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02jun17
Confirman que los restos inhumados hace 31 años no eran los del magistrado Julio César Andrade
Quince meses después de que exhumaran los restos que supuestamente correspondían al magistrado auxiliar Julio César Andrade, víctima de la toma y retoma del Palacio de Justicia en noviembre de 1985, la Fiscalía y Medicina Legal le confirmaron a la familia que las pruebas de ADN muestran que no es su ser querido. Que el cuerpo que enterraron hace 31 años no era el del magistrado Andrade. Este caso se suma a la larga lista de errores que cometieron las autoridades en el levantamiento y posterior entrega de los cuerpos calcinados por el fuego del holocausto, pues se hizo sin protocolos rigurosos y en medio del caos que dejó el atentado.
Julio César Andrade era magistrado auxiliar de Dante Luis Fiorillo Porras, magistrado de la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia. Según documentos y registros históricos de la toma a manos del M-19, fue encontrado calcinado en el patio interno del Palacio de Justicia y sin "acta de reconocimiento". Luego de la retoma por parte de los militares, su hijo Gabriel Andrade, que entonces tenía 17 años, reconoció a su papá por un pedazo de cédula que encontró al lado de un cuerpo envuelto en una bolsa plástica.
Este caso es uno más dentro de la larga lista de errores que la Fiscalía ha intentado enmendar desde 2014, luego del fallo de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) en el que condenó al Estado colombiano por la desaparición y tortura de por lo menos 11 personas.(Lea:Los muertos equivocados del Palacio de Justicia)
El ente investigador ha exhumado 25 cuerpos de quienes murieron en la toma del Palacio de Justicia, para hacer pruebas de ADN e identificarlos plenamente. Sólo ha sido posible establecer la identidad de 16 personas y ocho ya han sido entregados a los familiares. A esta ardua labor, se suman las exhumaciones de una fosa común en el Cementerio del Sur de Bogotá, donde fueron a parar varias cajas con restos de víctimas del holocausto en 1998, por orden militar.
El fallo de la Corte IDH, junto con el informe de la Comisión de la Verdad, dejó al descubierto los errores garrafales que se cometieron en 1985 al entregar los restos de algunas víctimas. Malos protocolos de necropcia, errores en el lavantamiento e identificación de los cuerpos, y el hecho de que militares lavaran el piso del Palacio cuando todavía estaban los cuerpos calcinados de varias personas, son algunos de ellos.
En el caso de la familia del magistado Andrade, tres días después de la toma, Medicina Legal les entró un cofre y les aseguró que eran los de Julio César Andrade, pero les advirtió que no podían abrir ese cofre. Cumplieron con la instrucción pero desde ese entonces tenían la duda de si en realidad habían enterrado a su ser querido.
Este jueves 1º de junio, las autoridades les confirmaron que no es a Julio César Andrde a quien enterraron en Barranquilla ese noviembre de 1985. La nueva duda que las autoridades deben resolver es quién es realmente la persona enterrada en la tumba de Andrade. (Lea: Aparecieron los restos de Emiro Sandoval, víctima del Palacio de Justicia)
La familia del magistrado auxiliar le había pedido a la Fiscalía que exhumara sus restos. Lo hizo luego de enterarse de que había sido creado un equipo de investigación que pretendía identificar plenamente más de 100 cuerpos de personas que murieron en el holocausto.
En medio de este proceso, se descubrió el caos de los muertos extraviados del Palacio de Justicia. En el caso del magistrado auxiliar Emiro Sandoval, por ejemplo, Medicina Legal entontró que en su tumba estaban enterrados los de dos persona diferentes. Que en el caso del magistrado Pedro Elías Serrano, su familia habría enterrado los restos de una mujer; y que los restos de Cristina Guarín y Luz Mary Portela habían reposado desde hacía 31 años en las tumbas de otras dos víctimas de la toma y retoma del Palacio de Justicia.
La Fiscalía ya logró encontrar y entregar a las familias los restos del magistrado Sandoval, de Luz Mary Portela, Cristina Guarín y las otras dos mujeres: Marina Isabel Ferrer y Libia Rincón. Los retos de la Fiscalía son aún mayores. Además de identificar plenamente los 25 cuerpos exhumados, todavía hace falta encontrar los restos del magistrado Pedro Elías Serrano, el del magistrado auxiliar Julio César Andrade, el de Carlos Rodríguez y Bernardo Beltrán .
[Fuente: El Espectador, Bogotá, 02jun17]
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