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20may15
Brasil firma 35 acuerdos con China por un valor de 53.300 millones de dólares
Brasil acaba de entrar de lleno en recesión y China, que aún crece al 7%, es el mejor aliado de la presidenta Dilma Rousseff: la mandataria y el primer ministro chino Li Keqiang han firmado este martes en Brasilia 35 acuerdos comerciales por valor de 53.300 millones de dólares, todo un balón de oxígeno para las cada vez más austeras finanzas brasileñas.
El proyecto estrella es una gran vía transoceánica que unirá el Atlántico y el Pacífico para comunicar Brasil con la costa de Perú. El objetivo es que productos como la carne y la soja -algunas de las principales exportaciones de Brasil- lleguen antes a los mercados asiáticos, porque las mayores regiones productoras están en el trayecto de ese futuro tren.
La vía sería una alternativa a los largos viajes en barco que atraviesan el canal de Panamá, que de facto está bajo la influencia de Estados Unidos. El proyecto aún está en fase embrionaria y los tres países involucrados empezarán a trabajar ahora en los estudios de viabilidad. A pesar de las dudas sobre el presupuesto, que podría llegar a los 12.000 millones de dólares, el interés de las dos potencias emergentes en esta nueva ruta comercial es manifiesto, como ha dejado claro Rousseff: "Un nuevo camino hacia Asia se abrirá para Brasil", ha prometido la presidenta.
La otra gran beneficiada de la visita de Keqiang ha sido Petrobras, el antiguo buque insignia de la economía brasileña en horas bajas por culpa del monumental escándalo de corrupción que destapó la Operación Lava Jato. Con dificultades para financiarse en buenas condiciones en el mercado la compañía ha tenido que renunciar a muchos programas de expansión, pero ahora recibirá 7.000 millones de dólares procedentes de China que ayudarán a revitalizar sus cuentas.
Se ha llegado a acuerdos en todos los ámbitos: China se ha comprometido a comprarle a Brasil 40 aviones de Embraer y 24 barcos, a colaborar en el sistema que vigila la Amazonía vía satélite y a poner en marcha una planta siderúrgica en el estado de Maranhão. Incluso se ha firmado un convenio para que 40 atletas brasileños de tenis y bádminton se entrenen en China de cara a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro del año que viene.
La ayuda del gigante asiático llega en un momento clave para Rousseff, justo cuando el Congreso Nacional está debatiendo el alcance de esta nueva era de austeridad que se abate sobre el país. A lo largo de esta semana el Gobierno brasileño anunciará un recorte en los presupuestos generales de 2015 que podría llegar a los 26.580 millones de dólares, según dio a entender este lunes el ministro de Economía, Joaquim Levy.
"China y Brasil han desempeñado un papel destacado en la construcción de un nuevo orden global, esta asociación es particularmente importante en el año en el que las Naciones Unidas cumplen 70 años", ha asegurado Rousseff, que también ha avanzado que el año que viene viajará a China en visita oficial para encontrarse con el presidente Jin Xinping. El primer ministro chino ha anunciado la firma de un Plan de Acción Conjunta para que ambos gobiernos busquen nuevas líneas de comercio. El objetivo es aumentar el intercambio bilateral hasta los 100.000 millones de dólares en 2021, un aumento del 20% del comercio en los próximos cinco años.
[Fuente: Por Juan Rojo Gual, Río de Janeiro, El Mundo, Madrid, 20may15]
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