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15sep06
En Chile liberan bajo fianza a tres militares uruguayos
La Corte de Apelaciones de Santiago liberó ayer bajo fianza a los tres militares uruguayos extraditados a Chile en abril por su vinculación con el crimen en Montevideo de Eugenio Berríos, un agente de la dictadura del general Augusto Pinochet, informó el tribunal.
La octava sala del tribunal fijó una caución de 950 dólares para el coronel retirado Tomás Casella, el coronel en actividad Wellington Sarli y el capitán Eduardo Radaelli.
Tras el pago, los tres militares quedarán en condiciones de abandonar el complejo nuclear del Ejército chileno, donde permanecían detenidos desde el pasado 18 de abril.
Los tres militares fueron sometidos a juicio en Chile por su participación en el secuestro y asesinato de Berríos, un químico que trabajó para los servicios secretos de la dictadura de Pinochet (1973-1990).
Berríos huyó a Uruguay en 1991 para evadir un juicio por asesinato, pero escapó de los militares chilenos que lo custodiaban y pidió ayuda a la policía uruguaya, que lo devolvió a sus custodios en noviembre de 1992.
Desde entonces se perdió el rastro del agente, hasta que su cadáver apareció a comienzos de 1995 en una playa 30 kilómetros al este de Montevideo, con varios impactos de bala. Se estima que la muerte ocurrió entre marzo y junio de 1993.
Varios militares chilenos, entre ellos un capitán que fue guardaespaldas de Pinochet, se encuentran procesados por el asesinato de Berríos, con la complicidad de los tres militares uruguayos, según el juez Alejandro Madrid, que sustancia la causa.
El juez Madrid solicitó también el desafuero de Pinochet, quien según el testimonio del general retirado Hernán Ramírez Rurange, quien fuera jefe de la inteligencia militar, habría ordenado la eliminación de Berríos.
Por otra parte, el polémico ex coronel Gilberto Vázquez, procesado esta semana por violaciones a los derechos humanos durante la dictadura uruguaya (1973-1985), ratificó la existencia de la denominada "Operación Zanahoria" que eliminó los restos de los desaparecidos.
En el marco de la causa por la desaparición de la docente Elena Quinteros en 1976, Vázquez ratificó ante el juez Juan Carlos Fernández Lecchini que en 1984 y 1985 se desenterraron los restos de los desaparecidos de dos cuarteles, para luego ser quemados en tanques y arrojar las cenizas a una cañada.
[Fuente: Clarin, Bs As, Arg, 15sep06]
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