EQUIPO NIZKOR |
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07ago04
Los asesinatos y las amenazas continúan en San José de Apartado.
La Corporación Jurídica Libertad se permite denunciar las nuevas acciones de terror y muerte que se ejercen en contra de la Comunidad de San José de Apartadó:
1. El día 23 de julio, hacia las 10 a.m., el señor Wilmar Durango se encontraba en la Terminal de Transporte Público y manifestó a varias personas de la comunidad, que estaban allí esperando carro para subir a San José, que estaban buscando el momento para asesinar o judicializar a los líderes; que él personalmente estaba haciendo parte de todo eso y que lo tuviera bien claro la gente, que podían hacer las denuncias que se quisieran, que todas le llegaban a él y solo le daban risa ya que él trabajaba con el ejército y por eso no le podían hacer nada porque la fiscalía lo había limpiado de todo. Después de decir esto, nombró los líderes y acompañantes con quienes iban a comenzar.
2. El día 24 de julio el señor Wilmar Durango envió dos cartas a la comunidad; en ellas acusaba a los líderes y acompañantes de trabajar con la guerrilla y de haber planeado asesinatos. En los diferentes espacios de interlocución adelantados con representantes autoridades estatales insistentemente hemos solicitado que ante el cúmulo de denuncias que la Comunidad de Paz ha presentado públicamente en contra de estas persona que actúa a nombre de los paramilitares se inicien las actuaciones penales pertinentes sin que hasta la fecha exista el más mínimo interés por parte del gobierno nacional para solicitarle a la Fiscalía General de la Nación para que inicie estas acciones, o incluso la actitud de este órgano de investigación quien acude a los espacios de interlocución no ha asumido una actitud seria y responsable para actuar penalmente en contra de quien en su condición de integrante de un grupo paramilitar viene adelantando acciones criminales en contra de la Comunidad de Paz.
3. El día 30 de julio a las 6 p.m. en el barrio Mangolo, ubicado en la salida de Apartadó en la vía hacia San José, fue asesinado el señor Leonel Sánchez Ospina de 54 años en momentos en que bajaba de San José en su camioneta. El señor Sánchez Ospina transportaba y vendía en San José agua en bolsas. Un grupo de paramilitares con arma corta y de civil lo hicieron bajar de la camioneta y lo llevaron a un lado de la carretera donde lo asesinaron.
4. El día 31 de Julio paramilitares amenazaron a las personas que subieron la gasolina para la planta eléctrica que se utiliza en el curso de la Universidad que se está desarrollando actualmente. Los paramilitares afirmaron que dicha gasolina era para la guerrilla. El mismo día, hacia las 2 p.m. en el retén de la Balsa, miembros del ejército preguntaron por esa misma persona, diciendo que tenían información de que trabajaba para la guerrilla.
5. El día 2 de agosto hacia las 12 del día un grupo de paramilitares reunió en el Terminal de transporte de Apartadó a varias personas de San José; y les dijo que iban a comenzar de nuevo un bloqueo contra la h.p. comunidad, que todavía no habían podido acabar con esa comunidad pero que de nuevo iban a ver si cerrándoles los espacios para ver si aguantaban. Además dijeron que tenían localizados a los líderes y lo único era decidir si se les mataba en San José o donde dieran oportunidad. Amenazaron con que si se sabía matar a los líderes que eran, se podía desestabilizar la comunidad y así se tomarían San José y que por ello no se afanen con los muertos que se están dando y se van a dar.
6. El día 3 de agosto hacia las 7 p.m. fue asesinado el señor Joaquin Rodríguez David en el barrio San Fernando de Apartadó, por parte de paramilitares que tenían arma corta y vestían de civil. El señor Rodríguez David vivía en la Victoria una vereda ubicada entre Apartadó y San José, allí tenía una tienda. Cuando lo asesinaron dijeron que ya habían comenzado con lo sentenciado.
7. El día 6 de agosto hacia las 8 a.m. los paramilitares mandaron decir con un conductor de servicio público al conductor de un camión con madera que se encuentra en San José que tenía que llevarles la madera. De lo contrario, entraban ellos a San José por la madera y lo asesinaban. También amenazaron al resto de los comerciantes que trabajan en San José.
Indudablemente se evidencian las acciones de muerte contra la comunidad y los asesinatos confirman las amenazas. De nuevo comienza el bloqueo hacia la comunidad y el plan de extermino contra líderes y acompañantes de la comunidad, manifestado anteriormente por paramilitares y confirmado por los militares. Pese a que el Estado colombiano ha asumido ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos el compromiso de garantizar la vida e integridad personal y los derechos civiles y políticos de los habitantes de San José de Apartadó y a pesar de que la Corte Constitucional en sentencia T 327 de 2004 le ordenó al comandante de la Brigada XVII del Ejército Nacional, general Pauxelino Latorre darle efectivo cumplimiento a la resolución de medidas provisionales dictadas por el órgano jurisdiccional interamericano; las acciones de terror adelantadas en contra de la comunidad evidencian la falta de voluntad política para respetar este proceso comunitario y la responsabilidad por vía de acción u omisión con relación a los mismos, puede predicarse de diferentes autoridades oficiales.
Agosto 7 de 2004
Corporación Jurídica Libertad
Este documento ha sido publicado el 18Ago04 por el Equipo Nizkor y Derechos Human Rights |