lamentablemente, el mundo ha retrocedido en aspectos fundamentales.
En este Día de Año Nuevo de 2018, no quisiera hacer ningún llamamiento, sino lanzar una
señal de alerta: una alerta roja para nuestro mundo.
Los conflictos se han agudizado y han surgido nuevos peligros.
La ansiedad mundial en torno a las armas nucleares está al nivel más alto desde la Guerra
Fría.
El cambio climático está avanzando más rápido que nuestra respuesta.
Las desigualdades crecen.
Vemos horribles violaciones de los derechos humanos.
El nacionalismo y la xenofobia van en aumento.
Si sumamos todo, nos encontramos con la paradoja de nuestro tiempo: los desafíos son
cada vez más globales y, sin embargo, los pueblos se están replegando cada vez más sobre
sí mismos.
En este comienzo del año 2018, quisiera apelar a la unidad de la comunidad internacional.
Tengo la firme convicción de que podemos hacer de nuestro mundo un lugar más seguro.
Podemos resolver los conflictos, superar el odio y defender los valores compartidos.
Pero solo podemos lograrlo si lo hacemos juntos.
Insto a los dirigentes de todo el mundo a cumplir con el siguiente propósito de Año Nuevo:
Reduzcamos las diferencias. Superemos las divisiones. Restablezcamos la confianza
uniendo a las personas en torno a objetivos comunes.
La unidad es el camino.
Nuestro futuro depende de ello.
Les deseo un 2018 de paz y salud. Gracias. Shukran. Xie Xie. Merci. Thank you. Spasiba.
Obrigado.
|
Más información sobre
derechos
humanos en el sitio web del Equipo
Nizkor
Equipo
Nizkor | Proyecto
Desaparecidos |
Radio Nizkor | Derechos HR
This information has been disseminated on
03Jan18 by
the Equipo Nizkor, Derechos Human Rights and Radio Nizkor. In accordance
with
Title 17 U.S.C. Section 107, this material is distributed without
profit
to those who have expressed a prior interest in receiving the
included
information for research and educational purposes. Esta información se envía desde California (USA), está sujeta a la legislación de ese país y tiene carácter gratuito y no comercial. Si no desean recibir mensajes de Información, envíe un mensaje a unsubscribe@derechos.org. Si desea darse de alta, envíe un mensaje a subscribe@derechos.org. No responda a este mensaje; las respuestas a esta dirección electrónica no se atienden. Para ponerse en contacto con el Equipo Nizkor escriba a: nizkor@derechos.org |