Este documento ha sido publicado el 02jun03 por el Equipo Nizkor y Derechos Human Rights
EQUIPO NIZKOR |
|
27may03
Continua aspersión indiscriminada con glifosato en el Magdalena Medio colombiano.
Campesinos del Municipio San Pablo comunicaron a Prensa Rural que durante los últimos días fueron fumigadas las veredas de Alto de Cañabraval, La Florida, Golondrinas, La Fría, Montecarmelo, Villanueva, La Unión y Caño Frío.
El 27 de mayo continuaban las aspersiones, desde cuatro avionetas escoltadas por seis helicópteros, en las veredas de los límites de las jurisdicciones de los Municipios de Simití y San Pablo. El hecho más grave sucedió en Alto de Cañabraval, donde incluso fue fumigado el acueducto veredal, según lo confirmaron los labriegos.
La Corporación Sembrar ha informado, basándose en versiones de los pobladores, que desde el día 26 de Mayo se viene desarrollando un fuerte operativo helicotransportado de la quinta Brigada del Ejército en el sur del Departamento de Bolívar y que en las veredas La Caoba, La Conformidad y El Progreso, del Corregimiento de Micohaumado, se encuentran unidades militares calculadas en 1000 hombres. Según los militares el operativo obedece a la intencionalidad de fumigar los Municipios de Santa Rosa del Sur, Morales, Arenal, Río Viejo y Montecristo. Con lo que se estaría fumigando la totalidad de los Municipios de la vertiente oriental de la serranía de San Lucas, y el Valle del Río Cimitarra, divisoria de aguas que caen sobre la cuenca del Río Magdalena.
La Asociación Campesina del Valle del Río Cimitarra - ACVC, informó a Prensa Rural que convocará a una reunión de campesinos afectados por la fumigaciones indiscriminadas en los Municipios de Yondó, Cantagallo y San Pablo y que "se está exigiendo al gobierno central el cese inmediato de las aspersiones, un proceso concertado de sustitución estructural de los cultivos de uso ilícito y una comisión interinstitucional que verifique los impactos de las fumigaciones del Plan Colombia, así como la presencia inmediata de los medios de comunicación oficiales y alternativos que testimonien la dramática situación del campesinado, silenciada totalmente hasta el momento" afirmaron.
El gobierno, por su parte, lleva a cabo una lluvia de fumigaciones en el Departamento de Nariño, anuncia la fumigación en los departamentos del eje cafetero colombiano, defiende la fumigación, mostrando cifras de reducción de los cultivos de coca en todo el país. El Ministro de Interior y Justicia, conocido por su locuacidad, ha dicho que en el Putumayo "no queda una hoja de coca", y ha pronosticado que la producción industrial de cocaína terminará este año. Hechos que contrastan con el aumento de la producción potencial de cocaína colombiana (839 toneladas métricas en el 2001, dato del TNI) y la baja en el precio al por menor al consumidor ($US 70 por gramo en el 2000 en Europa, dato del TNI). Algo anda mal, mientras tanto, que no llueva café.
[Fuente: Agencia Prensa Rural, Col, 27may03]
Este documento ha sido publicado el 02jun03 por el Equipo Nizkor y Derechos Human Rights