04jun03

---

A 30 aņos de la dictadura militar aún no hay voluntad de impartir justicia

---

A 30 aņos de la dictadura militar constatamos que aún no hay voluntad ni condiciones para impartir justicia y reparar el daņo causado a las víctimas de las violaciones a los derechos humanos, salvo en casos especiales que se han denominado discriminatoriamente como emblemáticos.

Las declaraciones vertidas por la UDI, respecto del tema de los Derechos Humanos, son inmorales, descaradas y vergonzosas dado el rol asumido por esa colectividad en la dictadura militar en el apoyo irrestricto y en algunos casos de participación directa en las violaciones a los derechos humanos que se cometieron en dicho período. El fin último de estas iniciativas es intentar cerrar la deuda moral y de justicia que se le debe al país y especialmente a los familiares de las víctimas de dichas violaciones a cambio de dinero. La inclinación por la impunidad ha sido una política constante y perseverantemente majadera para proteger a los violadores de los DD.HH. e impedir la justicia.

La deuda pendiente que hay en nuestro país no sólo debe contemplar los casos de Detenidos Desaparecidos y Ejecutados Políticos, sino que también a los casos de tortura, presos políticos, exiliados, exonerados políticos y cientos de personas que aún no pueden regresar al país por tener condenas o procesos pendientes en las fiscalías militares.

Ninguno de los gobiernos Concertacionistas ha hecho los esfuerzos por solucionar los temas de fondo y exigir a las FF.AA. que entreguen la información y asuman su responsabilidad en el genocidio cometido. El cierre de las heridas pasa necesariamente por la justicia y decisiones políticas, la indiferencia del gobierno de Lagos respecto de este tema ha quedado al desnudo frente a los últimos acontecimientos, la falta de una política responsable ética y jurídica reflejan un notable distanciamiento con este problema político y social. La impunidad con que se favoreció a Pinochet con el concurso de la voluntad del Presidente Lagos y de los partidos de la concertación son una muestra elocuente de esta realidad. Asimismo, la ausencia de este tema en el discurso del 21 de mayo no hace mas que confirmar esta voluntad política de mantenerse al margen, favoreciendo con ello la impunidad.

Después de doce aņos de gobiernos concertacionistas, sigue pendiente el tema de Justicia Militar, sigue vigente el decreto ley de amnistía, sigue pendiente la demanda por la justicia respecto de las graves violaciones a los derechos humanos, sigue pendiente la justa reparación a todas las víctimas, sigue la cohabitación institucional con los responsables políticos de esta criminalidad contra la humanidad, pero también sigue en pie y con la fuerza necesaria la voluntad de las organizaciones de Derechos Humanos y de las organizaciones de las víctimas para no dejar espacios a la impunidad.

[Fuente: Organización de Defensa Popular, Santiago de Chile, Chi 04jun03]

Este documento ha sido publicado el 16jun03 por el Equipo Nizkor y Derechos Human Rights