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13sep07
Los actos de violencia callejera se produjeron en al menos a una docena de comunas perífericas.
Si durante el día la conmemoración del 11 de septiembre de 1973 fue relativamente tranquila -en el centro de Santiago hubo 32 detenidos por desórdenes-, por la noche grupos de vándalos sembraron el terror y se "tomaron" la periferia de la capital.
Allí dispararon armas de grueso calibre y atacaron con bombas molotov a Carabineros, instalaron barricadas incendiarias, cortaron el tránsito, robaron vehículos tras asaltar a sus conductores, interrumpieron la electricidad con cadenazos y saquearon diversos locales comerciales.
A diferencia de otros "11", los incidentes no se focalizaron en lugares habituales como Villa Francia, Lo Hermida, Cerro Navia o La Victoria, sino que se extendieron a una docena de comunas periféricas. Chilectra informó que 105 mil hogares estaban sin luz a la medianoche.
"Ha sido una noche muy difícil", admitió la intendenta Adriana Delpiano tras visitar, esta madrugada, a los 22 carabineros heridos en las refriegas.
Los más graves eran el cabo primero Cristián Vera Contreras, quien anoche estaba con muerte cerebral tras recibir un impacto de bala en su cabeza; el capitán Julio de la Fuente Hernández, quemado con ácido en el rostro; y el cabo segundo Waldo Aránguiz Valenzuela, herido a bala en un hombro.
El general Patricio Reyes, jefe de la Zona Metropolitana Oeste, dijo que "me llamó la atención" el alto poder de fuego de los vándalos. Según Delpiano -que aseguró que pronto se anunciarán medidas para el control de armas-, se trata de "lumpen que, amparado en la oscuridad, ha disparado a mansalva".
Por la mañana, el fuerte dispositivo policial instalado en torno a La Moneda impidió que se registraran mayores disturbios e inconvenientes.
Ráfagas y miras láser
Cerca de la medianoche, en La Pincoya, el bus táctico blindado 197 de Fuerzas Especiales realizaba su tercera incursión entre fogatas y cadenazos. Pero esta vez no eran piedras las que golpeaban su carrocería. Desde ese momento, como en otras partes de la capital, sufrió ataques con ráfagas de subametralladora, bombas de ruido, perdigones e incluso quedó con miguelitos en una rueda trasera. Los vándalos, además, hacían blanco con puntos de mira láser en el vehículo, donde "El Mercurio" realizó un recorrido de 13 eternos minutos.
Pero el panorama de tiros y bombazos no dominaba sólo el sector norte de Santiago. También en Villa Francia, la población Santo Tomás y La Victoria los carros policiales fueron recibidos con fuego de fusil, según el oído experto de los carabineros.
Además, se sintieron detonaciones de escopetas de repetición y armas semiautomáticas.
[Fuente: El Mercurio, Santiago de Chile, 13sep07]
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