Una democracia involucra aspectos sociales, económicos, culturales y ambientales. Por lo tanto, el modelo neoliberal de integración económica imperante a nivel mundial atenta, a nuestro juicio, contra la democracia y la gubernalidad, pues no toma en cuenta los estragos sociales, ambientales y culturales que su funcionamiento produce llevando a miles de millones de seres humanos a la exclusión y al límite de la sobrevivencia.
Los firmantes hemos estado involucrados activamente en nuestros respectivos países en el esfuerzo por formular un marco que coloque los derechos de los trabajadores, indígenas, campesinos, consumidores, mujeres, así como la protección del medio ambiente en el centro de la agenda para una efectiva integración nacional e internacional. Las políticas de apertura comercial desreguladas no constituyen este marco.
Por el contrario, en todos estos procesos comerciales vemos con preocupación que se están excluyendo progresivamente los derechos laborales y ambientales. Es extremadamente grave que se siga recurriendo a soluciones de mercado, basadas en políticas de privatización y desnacionalización de nuestras riquezas básicas.
Asimismo, es inaceptable que un grupo reducido de empresas multinacionales dominen la economía mundial, fuera de control de ningún gobierno sobre ellas.
Rechazamos la brecha creciente a nivel mundial entre los beneficiarios ricos de la integración desregulada y el número creciente de pobres (358 personas en el mundo obtienen ingresos acumulados superiores a 2.300 millones de personas) cuyos empleos están siendo desplazados o eliminados y cuyos salarios, derechos y medio ambiente están siendo deteriorados.
Es hora de rescatar una dimensión ético política crecientemente oscurecida en los últimos años por la lógica reduccionista del mercantilismo financiero internacional, siendo ello un claro ejemplo de ingobernabilidad e insustentabilidad a largo plazo.
Es por ello que les instamos a aprovechar esta ocasión para estudiar esta propuesta que se basa en los principios de un comercio justo y sustentable, un consumo consciente, un respeto a la diversidad, como bases para una verdadera integración iberoamericana:
En razón de lo anterior, creemos que las tareas del momento son:
1. Crear mecanismos de control democrático hacia las inversiones y el funcionamiento de las empresas transnacionales
2. Asegurar y garantizar - como minimo - la vigencia efectiva de los derechos laborales reconocidos internacionalmente, adecuando la legislación nacional a sus principios.
3. Reconocer y fortalecer los derechos indígenas a la tenencia de la tierra y a la diversidad cultural.
4 Hacer efectivamente operativa la Convención Internacional de los Derechos del Niño y la Niña, donde los Estados trabajen para superar la situación de millones de niños en la calle, como también de los millones de niños que deben trabajar en condiciones inhumanas
5.Reafirmar el principio de que una democracia debe asegurar la igualdad de géneros como elementos fundamentales, evitando la feminización de la pobreza.
6. Avanzar hacia un nuevo marco de relaciones económicas y ecológicas a nivel internacional para asegurar que el comercio y la inversión sirvan para promover el desarrollo equitativo y sustentable.
7. Velar por la sustentabilidad de los modelos de desarrollo a través de una voluntad política más decisiva para fiscalizar un buen manejo de los recursos naturales, tomando en cuenta las generaciones futuras.
8. Elaborar un plan de disminución progresiva de los gastos militares en América Latina, invirtiendo esta suma en programas sociales, ambientales, culturales y en políticas de paz.
Asimismo, manifestamos las preocupaciones de la sociedad civil en referencia a:
apoyar los procesos de pacificación en Colombia, Guatemala y México;
los procesos que los jueces españoles llevan adelante contra personas con mando militar, que resulten máximos responsables de crímenes cometidos contra la humanidad; y
rechazar la ley Helms-Burton, ya que su aplicación sólo ahoga aún más al pueblo cubano
Considerando lo anteriormente planteado, hemos iniciado un proceso de discusión desde las sociedades civiles de los países miembros de la comunidad iberoamericana cuya reflexión y síntesis se las haremos llegar a esta cumbre, para su incorporación en las discusiones oficiales.
Finalmente, exhortamos a que se incorpore a la comunidad en forma real y decisiva, cuestión que esta lejos de ocurrir con los procesos de integración actuales.
Equipo Nizkor - España.
Euroamer - Argentina.
Fundación Presidente Allende - España.
OSPAAAL (Organización de Solidaridad con los Pueblos de Asia, Africa y América Latina), de España.
Fundación Latinoamericana por los Derechos Humanos y el desarrollo Social (FUNDALATIN), de Venezuela.
Jóvenes Acción Ecológica, de Ecuador.
PACS, de Brasil.
Oficina para la Región Andina, Consejo Nacional de Iglesias de Cristo en Estados Unidos.
Proceso de Sao Paulo, de Brasil.
Red Chile de Acción por una Iniciativa de los Pueblos, RECHIP, de Chile.
Red Juvenil Latinoamericana para un desarrollo Sustentable, REJULADS, de Uruguay.
Instituto de Ecología Política, de Chile.
Taller Piret, de Chile.
Servicio Chileno Cuáqueros, de Chile.
CODEPU, Comité de Defensa de los Derechos del Pueblo, de Chile.
Red Mexicana de Acción frente al Libre Comercio (RMALC), de México.
Centro de Desarrollo Regional(CDR), de Bolivia.
Pan para el mundo - Chile
Red de hermandad y Solidaridad con Colombia
Paz con Dignidad, de España
Fundación Manuel Azaña, de España