Este documento ha sido publicado el 08jun03 por el Equipo Nizkor y Derechos Human Rights
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06jun03
El TCL traerá efectos desastrosos para la equidad social, económica, empleos, salarios y medio ambiente.
Luego de 14 rondas de negociaciones entre las partes se suscribió este viernes en Miami el acuerdo que, según analistas, es la "iniciativa estrella" del gobierno de Ricardo Lagos, pues podría acelerar el crecimiento económico, pero que paralelamente entregara al país en bandeja de plata a la primera potencia económica y militar del
Según el reconocido economista chileno Hugo Fazio, "con el tratado se profundizaran desequilibrios económicos y se acentuaran las desigualdades con la metrópoli".
La incertidumbre y los gritos de desespero por el compromiso comercial se escuchan mas fuertes en la pequeña y mediana empresa nacional (PYMES), toda vez que solo algunas cuentan con la capacidad para competir en el mercado externo.
De acuerdo con Fazio, tras el TLC, las PYMES enfrentaran una mayor competencia y con productos a precios inferiores a los propios. Tal suceso incrementara la perdida de plazas de trabajo y disparara el desempleo estructural.
A la vista, se trata de economías radicalmente distintas, con intereses, diríamos, hasta antagónicos. Un acuerdo con la primera potencia mundial sólo aumentará las diferencias por mucho que el discurso oficial se esmere en presentar lo contrario, dijo, por su parte, el comentarista Paul Walder.
Sostuvo que "nuestra condición de país exportador de materias primas y mano de obra barata -y, por cierto, necesariamente iletrada- se profundizará aun cuando algunos indicadores puedan en algún momento gozar de ciertos avances".
En este mismo escenario, la directora de la Alianza Chilena por un Comercio Justo y Responsable, Coral Pey, denunció que la entrada en vigencia del TLC "nos traerá efectos desastrosos para la equidad social, económica, empleos, salarios y medio ambiente".
Para Pey, la negociación del convenio no se consultó con ninguno de los sectores de la sociedad y se realizó en forma autoritaria de acuerdo con los intereses de los inversionistas extranjeros y grandes exportadores.
Chile se verá obligado por la firma del acuerdo a liberalizar el mercado de capitales eliminando la actual taza de encaje que se aplica a los dineros especulativos para evitar la fuga, agrego la timonel de Alianza.
Aclaro que eliminar la tasa de encaje deja a este país en una situación muy vulnerable a los vaivenes de las crisis internacionales.
En tal sentido, recordó que fue esa medida la que protegió la economía chilena ante la crisis del peso mexicano en 1995.
Durante su reflexión, Pey también señalo que, contrariamente, el TLC estipula el derecho del inversionista extranjero a demandar indemnizaciones, hasta un año después de la implementación de leyes de interés público, si considera que están en peligro sus posibles ganancias.
Hizo hincapié que el actual acuerdo reforzará el patrón exportador basado en materias primas y recursos naturales, con bajo valor agregado.
Al abordarse el tema desde la perspectiva política, analistas tienen en cuenta las recientes tensiones ocurridas a raíz del conflicto militar en Iraq y como se retraso la firma del TLC cuando Chile no apoyo una iniciativa de Washington respecto a su intervención bélica.
Sectores de izquierda y movimientos contra la globalización neoliberal consideran que con el tratado se pierde soberanía, autodeterminación y se "norteamericaniza" la sociedad.
En un comunicado, la ATTAC-Chile estima que con "el TLC se hipotecan los destinos de Chile, se mutilan nuestros derechos como nación soberana y se somete a la economía chilena a los designios de los grandes capitales estadounidenses".
Este acuerdo, puntualiza,"es un adelanto de lo que el belicista George W. Bush (presidente de Estados Unidos) pretende aplicar a toda América Latina con el ALCA".
[Fuente: Osvaldo Cardosa Carmona, Portal de Negocios, Santiago de Chile, Chl, 06jun03]
Este documento ha sido publicado el 08jun03 por el Equipo Nizkor y Derechos Human Rights