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28ago10
Guaviare: La guerra invisible
El territorio y el rio están minados, Los soldados disparan con ametralladores y Rockets y controlan el rio con poderosas embarcaciones blindadas y lanchas rápidas. Los guerrilleros lanzan cilandros de gas repletos de metralla y explosivos y realizan constantes hostigamientos. Los combates son constantes en lo más profundo de las selvas del Guaviare, el lugar invisible de una guerra que causa dolor y provoca miedo pero que no existe porque nadie la menciona.
Los combates ocurren en proximidad a Mocuare, un resguardo indígena del pueblo Jiw ubicado en jurisdicción del municipio de Mapiripán, al que se llega después de recorrer seis horas en lancha rápida por el rio Guaviare, en las selvas profundas de los límites de Guaviare con el sur del departamento del Meta.
El pueblo indígena y los colonos que habitan en la zona está en peligro por la guerra que libran las tropas de la Brigada de Selva 22, con el apoyo de la Fuerza de Tarea Omega, que tienen la orden del Ejército de avanzar y guerrilleros del frente 44 de las Farc que se resisten a abandonar la zona. Eran 400 indígenas, 300 se desplazaron a Mapiripán y San José del Guaviare. Otros 104 están confinados hoy en medio del fuego cruzado.
La ofensiva del Ejército y la Armada es contra un frente de las Farc que hace parte de las estructuras bajo el mando de alias Mono Jojoy, un integrante del secretariado de las Farc. Desde hace cinco semanas se han agudizado los enfrentamientos en esta franja media del Río Guaviare, afectando a localidades y poblados como Puerto Alvira - Meta, vereda Mocuare (San José del Guaviare), Resguardo Mocuare (Meta), veredas MataBambú, El Olvido, La Rompida, Arahuato El Bunker, entre otras.
En este escenario son constantes los atropellos contra la población civil por parte de ambos bandos: señalamientos, amenazas, ataques indiscriminados, ocupación de bienes protegidos, restricciones a la movilidad, restricciones al tránsito de medicamentos y alimentos, entre otras conductas violatorias del Derecho Internacional Humanitario, que ha generado el desplazamiento masivo de la totalidad de los habitantes de la vereda Mocuare, así como el desplazamiento de algunas familias que han abandonado en los últimos días la inspección de Puerto Alvira y una situación de alto riesgo para los indígenas Jiw /Guayabero asentados en el Resguardo Mocuare.
En un reporte de trabajo en terreno, la Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento CODHES constató que durante la última semana ocurrieron fuertes hostigamientos y combates en la inspección de Puerto Alvira, distante a 1 hora por vía fluvial del municipio de Mapiripán, departamento del Meta. Según CODHES "se ha instalado un clima de temor sobre la población civil que se encuentra en situación de alto riesgo".
CODHES es una de las pocas ONG de derechos humanos que visita la zona. Esta ONG de derechos humanos, que hace parte de una coalición humanitaria que vigila los derechos de la población civil en el sur oriente colombiano, integrada, además, por la Defensoría del Pueblo, la oficina en Villavicencio del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados y la Pastoral Social de la Iglesia católica.
CODHES llamó la atención del gobierno y de las Farc para que observen el derecho internacional humanitario y aseguren medidas de protección del pueblo indígena y de los colonos que habitan la zona.
"Nos referimos de manera particular a tres comunidades indígenas cuya situación fue expuesta durante el III Encuentro del Pueblo Jiw, realizado del 17 al 21 de agosto en el Resguardo La Fuga, y que por su gravedad debe ser atendida de forma urgente", según explicaron voceros de CODHES.
Además de confinar a la población, la intensidad de los combates ha reducido el uso del rio Guaviare para el transporte de bienes básicos de consumo de los habitantes de los poblados ribereños. El rio es el más importante medio de transporte en esta región del país y convertirlo en un objetivo militar ha provocado desabastecimiento de alimentos y medicinas y una verdadera emergencia humanitaria, según denunció CODHES.
"El deber de protección del Estado y de las guerrillas con respecto a la población civil debe prevalecer aún en situaciones de conflicto armado como el que tiene lugar en este momento en el Sur del Meta y el Guaviare", dice la organización humanitaria.
Es urgente un plan de contingencia para atender en forma efectiva y oportuna a las familias que ya han sido desplazadas en medio de este conflicto y proveer de alimentos y medicinas a los indígenas confinados en Mocuare, insiste CODHES, tras advertir que la atención humanitaria es un derecho que debe respetarse.
Entre tanto, la guerra sigue su curso. Los indígenas no pueden entrar ni salir de su propio territorio. Las Fuerzas Militares llegaron para quedarse, según dicen los oficiales. La guerrilla no va a abandonar la zona, dicen los comandantes a la gente confinada. Mocuare es un punto clave de la ofensiva del gobierno contra las Farc y de la decisión de resistencia de la guerrilla. Sólo que la población civil está atrapada en medio del fuego. Muy pocos saben lo que pasa o se atreven a recorrer el rio para acompañar a los indígenas en su esfuerzo tenaz por sobrevivir en medio de una guerra ajena que sucede en su territorio sagrado.
Notas de CODHES sobre la guerra invisible
- Resguardo Mocuare. Este resguardo, ubicado en la franja izquierda del Río Guaviare, en el sur del Departamento del Meta, jurisdicción del municipio de Mapiripán, se encuentra habitado en la actualidad por 104 indígenas del Pueblo Jiw. Aproximadamente 300 integrantes de este resguardo han sido víctimas de desplazamiento en los últimos años. Las 104 personas que quedan en el Resguardo se encuentran confinadas en una pequeña porción de su Resguardo, dado que la constante presencia de actores armados y la instalación de minas antipersonales y trampas impiden la movilidad y manejo autónomo de un territorio de cerca de 24.000 hectáreas legalmente tituladas al Pueblo.
Luego del desplazamiento masivo de los colonos que habitaban en la vereda Mocuare a principios del mes de agosto, los indígenas del Resguardo Mocuare han quedado aislados y en alto riesgo como consecuencia de los enfrentamientos que se desarrollan en proximidad a su territorio; desde donde además se producen los hostigamientos en contra de la Infantería de Marina, acantonada en el caserío abandonado, situado sobre la margen derecha del Río Guaviare.
- Resguardo Barranco Ceiba - Laguna Arahuato. Este resguardo, que fue abandonado casi en su totalidad en octubre de 2008, como consecuencia de un accidente con mina antipersonal en el que murieron dos menores indígenas, se encuentra ubicado en jurisdicción de San José del Guaviare, entre Puerto Alvira y Mocuare. A comienzos del 2010, un grupo de aproximadamente 80 indígenas de las etnias Jiw y Tucano Oriental, regresaron a este territorio, dada la escasa atención que recibieron mientras estuvieron desplazados. Ante la situación actual de la zona es necesario hacer seguimiento a estas familias que retornaron por sus propios medios, sin ningún tipo de apoyo institucional y en condiciones que no garantizan la seguridad para permanecer en condiciones dignas en el territorio.
- Grupo Jiw en situación de desplazamiento en Puerto Alvira. En la inspección de Puerto Alvira, en casas abandonadas por familias que también huyeron de la violencia, se encuentran ubicadas 212 personas (41 familias) del Pueblo Jiw, desplazadas desde octubre de 2008 del Resguardo Barranco Ceiba - Laguna Arahuato. Este grupo se encuentra en particulares condiciones de vulnerabilidad dada la escasa atención que han recibido por parte de las instituciones responsables de garantizar el goce efectivo de sus derechos. En las actuales circunstancias, la ocurrencia frecuente de hostigamientos y enfrentamientos en la inspección de Puerto Alvira hace necesario que se tomen las acciones necesarias para proteger a todos los pobladores de esta población, entre ellos a quienes se han ubicado allí en situación de desplazamiento.
[Fuente: CODHES, Mapiripán, Meta, 28ago10]
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