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08sep15
Un tributo tardío: Roberto Kozak -el "Schindler chileno"- se va con el agradecimiento de agrupaciones de DD.HH.
Puso en peligro su vida y la de sus cercanos. Vio cara a cara a Manuel Contreras para poder sacar del país a miles de personas cuya vida corría peligro durante la dictadura militar. A los 73 falleció Roberto Kozak, su nombre nunca sonó fuerte, porque no buscaba el reconocimiento, sólo salvar al projimo.
Así como trabajó, se fue. En silencio. A los 73 años y con una mochila de nombres de personas a las que les salvó la vida, Roberto Kozak, el "Schindler chileno" falleció en su natal Buenos Aires. Vivía en Chile desde hacía varios años, pero su final lo encontró en donde se le vio nacer. Su apodo no es gratuito: durante la dictadura sacó del país a más de 30 mil personas perseguidas por el régimen. Nunca pidió nada.
El entonces director del Comité Intergubernamental Para Las Migraciones Europeas (CIME), Roberto Kozak, usó su puesto en la ONU para liberar y sacar del país a miles de personas, por el riesgo de ser víctimas de una "desaparición". Nunca pidió nada, pero hace menos de un mes, el Congreso chileno le otorgó la nacionalidad por gracia, como un gesto a su invaluable obra.
El hombre que vio cara a cara a Manuel Contreras fue cremado en Buenos Aires y sus cenizas serán esparcidas en Chile. En entrevista con Cambio21 -seguramente la última que concedió a un medio nacional hace 10 días- ya había hecho un balance de su trabajo y nos confesó que no podía decir "misión cumplida", pensando en la gente que no pudo salvar. Aún así, su fallecimiento no dejó indiferente a los actores que hoy defienden los derechos humanos y compartieron palabras en su memoria.
Tributo
En contacto con nuestro medio, el diputado y víctima de la dictadura militar, Sergio Ojeda (DC), decidió rendir un homenaje en la memoria de Kozak, por su obra y reconociendo la falta de memoria del país para retribuir el trabajo de los civíles que se opusieron al régimen.
El diputado dijo a nuestro medio: "le rindo un especial tributo, por el coraje, la valentía y el sentimiento humano, más allá de su propia seguridad que brindaron para darle a la gente, en materia de derechos humanos, en momentos en que la dictadura no hacía diferencia de nadie y nada (...) hubo mucha gente como Roberto Kozak que trabajaron, se esmeraron y lograron salvar mucha gente, por eso le aprobamos su nacionalidad por especial gracia".
"La reivindicación o la reparación de los daños en materia de los derechos humanos, no sólo está dada en la parte pecuniaria, en dar plata, sino que también hay que hacerlo en el sentido de reivindicar y valorar el nombre de las víctimas y de quienes fueron verdaderos defensores de los derechos humanos. Esa parte nos falta", agregó.
Tras su mea culpa, el diputado destacó que, al menos, el homenaje a su persona llegó en vida. "Lamentable que haya fallecido, pero afortunadamente se alcanzó a rendir un tributo por el Estado, con el máximo reconocimiento que se le puede hacer a un extranjero, que es la entrega de la nacionalidad por especial gracia. Tenemos la tranquilidad de haberlo reconocido en vida".
El lobby positivo
Por su parte Alicia Lira, presidenta de la Agrupación Nacional de Ejecutados Políticos, lamentó el deceso de Kozak, pero destacó que al menos se le haya reconocido en vida su obra durante la dictadura militar, aunque acusó que, seguramente, fue gracias al lobby de organizaciones de derechos humanos sobre parlamentarios.
"Sin desmerecer el reconocimiento que hace el congreso, como familiares de víctimas, no nos extraña que en temas de verdad y justicia los parlamentarios han sido muy mezquinos. Y hoy vemos que en 25 años de democracia, de justicia en lo medida de lo posible, pienso que muchas organizaciones o autoridades del gobierno deben haber gestionado y hecho lobby para hacer este reconocimiento. De una cosa tenemos certeza: nunca nace de ellos reconocer la tragedia que vivió este país para hacer verdad y justicia", acusó Lira.
La activista agregó que "estas personas fueron tan importantes, tan valiosas, cuando en el país vivíamos el terror día a día, tratando de mantener la vida, porque una de las cosas más peligrosas era resistirse a la dictadura cívico-militar, y ver que personas como Roberto Kozak, que hoy están en el anonimato, salvaron y protegieron muchas vidas, sino habría sido muchas más las víctimas y las muertes. Lamentar y esperamos que a parte de la entrega del reconocimiento que tuvo en vida, que tenga muchos más aunque haya muerto".
"Aquellas personas que se la jugaron, pusieron en peligro todo, su vida, su familia, por el amor al prójimo, a la vida y por el odio a la injusticia y terrorismo de Estado que vivimos aquí", concluyó.
El martes 8 de septiembre se realizará un responsó a las 11.00 horas en honor de Roberto Kozak en la Parroquia San Francisco de Sales (Vitacura).
Posteriormente sus cenizas -fue cremado en Buenos Aires- serán esparcidas en Chile de acuerdo a su voluntad.
[Fuente: Por Nicolás Borcoski, Cambio21, Santiago de Chile, 08sep15]
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