EQUIPO NIZKOR |
|
25may03
Fumigado el acueducto veredal de Alto Cañabraval.
El día sábado 24 de Mayo se registraron fumigaciones en los Municipios de San Pablo, Cantagallo, Simití, Santa Rosa y Morales en el sur del Departamento de Bolívar, como continuación de la campaña de fumigaciones iniciadas en las veredas del aledaño Valle del Río Cimitarra desde el viernes 23 de Mayo.
Las fumigaciones se vienen realizando de manera indiscriminada, según fuentes campesinas de la vereda Alto de Cañabraval, que añadieron que el acueducto veredal de esta localidad fue fumigado en su totalidad, lo que ha producido el corte de abastecimiento de agua potable para los habitantes de esta vereda. "Tres avionetas, acompañadas de 7 helicópteros artillados fumigaban no solo los cultivos de coca, sino también las fuentes hídricas, los cultivos de pancoger y la montaña", dijeron a Prensa Rural los campesinos.
Los campesinos de la región denuncian que viven una contradictoria situación, pues desde hace unos meses se viene implementando a través de una organización no gubernamental un programa de seguridad alimentaria, con dineros del Plan Colombia, "han repartido cerdos, gallinas y semillas, las cuales han sido sembradas y ahora fumigadas" afirmaron. Según versiones de los campesinos el gobierno viene utilizando la aceptación de las semillas y los animales como una forma de autorización de la comunidad a la erradicación violenta de los cultivos de coca.
El Valle del Río Cimitarra y el sur del departamento de Bolívar son subregiones de colonización del Magdalena Medio colombiano, de gran riqueza natural pero caracterizadas por la pobreza generalizada en la que viven sus pobladores. En la serranía de San Lucas se encuentran las reservas de oro con más potencialidad de América Latina. Los latifundistas, ganaderos, agroindustriales y narcotraficantes vienen haciendo una gran presión sobre las comunidades con el fin desplazarlas, para utilizar estos territorios en megaproyectos de explotación forestal, minería aurífera, cultivos de palma africana, ganadería extensiva e incluso la extensión de los cultivos de uso ilícito como la coca.
Según las organizaciones campesinas del Magdalena Medio, "las fumigaciones indiscriminadas de los últimos años han fortalecido la estrategia del desplazamiento forzado, son una política de fuerza que complementa otras estrategias de guerra sucia como el paramilitarismo. La erradicación violenta no obedece a ningún proceso de solución estructural al problema de los cultivos de coca. La solución pasa por la reforma agraria, por la inversión social en el campo, por un modelo de desarrollo que asegure el mercado interno a la producción campesina, tal y como lo han propuesto las comunidades campesinas de en las movilizaciones, marchas y éxodos campesinos de 1996 y 1998".
[Fuente: Agencia Prensa Rural Alto de Cañabraval, San Pablo, Col, 25may03]
Este documento ha sido publicado el 30may03 por el Equipo Nizkor y Derechos Human Rights