EQUIPO NIZKOR |
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15may04
Persecución, Aniquilación Sistematica, Desplazamientos.
"Vivía yo tranquilo cuando me trituró, me agarró por la nuca y me descuartizó, hizo de mí su blanco; cercándome con sus saeteros, me atravesó los riñones sin piedad y derramó por tierra mi hiel, me abrió la carne brecha a brecha y me asaltó como un guerrero. Me he cosido un sayal sobre el pellejo y he hundido en el polvo mi hombría; tengo la cara enrojecida de llorar y la sombra me vela los párpados; aunque en mis manos no hay violencia y es sincera mi oración. ¡Tierra, no cubras mi sangre; tumba, no encierres mi demanda de Justicia!" Job 16, 12-18
Resumen
En desarrollo de aparentes actuaciones armadas contrainsurgentes continúa a través de la estrategia militar encubierta de tipo paramilitar la persecución , el exterminio y la aniquilación de pobladores civiles del Ariari; el pillaje, el saqueo de bienes de supervivencia, la posesión de tierras de los campesinos que han sido obligados a desplazarse por estas acciones de terror o en desarrollo de los combates entres "civiles" armados de la estrategia paramilitar que han coincidido con operaciones militares por tierra y aire de unidades militares adscritas al batallón 21 Vargas de apoyo contra las acciones militares de la guerrilla de las FARC EP.
Las retenciones, el bloqueo económico, las amenazas, las torturas, las detenciones arbitrarias, las desapariciones, son por centenares desde enero de 2002. Los asesinatos selectivos suman ya más de 200, a los que se suman los más recientes de José Paez (28-03-04), Teodoro (16-04-04), Vicente Silva (20-04-04) Natividad Gutierrez e Isidoro (30-04-04) y el saqueo, apropiación de bienes en Puerto Esperanza, tres meses después de su desplazamiento (06-05-04). Todos estos asesinatos, precedidos de tratos crueles e inhumanos, de intimidaciones, de detenciones ilegales y de desapariciones forzosas coinciden con estrictos controles militares por tierra, y la connivencia entre unidades paramilitares con la policía y el ejército y generaron el desplazamiento de más de 12 familias.
Desde febrero se incrementaron las ofensivas militares guerrilleras que se han desplegado desde las zonas montañosas hasta el casco urbano en Medellín del Ariari, atacado blancos militares de tipo paramilitar en los lugares medios y generando una respuesta militar combinada de efectivos regulares del batallón 21 Vargas e irregulares. (03-02-04; 26-03-04; 27-03-04; 15-04-04; 10-05-04)
En desarrollo de las ofensivas militares de los modelos de guerra estatal y guerrillero el número de desplazados forzosos se ha incrementado sustancialmente quiénes se han alojado en los cascos urbanos de El Castillo, Medellín del Ariari, Villavicencio y Bogotá. En las acciones armadas se ha infringido el Derecho Humanitario por parte del Estado y de la guerrilla de las FARC - EP pues se ha puesto en peligro la vida e integridad personal de los pobladores civiles.
La crisis de Derechos Humanos es sistemática en el Ariari, las actuaciones institucionales inexistentes para actuar frente a las estructuras armadas encubiertas, la impunidad es absoluta y la crisis humanitaria se profundiza debido a las actuaciones militares en desarrollo de las estrategias armadas estatales y guerrilleras, el silencio cuando no la distorsión mediática de los hechos es absoluta, las propuestas de la población civil no escuchadas por la comunidad solidaria y muy poco resonadas por la comunidad internacional.
Detalles
Martes 03 de febrero, hacia las 8:00 horas, guerrilleros de las FARC -EP atacaron los campamentos de los "civiles" armados de la estrategia armada encubierta, ubicados en la parte alta del municipio El Castillo, en los alrededores de las veredas Caño Embarrado y Campo Alegre, pertenecientes al corregimiento de Puerto Esperanza. Las unidades paramilitares respondieron al ataque y una hora más tarde se presentaron operaciones de refuerzo del Batallón 21 Vargas de la Brigada VII aeronaves de la Fuerza Aérea Colombiana, junto con el avión fantasma, contra blancos guerrilleros.
Durante más de cinco días se mantuvieron contactos armados de manera esporádica.
Lunes 22 de marzo en horas en la madrugada soldados del Batallón 21 Vargas se acamparon enfrente de las casas de la calle principal de Medellín del Ariari, en los alrededores y la puerta de enfrente de la escuela "Jorge Eliécer Gaitán", allí permanecieron hasta las 10:30 horas, cuando los niños y niñas, se encontraban en sus actividades escolares desde las 7:00 horas
En el casco urbano de El Castillo, unidades militares detuvieron un vehículo de un poblador a quién obligaron a transportar equipos de intendencia y unidades militares hasta la escuela donde se encontraban los demás militares. Luego de unos minutos los efectivos regulares se retiraron del lugar.
Los "civiles" armados de la estrategia paramilitar permanecieron en el casco urbano y a la vista de las autoridades militares sin que se hubiera presentado reacción alguna.
Viernes 26 de marzo, hacia las 7:00 horas, guerrilleros de las FARC EP atacaron los campamentos de los "civiles" armados de la estrategia paramilitar, ubicados los caseríos de La Cima, La Esperanza, El Retiro y La Floresta, pertenecientes al corregimiento de Puerto Esperanza, municipio de El Castillo.
Inicialmente se presentaron contactos armados en respuesta con los guerrilleros de las FARC EP. Posteriormente, a las confrontaciones se unieron ataques aéreos con seis helicópteros, los cuales ametrallaron indiscriminadamente varias viviendas, donde aún habitaban algunos pobladores y en los filos en donde se encontraba la guerrilla.
Sábado 27 de marzo, durante el día continuaron los combates por tierra en los caseríos de Caño Embarrado y La Floresta, perteneciente al corregimiento Puerto Esperanza y cercanías de La Macarena, pertenecientes al corregimiento de Medellín del Ariari, municipio de El Castillo.
Debido a los enfrentamientos de La Floresta, 12 familias se desplazaron forzadamente, una de ellas al iniciarse los enfrentamientos hacia el casco urbano de Medellín del Ariari, mientras que las demás se dispersaron en los alrededores; dos familias de la Vereda Caño Embarrado, también se vieron obligadas a desplazarse.
Domingo 28 de marzo, hacia las 10:00 horas, en la entrada al casco urbano del municipio El Castillo, "civiles" armados de la estrategia armada encubierta de tipo paramilitar, retuvieron a José Yimir Paez a quien amarraron en el lugar conocido como Puente Uruimes, lo amenazaron de muerte y lo maltrataron verbal y psicológicamente .
José Yimir estaba acompañado de su madre, ella, al ver lo que sucedía, se dirigió al casco urbano en busca de personas que lo conocieran y desmintieran los señalamientos de ser miembro de la guerrilla de las FARC EP.
Hacia las 21:00 horas llegó hasta el lugar, una camioneta marca Toyota, tipo estacas, a la cual lo subieron forzosamente, diciéndole a su mamá "en ocho días se lo entregamos".
En horas de la noche, a la zona de combates del día anterior, ingresaron unos 10 camiones con unidades militares de la Brigada VII, al lado de los lugares de presencia de "civiles" armados de la estrategia paramilitar.
Una vez terminados los enfrentamientos, en horas de la madrugada, del lunes 29 de marzo, los camiones con el personal volvieron a salir.
Miércoles 31 de marzo, el cadáver de José Yimir Paez fue hallado en las riberas del río Ariari, en el lugar llamado La Playa, cerca del casco urbano del municipio de Granada.
El cuerpo sin vida de José Yimir permaneció en el sitio donde lo dejaron, sin que se practicara por parte de las autoridades el levantamiento respectivo.
Martes 13 de abril, hacia las 6:00 horas, se montó un retén por parte de dos hombres armados en la vereda Malabar, al parecer guerrilleros de las FARC EP. Allí detuvieron los ocupantes de un vehículo.
Miércoles 14 de abril, desde las 6:15 horas y hasta las 8:00 horas, aproximadamente, guerrilleros de las FARC EP realizaron un retén a las afueras de Medellín del Ariari, en el lugar llamado "el Botadero". En el lugar, los guerrilleros dejaron un comunicado donde denunciaron, según ellos, las personas que financian y / o son informantes de los paramilitares de los municipios de Granada, Lejanía, el Dorado, San Martín y El Castillo.
Simultáneamente, entre las 8:00 horas y las 10:00 en cercanía de la vereda de Caño Claro se presentaron contactos armados entre guerrilleros del las FARC EP que atacaron a los "civiles" armados de la estrategia armada encubierta de tipo paramilitar.
Jueves 15 de abril, hacia las 13:30 horas se presentaron enfrentamientos entre la guerrilla de las FARC EP y el ejército en inmediaciones del casco urbano de El Castillo, en el colegio "Ovidio Decroly".
De acuerdo con los testigos, en el contacto armado participaron como apoyo "civiles" armados de la estrategia armada encubierta de tipo paramilitar, l Castillo. El avión fantasma de la Fuerza Aérea Colombiana ametralló el entorno, afectado varias casas de pobladores de la periferia del casco urbano del Castillo, en cercanías al río La Cal, hacia donde supuestamente se habían dirigido los guerrilleros.
Viernes 16 de abril, hacia las 13:00 horas fue asesinado en su vivienda por paramilitares el campesino de nombre Teodorohabitante del caserío Caño Claro. La víctima fue encontrada con un disparo detrás en el odio izquierdo en el sitio conocido como El Barranco en el río La Cal.
Sábado 17 de Abril, hacia las 18:00 horas, "civiles" armados de la estrategia armada encubierta de tipo paramilitar, unos vestidos de civil y otros con prendas de uso privativo de las fuerzas militares, patrullaron los alrededores y las calles del casco urbano de Medellín del Ariari, durante toda la noche, mientras que tropas de el Ejército se encontraba ubicadas a menos de siete minutos en la vía que conduce de Medellín del Ariari a El Castillo, en el caserío conocido como Malabar, ocupando varias casas donde viven campesinos de la vereda.
Martes 20 de Abril, "civiles" armados de la estrategia armada encubierta de tipo paramilitar desaparecieron al campesino Vicente Silva poblador de Medellín del Ariari, cuando se encontraba trabajando en su finca a las afueras del casco urbano, al lado del cementerio.
Familiares de Vicente al no explicarse el motivo de su tardanza fueron a buscarlo a la finca de trabajo. Al llegar al sitio en horas de la tarde se encontraron con dos paramilitares a los que le preguntaron por el paradero de Vicente, ellos les dijeron que no sabían nada. Sin embargo, entre el cultivo de maíz escucharon gritos de quejidos de una persona.
Miércoles 20 de abril desde tempranas horas de la mañana la familia de Vicente continúo la búsqueda sin hallarlo. En la tarde se dirigieron hasta el paradero de carros que viajan a El Castillo en donde se encuentran los paramilitares al mando de un alias conocido como "Zapata". El paramilitar respondió: "Yo no se nada, no puedo darles información de este señor, sigan buscando haber si lo encuentran".
Jueves 22 de Abril hacia las 7:00 horas, una hija de Vicente fue de nuevo donde los paramilitares para preguntarle por el paradero de su padre, pero estos se negaron a darle razón alguna. Horas después un grupo de personas continuo la búsqueda y hallaron en las riberas del río Cumaral, el cuerpo sin vida de Vicente, al parecer recién asesinado con dos impactos de bala en la cabeza.
Viernes 30 de Abril, hacia las 19:00 horas, cinco "civiles" armados y uniformados pertenecientes a la estrategia armada encubierta de tipo paramilitar, llegaron hasta la casa de los esposos Isidoro y Natividad Gutierrez, ubicada en la vereda Caño Claro, Municipio El Castillo.
Los paramilitares entraron por la fuerza a la vivienda y amarraron a la pareja, los sacaron de su casa y los obligaron a dirigirse hacia el camino real, allí los golpearon, los ultrajaron, y le propinaron dos disparos a cada uno en la cabeza.
Los cuerpos sin vida fueron hallados el sábado 1 de Mayo con signos visibles de torturas en sus cuerpos.
El levantamiento de los cadáveres se realizó en la tarde y sus cuerpos sin vida llevados al casco urbano de El Castillo donde le realizaron la necroscopia. Debido a la presión paramilitar en el casco urbano de El Castillo, los cuerpos fueron enterrados en Villavicencio a pesar de la presencia policial y militar.
Debido a la serie de asesinatos selectivos de los campesinos de la vereda Caño Claro estos se desplazaron hacia Medellín del Ariari y otros a Villavicencio
Sábado 1 de mayo, los "civiles armados de la estrategia paramilitar llegaron a la casa del asesinado Teodoro, la saquearon y luego quemaron todas sus pertenencias.
Sábado 6 de mayo a las 10:00 horas, dos camionetas en las que se transportaron varios "civiles" armados de la estrategia paramilitar, llegaron hasta el Caserío de Puerto Esperanza, -del que su habitantes fueron desplazados forzosamente desde el 13 de Febrero por los paramilitares - violentaron las puertas de la caseta comunal, sacaron las sillas, el equipo de sonido, el envase de gaseosa y cerveza. Posteriormente, pasaron a la escuela "El Encanto" sustrajeron los computadores, la bibliotecas, los muebles. Todos los bienes hurtados los subieron a los camiones.
A las 13:00 horas, los camiones partieron hacia Medellín del Ariari y luego en dirección al poblado El Dorado.
1° Lunes 10 de mayo, desde las 4:30 horas, en los caseríos La Macarena y El Jardín guerrilleros de las FARC- EP atacaron campamentos de los "civiles" armados de la estrategia paramilitar quiénes se atrincheraron en las casas de los campesinos. Los miembros de la guerrilla se replegaron hacia la parte alta montañosa.
Durante 13 horas duraron los enfrentamientos, los que obligaron al desplazamiento de 13 familias.
De acuerdo con testigos, a eso de las 15:00 horas en el puente conocido como Caño Embarrado, los paramilitares tomaron posesión de una casa donde ubicaron varios cuerpos sin vida de sus compañeros
Martes 11 de Mayo en horas de la mañana llegaron al casco urbano de Medellín del Ariari nuevas familias.
Lineas de Interpretación
La connivencia del ejército nacional, de unidades de policía con los "civiles" armados de la estrategia armada encubierta de tipo paramilitar en los cascos urbanos de El Castillo y Medellín del Ariari es evidente. Los "civiles" armados de la estrategia armada encubierta de tipo paramilitar que están posesionados en los cascos urbanos de Medellín del Ariari y el Castillo, prestan apoyo logístico, vehículos, motos y radios de comunicación a las unidades militares del Batallón XXI Vargas. Ahora se denominan Bloque Centauro, hace menos de un mes como de las "Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá", ACU y realizan acciones de control sobre la población, de su movimiento y de sus alimentos, en los retenes que instalan a las salidas.
El uso de bienes civiles y la obligación a civiles en operaciones militares de apoyo, los colocan en riesgo, mucho más en un contexto de ofensivas militares de la guerrilla de las FARC-EP. El ejército está utilizando vehículos civiles y de uso público para transportarse. Se ubican en casas y establecimientos públicos, como restaurantes, panaderías, tiendas, discotecas.
Las actuaciones conjuntas militares ante los ataques de la guerrilla contra blancos militares de tipo paramilitar ha sido constatado.
Los "civiles" armados de la estrategia paramilitar se han apoderado de unas 30 hectáreas de tierra, propiedad de un anciano de 75 años de edad a quien los "civiles" armados amenazaron de muerte y lo obligaron a desplazarse hacia Villavicencio. Esta finca se encuentra ubicada a la salida del casco urbano de Medellín del Ariari y en ella los "civiles" armados han sembrado pasto para la implementación de potreros de ganado.
El modo de operación a través de estructuras armadas criminales abiertas y encubiertas, los blancos de violaciones de derechos humanos, expresan que estamos ante una actuación sistemática de persecución, de aniquilación, de destrucción de la población civil del Ariari.
La presencia guerrillera de las FARC EP de décadas atrás en esta región del departamento del Meta se ha usado como pretexto de la persecución y el exterminio de pobladores civiles que han tenido algún tipo de liderazgo comunitario o que por vivir en zonas medias y altas no controladas por las estructuras armadas paramilitares se les concibe como guerrilleros.
Las actuaciones institucionales reflejan la connivencia, la comisión por omisión, la anuencia y la actuación articulada de estructuras regulares e irregulares en un propósito inconfesable, la imposición de un modelo de sociedad y de vida ligado a formas de explotación territorial intensiva, a la destrucción de modos de vida y modos de organización disfuncionales al progreso y a modelos de seguridad "militar" restrictivo de los derechos y las garantías de los pobladores.
La inacción del aparato judicial que abrigó en la impunidad los crímenes cometidos en centenares de atentados, asesinatos, desapariciones forzadas y otras violaciones de derechos humanos desde la década del 80, hoy sigue propiciando la repetición de horrendos crímenes que hieren la conciencia moral de la humanidad en una ofensiva que no cesa. Territorios abandonados, dinámicas de control sobre las poblaciones sustentadas en el terror, en la seducción de la ley del más fuerte, en el uso del poder económico, hoy hacen del Ariari una región donde la muerte se destila por todas partes, donde el terror es el viento que circula en su geografía.
La impunidad ha posibilitado la repetición de dolorosos y repudiables hechos de décadas atrás. La ausencia de investigaciones oportunas, la ausencia de sanciones y la ausencia de una reparación integral propiciaron que las estructuras criminales se hayan posesionado de la vida, de los bienes que durante años posibilitaron que campesinos sin tierra lograran vivir dignamente.
Centenares de violaciones de derechos humanos, de crímenes de lesa humanidad se pretenden ocultar a través de la negación de la verdad real vivida por los familiares de asesinados y desaparecidos y por más de 700 familias desplazadas en los dos últimos años en desarrollo de estrategias contrainsurgentes regulares e irregulares.
En desarrollo de estrategias de guerra de guerrillas en las últimas semanas las FARC EP han adelantado operaciones armadas contra blancos militares legítimos de "civiles" armados dentro de la estrategia de tipo paramilitar. En respuesta se ha percibido el apoyo militar de las estructuras regulares del Batallón 21 Vargas de la Brigada 7 y de la Fuerza Aérea Colombiana en las acciones de respuesta. En medio de estas ofensivas y contra ofensivas se han infringido normas del Derecho Humanitario, lo que ha generado desplazamiento de los pobladores que en sus caseríos se resistían a salir.
La desolación, el desarraigo, la desterritorialización el abandono de miles de tierras cierran el círculo de la tragedia que se padece en el Ariari desde hace dos años, a la que hoy se suma, la de los habitantes de Caño Claro, La Macarena y El Jardín, la seguridad "democrática" ha propiciado la más profunda inseguridad humana, la consolidación del control parainstitucional a través de la persecución y aniquilación sistemática de pobladores.
A las sorderas institucionales, a la actuación omisiva y a la participación cómplice se une, tal vez sin querer, tal vez hastiados de la barbarie, tal vez por la desesperanza, el silencio de la solidaridad y la negación a la mínima indignación, arando en el mar, puchos de campesinas y de campesinos construyen propuesta de vida y de dignidad que pocos quieren escuchar.
Bogotá, D.C 15 de mayo de 2004
Comisión Intereclesial de Justicia y Paz
Este documento ha sido publicado el 07jun04 por el Equipo Nizkor y Derechos Human Rights |