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26feb18
Combates y muertes reviven el temor de la guerra en Ituango
La sangre derramada por la guerra, aunque parecía que se detendría con el Acuerdo de Paz entre Gobierno y Farc, continuó su curso en Ituango, norte de Antioquia.
Esta vez, por cuenta de un enfrentamiento en las veredas Chontaduro y Cedral, este fin de semana, entre lo que sería un grupo de disidentes de las Farc y miembros del Clan del Golfo, que operan en esta zona de Antioquia y que mantienen su cruento pulso por el control territorial. El saldo; dos muertos y varios heridos en Chontaduro, y otro muerto en Cedral.
La situación se torna crítica, pues son nueve los fallecidos registrados en lo que va del año, según el alcalde, Hernán Darío Álvarez, quien destaca que la comunidad está "atemorizada" y "no accede a entregarle información al Ejército ni la Policía, por temor a la presencia de estos grupos".
Aunque este hecho se registró apenas este fin de semana, los asesinatos no son nuevos este año. Por ejemplo, el 27 de enero pasado, al parecer disidencias de las Farc, sacaron a dos personas de sus casas, y las asesinaron. En este caso se logró la identificación de una de las víctimas, quien respondía al nombre Dubán Erley Tobar, mientras que de la otra víctima solo se indicó que era oriunda de Santa Rosa de Osos.
En su momento, el personero de la localidad, Juan Carlos Cárcamo, dijo que hubo un consejo de seguridad para analizar qué medidas se tomarían al respecto, pero con lo vivido este fin de semana, parece que no se han dado los resultados esperados.
El alcalde hace una radiografía de lo que pasa. Comenta que hay Ejército y Policía en la zona, pero no parece suficiente, por lo que insiste en reforzar su presencia. La gente está atemorizada y los habitantes de esta vereda no quieren vivir lo que pasó en Cáceres, donde se registró un desplazamiento masivo, por cuenta de combates entre ambos grupos.
"Este el primer enfrentamiento entre bandas, los demás homicidios fueron a través de ataques sicariales, pero vinculados entre estos grupos", agrega Álvarez.
Las autoridades
Pese a los hechos, la Policía en Antioquia no se ha pronunciado frente a los combates. Lo único que se respondió desde la oficina de comunicaciones es que "por ahora no se han referido al tema".
Sin embargo, frente a los hechos registrados en enero pasado, la Séptima División del Ejército, que opera en el departamento, anunció que hacia esta zona se enviarían 500 soldados para reforzar la seguridad. En ese momento, el gobernador, Luis Pérez Gutiérrez, confirmó que las disidencias habían pintado grafitis con mensajes alusivos a los frentes 18 y 36 de las Farc y otros como "muerte a los paramiliatares".
Gustavo Duncan, profesor del Departamento de Gobierno y Ciencias Políticas de la Universidad Eafit, sostiene que estas son muestras de la lucha territorial que se vive en la región y que se hizo mucho más evidente tras la firma del Acuerdo.
"El gobierno tenía un plan listo para recuperar el territorio apenas se desmovilizaran las Farc, pero esta guerra de control territorial ha demostrado que no se ha cumplido", sostiene, al destacar que la lucha se da por "la coca sembrada".
Aumenta el temor
Aunque hasta el momento no se ha registrado ningún tipo de desplazamiento en Ituango, la alerta sí está encendida, sobre todo por lo que ha pasado en el municipio de Cáceres, donde en los últimos 30 días se ha contabilizado alrededor de 1.500 personas desplazadas, quienes fueron expulsadas de sus territorios por cuenta de los enfrentamientos entre ilegales. Una cifra que, según el Ministerio del Interior, no se registraba desde hace 14 años.
El fin de semana, el Gaula y y el Ejército lograron la captura de uno de los principales cabecillas de la banda criminal Caparrapos, la cual sería responsable del desplazamiento en Cáceres. Se trata de alias Mateo, quien se desempeñaba como líder urbano de esa organización.
"Se hará un dispositivo de la Fuerza Pública para garantizar protección a los ciudadanos del Bajo Cauca, será puesta en marcha en los próximos días. La Unidad de Víctimas desde el nivel Nacional manejará la ayuda humanitaria y se buscará garantizar la prestación de servicios básicos a esas personas desplazadas", expresó el ministro del Interior, Guillermo Rivera, tras un consejo de seguridad el pasado 20 de febrero.
Y esto es lo que espera el alcalde de Ituango, para evitar que sucedan hechos similares a los de Cáceres. Vale recordar que la Defensoría del Pueblo también identificó riesgo de desplazamiento en Caucasia y Tarazá.
Las alarmas seguirán encendidas hasta que los habitantes no se sientan seguros, por lo que ahora la tarea que deberá ser asumida por los gobiernos local, departamental y nacional, es garantizar la seguridad de la región, como lo reclaman las comunidades.
[Fuente: Por Richard Aguirre Fernández, El Colombiano, Medellín, 26feb18]
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