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01jun05


“Los detuvieron vivos y nos entregaron sus cadáveres”.


- Autoridades investigan circunstancias en que murieron tres personas: Eduard Tulio Gómez Gómez, de 19 años, Evert Papamija Benavidez, de 26, y Rómulo Rengifo Gómez, de 66. Sus familiares dijeron que ellos “fueron capturados vivos y al otro día sus cuerpos sin vida fueron entregados en el cementerio de Almaguer”.

Organismos de defensa de Derechos Humanos, Fiscalía General de la Nacional y la Defensoría del Pueblo entraron a investigar sucesos en los que tres personas murieron.

Según el Batallón de Alta Montaña Número Cuatro, “las bajas se produjeron en combates contra la columna Camilo Cienfuegos del Eln”, en zona rural de Almaguer, suroriente del Cauca.

Mientras tanto, los familiares de las tres personas que murieron dijeron que ellos “fueron capturados vivos y al otro día sus cuerpos sin vida fueron entregados en el cementerio de Almaguer”.

El Ejército anunció por su parte que se deberá esperar a que concluya la investigación. Sin embargo los oficiales al mando anunciaron que “presumimos de la buena fe las tropas y nos sostenemos en lo que reporta el boletín del 17 de mayo de 2005”.

La comunidad de Almaguer expresó su deseo de marchar para “manifestar el rechazo a la acción exagerada del Batallón de Alta Montaña, cosa que nunca sucedió con el José Hilario López o con la Policía, por lo que nos sentimos intimidados y con temor de regresar, y hasta es posible que se presente un desplazamiento masivo”.

Mientras el Ejército continúa las operaciones en contra de los grupos armados al margen de la ley, y los familiares de los tres fallecidos persisten en sus denuncias en las que señalan que sus familiares “no son guerrilleros”, los organismos encargados continúan las investigaciones.

En aras de la equidad El Liberal presenta las dos versiones, aunque en últimas habrá que esperar en qué termina la investigación hasta sus últimas consecuencias.

“Los capturaron vivos y nos entregaron sus cadáveres”

La comunidad de Almaguer, en general, y en particular la del corregimiento de Llacuanas, vereda El Altillo, manifestó su “rechazo por la manera irresponsable y arbitraria como el Batallón de Alta Montaña con sede en el corregimiento de Valencia, municipio de San Sebastián, sur del Cauca, ejerce su autoridad”.

La comunidad de Llacuanas señaló en un comunicado que “entre el 16 y el 21 de mayo del año en curso el Batallón de Alta Montaña Número 4 realizó operativos en el corregimiento de Llacuanas, dando muerte a tres campesinos llamados Eduard Tulio Gómez Gómez, de 19 años, Evert Papamija Benavidez, de 26, y Rómulo Rengifo Gómez, de 66”.

Los mencionados, agrega el comunicado, “fueron detenidos vivos por las Fuerzas Militares, argumentando ante sus familiares y varios testigos que los retenidos tenían cuentas pendientes con la justicia”.

A continuación se indica en el comunicado firmado por más de cien personas que “ los capturados fueron amarrados y conducidos en calidad de prisioneros, pero 24 horas más tarde el mismo Ejército ordenó a las autoridades competentes hacer el levantamiento de los cadáveres en la cabecera municipal (de Almaguer) y posteriormente entregarlos a sus familiares”.

Apunta la comunicación que “los cadáveres se encontraban con granadas, municiones, minas antipersonales, radios de comunicación y demás armas de uso privativo de las Fuerzas Militares”. Informaron “a sus superiores, comunidad en general y medios de comunicación que fueron dados de baja en combate tres integrantes de la guerrilla del Eln”.

Familiares de Eduard Tulio Gómez Gó­mez, Evert Papamija Benavidez y Rómulo Gómez Rengifo instauraron las denuncias verbales el 17, 18 y 24 de mayo, respectivamente sobre lo sucedido, ante el Personero Municipal de Almaguer, Dubán Muñoz Burbano.

Esas denuncias señalan lo siguiente:

“A las dos de la tarde detuvieron a Eduard Tulio Gómez Gómez en la Escuela de El Altillo. No me dejaron hablar con él. El Ejército dijo que les había quemado un tiro y le habían encontrado un revólver, además que tenía dos celulares y que se lo iban a llevar a Popayán. Dijeron también los soldados que le iban a respetar la vida y lo único que iban a hacer era llevarlo a la cárcel a Popayán. Nos hicieron retirar y ni siquiera nos lo dejaron ver. Hay varias personas que vieron cómo fue capturado estando vivo”.

Sigue la denuncia: “él tenía un revólver para rodear las fincas y por seguridad, aunque el arma no tenía permiso ni para porte ni para tenencia. él no perteneció ni ha pertenecido a ningún grupo. Estaba dedicado a la agricultura. Ni siquiera conocía de explosivos”.

Gómez Gómez murió de un disparo en la cabeza. Presentaba dos orificios: uno de entrada y otro de salida. Vestía una pantaloneta roja cuando lo entregaron a sus padres en el cementerio local de Almaguer, así lo confirmó el papá.

En la denuncia del 18 se indica: “íbamos por el camino que baja a la cabecera de Llacuanas a El Altillo, detrás de Evert Pa­pamija Benavidez. Los soldados nos alcanzaron y nos pasaron y en la Escuela de El Altillo tenían detenido a Evert. Eran dos los detenidos, el otro vestía pantaloneta roja. Lo sacudían y le exigían que entregara el revólver. Eran las 2:30 de la tarde. No hubo ningún enfrentamiento con fuerzas al margen de la Ley. él se ocupaba en desyerbar, moler caña y en diferentes trabajos del campo”.

El cuerpo de Papamija fue entregado en el cementerio de Almaguer a sus familiares. Presentaba tres disparos en la espalda.

“Bajas fueron en combate”, Ejército

En el comunicado de prensa número 10 del 17 de mayo de 2005 el Ejército informó:

“El Comando del Batallón de Alta Mon­taña Número 4 Benjamín Herrera Cortés, se permite comunicar a la opinión pública en general y a la comunidad del Macizo Central Colombiano del departamento del Cauca, que continuando con el desarrollo de la misión táctica 06, operación Gendarme, tropas de la Brigada 29 pertenecientes al Batallón de Alta Montaña Número 4, Compañía Ace­ro, en contacto armado con narcoterroristas de la cuadrilla Camilo Cienfuegos del au­todenominado Eln, fueron dados de baja en combate armado dos narcoterroristas de sexo masculino, quienes portaban un re­vólver calibre 38 marca Smith & Wesson, 21 cartuchos calibre 38 largo, un revólver calibre 32 marca Smith & Wesson, un cartucho calibre 9 mm, respectivamente. De igual manera en el sector se ubicaron tres artefactos explosivos (forma de cohete) y tres minas antipersonales por el sistema alivio de presión (minas quiebra patas) los cuales por medidas de seguridad fueron destruidos en el área en forma controlada. Los hechos se presentaron en la vereda Llacuanas, jurisdicción del municipio de Almaguer, Cauca”.

El comunicado, sin firma, está autoriza­do por el Comandante del Batallón de Al­ta Montaña Número 4 Benjamín Herrera Cortés, Teniente Coronel Javier Alonso Díaz Gómez.

Aunque se trató de ubicar al coronel Díaz Gómez en Popayán y en Valencia, Cauca, fue imposible, debido, según se informó, a que estaba “lejos de la línea telefónica y no podían llamarlo”.

El Liberal, sin embargo, se comunicó en Popayán con el Ejecutivo y Segundo Co­mandante del Batallón de Alta Montaña Número 4, Mayor, Pedro Prieto Bejarano, quien indicó que “lo sucedido es motivo de investigación”. Aseguró, no obstante, que “me ratifico en lo que dice el comunicado del 17 de mayo de 2005 con relación a las acciones en zona rural de Almaguer”.

Por su parte, el oficial de operaciones del mismo Batallón de Alta Montaña, Mayor, Elmer Guerra, afirmó desde Valencia, sur del Cauca, a través de la línea telefónica que “hay causales de justificación como son la legítima defensa, primero que todo”.

Explicó que “después de lo sucedido en la vereda Llacuanas se cumplió un Consejo de Seguridad en Almaguer con la presencia de la Defensoría del Pueblo y un Delegado de Derechos Humanos de la Presidencia de la República”.

Agregó además que “en el momento existe una investigación preliminar para saber qué sucedió”. Aseguró que “confío en los hombres y en el informe que llegó y me ratifico en él”.

Argumentó que “a veces por el afán de informar se cae en la desinformación. Aquí lo que sigue es un proceso justo. Un debido proceso. Existe una investigación dentro de los parámetros legales. No podemos decir mentiras. Se presume que se actuó de buena fe. Actuamos bajo unos principios constitucionales. Somos (el Ejército) una de las empresas más grandes del país”.

El Mayor Guerra, puntualizó, en relación con lo sucedido en Llacuanas, que “tengo conocimiento de que fue en combate”. Reiteró, no obstante, que “se debe esperar a que concluya la investigación”.

[Fuente: Diario El Liberal, Popayán, 01jun05]

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