EQUIPO NIZKOR |
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Junio de 2005
Carta a Ricardo Lagos.
Señor Presidente
de la República de Chile
Ricardo Lagos
PresentECAM área derechos humanos, desea manifestarle nuestra preocupación por la situación que vive un grupo de jóvenes nacidos a la vida política y social en un escenario histórico de extrema violencia y terrorismo de Estado a partir del golpe militar de 1973. Jóvenes idealistas que no conocieron la vida en democracia y contribuyeron con los medios que tuvieron a su alcance para derrotar la dictadura por todas las formas de lucha.
Muchos de ellos fueron torturados, perseguidos, exiliados de su suelo, sin poder elegir su destino como ciudadanos soberanos.
Con la llegada de la transición democrática y ante las dificultades de nuestra transición política, frente a los amarres institucionales heredadas del régimen dictatorial y la persistencia de graves problemas sociales, estos jóvenes reprimidos por el Estado chileno, continuaron en la búsqueda de una sociedad más justa y de una vida más digna y soberana.
Lejos de buscar la comprensión de este fenómeno histórico y político para integrarlos a la vida democrática, se les criminalizó y persiguió, encarceló y trató sin consideraciones por sus derechos individuales.
Ello ocurría en el mismo momento en que los agentes de la dictadura, violadores de los Derechos Humanos, eran dejados en la más absoluta impunidad.
Para estos jóvenes, hoy prisioneros políticos hace ya casi diez años o más en algunos casos, el Estado creó una Cárcel de Alta Seguridad que los aisló de sus familias y de la sociedad, con un régimen de extremo rigor, ante lo cual sólo con sucesivas y largas huelgas de hambre, consiguieron ser escuchados por la autoridad mejorando un poco su calidad de vida. Han sido juzgados paralelamente tanto por la justicia militar como por la civil, se les aplicaron "leyes especiales" para terroristas que su mismo creador, el Sr. Francisco Cumplido, ha declarado posteriormente son improcedentes en sus casos. Se les ha condenado a penas altísimas, a todas luces excesivas si se les compara con el tratamiento dado a los pocos militares que han sido condenados.
Se les ha dificultado sistemáticamente el derecho a acceder a la libertad condicional y beneficios carcelarios. Se empleó con ellos la tortura física y sicológica para extraerles confesiones y luego se les aplicó el mismo tratamiento en represiones carcelarias. Nunca tuvieron el "debido proceso” y tampoco se les brindó defensa jurídica oportuna.
Han pasado ya diez años o más de rigor carcelario. Creemos que el Ejecutivo, el Legislativo y los tribunales de Justicia deben tomar cartas en el asunto.
Altos representantes de la Iglesia chilena ya se han manifestado a favor de una solución jurídico-política, lo mismo han hecho connotados políticos que no comparten ni las ideas ni las formas de lucha de estos prisioneros políticos. Hoy es tiempo de abrir las puertas al futuro y escuchar sus voces. Aún es tiempo Solicitarle que en lo inmediato utilice su facultad de indulto para poner lo más rápidamente posible en libertad imediata de todos los presos políticos en nuestro país, Y al mismo tiempo, queremos llamar su atención y la de toda la dirigencia política nacional sobre el tema de la prisión política en Chile.
Ha llegado el momento de que Ud finalmente escuche esta demanda a nivel internacional para trabajar con visión de futuro, de una vez por todas, a cerrar las terribles heridas que aún causan dolor a la patria chilena.
Es necesario emplear todos los medios políticos y jurídicos para lograr la libertad de los presos políticos que aún quedan en nuestro país.
Asimismo, estimamos que es un deber de las autoridades encontrar una solución para los centenares de ex presos políticos que se hallan sometidos al control de las Fiscalías Militares. Solicitamos a Ud. abrir un espacio de diálogo para hacer esto posible. Atentamente,
Amsterdam, Países Bajos Junio del 2005
Victor Lizperguer
Documentalista área DD.HH.ECAM Equipo de Comunicación Audiovisual Móvil área Derechos Humanos para América Latina
Este documento ha sido publicado el 11jul05 por el Equipo Nizkor y Derechos Human Rights |