Habla el general (RE) SUÁREZ MASON :

"Nunca fui blando"


Este reportaje lo reproducimos porque permite analizar el cinismo de un asesino genocida al que se le han imputado más de 435 delitos por parte de la justicia. En el reportaje aparece en forma transparente su pensamiento antisemita en un párrafo que hemos señalado, usando el típico argumento nazi del poder mundial de los judios. Él se compara con Hitler en su propia conducta. Muchos creían que estaba muerto e incluso se dudo en incluirlo en algún procedimiento penal por considerar que esta versión era verdad. El resto del valor lo dan sus "anédoctas" envenadas sobre el comportamiento de algunos políticos argentinos de la época y, especialmente, su opinión sobre la actuación del partido comunista argentino. Su sentido del deber y el ocultamiento sistemático de la verdad hacen recordar a otros casos similares en la historia. Este documento debe servir para analizar la importancia de la justicia en una sociedad donde el ocultamiento de la verdad es la base del discurso histórico

Gregorio Dionis

Equipo Nizkor


Ex jefe del Primer Cuerpo de Ejército, a cargo de la mayor cantidad de centros clandestinos de detención. Lo acusaron de 635 delitos. Era considerado un "halcón" entre los generales duros del Proceso. Nunca había hablado hasta ahora.

Corría 1984, gobernaba Raúl Alfonsín (69). "Yo no voy a ser el pato de la boda", dijo Carlos Guillermo Suárez Mason (72), alias "Pajarito", y voló a tierras lejanas. Mandó al diablo a las cédulas judiciales y a sus superiores. Rompió filas porque no soportó desfilar ante la Justicia. Tres años después fue detenido por Interpol en Foster City, a 32 kilómetros de San Francisco, en los Estados Unidos.

Y en 1988 fue traído al país para ser juzgado por 43 asesinatos y 24 secuestros que la Cámara Federal estimó suficientemente probados, entre los 635 hechos delictivos en los que fue involucrado por los testimonios de ex detenidos desaparecidos. El general que estuvo al frente de la represión en la zona más densamente poblada del país, desde enero de 1976 hasta 1979, guardó silencio hasta hoy. Ni siquiera habló el Día de los Inocentes de 1990 cuando Carlos Menem (66) -vía indulto- lo rescató para siempre de la causa 450, un catálogo del horror que tenía entre los personajes centrales al hombre que ahora extiende la mano y dice secamente "pase".

Se lo ve ágil para su edad, ofrece café y ordena en voz baja: "Siéntese".

Por primera vez en su vida conversar mano a mano con un periodista. Y jura que será la última. Porque Suárez Mason desprecia profundamente a los periodistas, casi sin excepciones, y lo hace saber. "Ahora son grandes censores, se lo pasan escribiendo estupideces sin conocerme. En los momentos duros, dónde estaban?".

En los momentos duros, Suárez Mason fue el más duro entre los duros. Un halcón. "Yo fui un general duro porque no admitía transacción, nunca fui un blando". Lo dice con cierta nostalgia.

Por estos días, Suárez Mason pasea por Buenos Aires sin sobresaltos, va al supermercado con su esposa, practica gimnasia tres veces por semana y nadie lo conoce. El miércoles 25 de septiembre visitó San Nicolás donde rezó frente a la Virgen del Rosario, junto a otros 150.000 feligreses. Nadie lo reconoció. Es más, muchos creen que está muerto. Pero no. Ahora va a hablar.


Historia.

Antes que nada, Suárez Mason quiere enmarcar el tiempo en que le tocó actuar. El desarrollo de las guerrillas en Latinoamérica. Los años '70. Montoneros y ERP. "Y vinieron los decretos. Esos decretos dicen aniquilar... y además, se crea el Consejo de Defensa Nacional para aniquilar la guerrilla. Y no dice "aniquilar la guerrilla", sino "'aniquilar a sus componentes". Así, y varias veces.

Y es lo que hicieron (N. del R: habla en tercera persona). Ahora usted me va a decir, ''claro, pero hubo excesos''. La guerra no tiene excesos. La guerra es un juego en el que gana el más violento.

Noticias: Y usted a qué llama excesos?

Mason: Por ejemplo, al haber detenido gente sin comunicarlo. Hubo 10.000 presos que pasaron por las cárceles. Algunos quedaban y los largaron al final. Yo nunca mandé, a fusilar a alguien. A algunos los eliminamos. Eso está más o menos claro. Le repito, pasaron 10.000 por las cárceles. .

Noticias: Pero la mayoría estuvo en centros ilegales.

Mason: No, no eran ilegales porque esos lugares estaban autorizados.

Noticias: Autorizados por quién?

Mason: Por el respectivo comando.

Es decir, él mismo. El comando del Primer Cuerpo de Ejército respondía a Suárez Mason y aunque en los centros clandestinos actuaban desde gendarmes a policías de la Federal, todos estaban bajo la responsabilidad del militar, a quien admiraban.

Mario Villani (52), quien estuvo detenido en cinco centros desde 1976 a 1981, confiesa que conversó en dos ocasiones con Suárez Mason en el campo El Olimpo, ubicado en Ramón Falcón y Olivera, barrio de Floresta.


Miedos.

Simpática y servicial, Angélica Alais de Suárez Mason, "Lita" para su esposo, irrumpe en el living con café, y galletitas. Las deposita sobre la mesa y desaparece por el pasillo. "No peleamos con un enemigo tradicional -explica el general, mojando una galletita en el cortado-, no fue como en Malvinas. Acuérdese de los ataques a personas inocentes. Yo ni en mi casa estaba tranquilo. Mi familia sufrió mucho. En ese tiempo, usted podía ser un guerrillero, venía a mi casa con la excusa de entrevistarme y me dejaba una bomba."

Noticias: Y ahora anda tranquilo por la calle?

Mason: Sólo una vez un tipo me insultó. Y yo le contesté. Pero en la calle le pasan cosas a todo el mundo y todos los días. Por qué no habría de pasarme a mí? No, no le tengo miedo a nada.

Para sorpresa del cronista, Suárez Mason no tomó ninguna medida de seguridad, ni siquiera chequeó la identidad de su visitante. Previo un llamado telefónico, al día siguiente abrió la puerta de su casa con la lógica de la paz de estos tiempos. El militar confía en el resto de los mortales, como si no tuviera memoria.

Como si estuviera inmune a los zarpazos de la historia.

Noticias: Me sorprende su inconsciencia. Usted no me conoce, podría haberle mentido... Y si en lugar mío viniese otro haciéndose pasar por periodista y sacara un revólver para volarle la cabeza?

Miró como si no entendiera. Escuchó por segunda vez la pregunta, meneó la cabeza y sonrió: "Son cosas del destino, un día mataron a mi custodia porque se confundieron de auto. Si no, no contaba el cuento".


Logias, drogas y gasoil.

Con la Vuelta de la democracia y con Suárez Mason con paradero desconocido, la prensa comenzó a publicar su historia. La justicia italiana encontró en la Casa de Licio Gelli, el máximo jerarca de la Logia Propaganda Due, una lista de nombres donde figuraba el militar argentino.

Suárez Mason niega lazos profundos. "Lo conocí porque me lo envió Perón, que por otra parte lo condecoró, para intercambiar información."

También se mencionó que el ex titular del Primer Cuerpo de Ejército mantuvo una ligazón con militares bolivianos vinculados al narcotráfico. En 1981, retirado del Ejército, Suárez Mason

presidió YPF. Guillermo Patricio Kelly (75), entre otros, lo denunció por haber vaciado la empresa en sólo ocho meses. "YPF se endeudó porque Economía pedía prestamos a través de YPF, y ese dinero nosotros no lo veíamos", se ataja Mason y ataca a Kelly: "Es un hombre que no merece respeto, más ahora que está al servicio de los judíos".

Noticias: Logias, drogas, dineros mal habidos por qué aparece en todos lados?

Mason: Cómo por qué? No entiendo qué me quiere decir.

Su esposa, de paso para la cocina se detiene. "Perdón, yo sí lo entiendo. Acá pasa todo por él sabe por qué? Porque él se fue y todos aprovecharon para cargarle los hombros". La señora

desaparece nuevamente y Suárez Mason manotea la idea que quedó flotando: "Cuando me fui les dije a mis generales que usaran mi ausencia para descargar las cosas que quisieran, algunos se fueron de boca, pero la mayoría no lo usó abusivamente".

Sin embargo, muchos uniformados y civiles que merodean las Fuerzas Armadas le endilgan una fortuna asombrosa.

Noticias: Dónde invierte sus dineros?

Mason: Dese vuelta. ve ese juego de comedor? Lo heredé de mi madre. Esos cuadros, el de la gitana y ese otro, son de un pintor uruguayo, Devita. No valen más de doscientos dólares cada uno. Esa virgen fue pintada en Ecuador en 1822. Lo pagué 300 dólares. Pero venga, mejor sígame.


Cuatro ambientes.

Suárez Mason se incorpora y avanza hasta el pasillo. Cuando va a trasponer la puerta del living nota que camina solo. "Le dije que venga", insiste. Abre una puerta.

"Mire el baño". Sigue por el pasillo. Abre otra puerta: "Este es mi dormitorio", dice mostrando una cama matrimonial desarreglada frente a un televisor de 20 pulgadas. No acepta el pudor de visitante. "venga, venga. Esa otra es la pieza donde duerme mi hijo cuando viene y ahí está el lugar donde leo", dice señalando una pequeña habitación que oficia de escritorio. "Le parece que teniendo millones de dólares seguiría viviendo en este departamento? Se dicen muchas mentiras", rezonga el general sin esperar respuestas. El departamento (130 m2) está en un sexto piso de un edificio de sesenta años. De vuelta al living parece satisfecho, como si fuera un agente inmobiliario a punto de vender la propiedad. "Y también tengo un auto que el otro día me lo rompió mi hijo. Jamás me metí un centavo ajeno en el bolsillo." En su declaración patrimonial espontánea, Suárez Mason señala que el único ingreso es la pensión como viuda que percibe su esposa, ya que -a los fines administrativos- el Ejército considera a los dados de baja como muertos.

Ese ingreso representa un 75% de lo que gana un general en actividad. "Son unos dos mil pesos", afirman a dúo.

Suárez Mason fue dado de bajo del Ejército Argentino en abril de 1984. La medida se fundó en "la situación de rebeldía" en la que incurrió el militar al no presentarse a las reiteradas citaciones de la Justicia y del Consejo Supremo de la Fuerzas Armadas.

Segúnn Mason, cuando lo extraditaron fue reincorporado a la actividad para ser juzgado y, por lo tanto, recuperó su categoría. Pero en el departamento de Prensa del Estado Mayor General del Ejército aseguran que está dado de baja, por lo cual hay que tratarlo como a un civil.

Como la mayoría de los civiles argentinos, Mason sostiene que sufre en su propio cuerpo la epidemia social que castiga a dos millones de nativos. Dice que está desocupado. "Quisiera trabajar, en cualquier cosa, pero nadie me toma. Parece mentira, nosotros salvamos a los empresarios de la muerte y ahora son incapaces de darme un puesto de trabajo. Este es un país ingrato. A veces pienso que nos merecemos un Fidel Castro."


Pasado y presente.

La dimensión temporal suele trastocarse cuando se habla con Suárez Mason. A veces referencia un hecho como si hubiese ocurrido ayer o la semana pasada. Sin embargo está hablando de una década atrás o aún más. Cuando se le pregunta por alguna visita puntual a un centro clandestino de detención o por algún desaparecido en su jurisdicción, señala: "Tal vez, puede ser. No recuerdo ese caso". Aunque su memoria no falla para señalar a quienes lo visitaban mientras ejercía el poder.

"Alfonsín venía siempre a mi despacho. Yo lo conozco bien a Raúl. Y después resultó el gran defensor de los derechos humanos".

Noticias: Le habrá ido a pedir por los desaparecidos...

Mason: A mí, jamás. Hablábamos de temas generales. Pero creo que a mi segundo comandante, Olivera, del cual era amigo de los tiempos del Liceo, alguna vez le presentó un reclamo.

Noticias: Lo iban a ver otros políticos?

Mason: Fui muy amigo de Balbín y de Perette. También hablé varias veces con el actual intendente De la Rúa. Y por supuesto, con los comunistas.

Noticias: Con los comunistas?

Mason: Claro, y varias veces. Uno era Fernando Nadra y otro que no recuerdo el nombre. Venían siempre con propuestas democráticas, querían elecciones. Yo sabía que me estaban

mintiendo porque ese no era el negocio de ellos. Pero eran gente de respeto porque no ocultaban nada.

Suárez Mason se regodea ante la sorpresa que produce su relato y cree conveniente contar una anécdota.

Como maneja el humor con cuentagotas, advierte: "Esto es para que se ría. Una vez me crucé con el embajador de Estados Unidos en una recepción y me encaró: ''general, yo sé que usted se ve con los comunistas''. Ahí no más le repliqué: ''Y yo sé que usted también habla con los comunistas'. Mire usted como son las cosas".


Bicho colorado.

Es un hombre de lealtades eternas. Así como sus líneas ideológicas no variaron a pesar de la caída del Muro de Berlín y de la extinción del comunismo ("desapareció la casa central, pero las sucursales sobreviven", interpreta). Sus amores son a plazo fijo. Es fan tico de Argentinos Juniors (en su juventud fue arquero en la tercera división) y socio honorario No. 1. En los tiempos de la dictadura talló fuerte en las decisiones del club. Su influencia permitió adquirir los terrenos de la cancha que, por aquellos años, iban a pasar a la Municipalidad de Buenos Aires.

Habló con Osvaldo Cacciatore (72), el brigadier que detentaba el puesto de intendente, y santo remedio. Cacciatore fue compañero de penurias de Mason cuando en 1951 debieron exiliarse en Uruguay tras el frustrado putsch del general Benjamín Menéndez.

Los buenos contactos del militar que comandaba el Primer Cuerpo de Ejército también posibilitaron al club lograr un crédito de U$A 600.000 del Banco Río para capear un temporal financiero. A fines de los ''70, el general permitió un régimen benigno al soldado conscripto Diego Armando Maradona (35), entonces figura de Argentinos y factótum del triunfo juvenil argentino en Tokio.

Al regreso de Japón, Maradona pidió por intermedio del presidente de Argentinos, Próspero Cónsoli, una entrevista para agradecer al general el permiso concedido para ausentarse de la vida cuartelera. Al día siguiente, Maradona dialogó con Suárez Mason con la manos entrelazadas en la espalda, como un alumno respetuoso. "Lo que más me sorprendió de Japón -contó Diego- son los techos vistos desde el avión: son todos iguales, grises." Al otro día, Cónsoli repitió el pedido: "Diego te quiere ver".

"Otra vez?'' , pregunté yo, si me vio ayer... Fíjese como era Diego entonces -rememora Mason-, resulta que el día anterior me había traído un frasco de perfume de regalo y por vergüenza no me lo entregó. Lo mantuvo siempre en la espalda, fuera de mi vista. "Cómo cambia la gente!"

Hoy, desde el llano, Suárez Mason participa activamente de las reuniones decisivas del club -su condición de socio honorario se lo permite- donde se planea reemplazar el viejo estadio de la calle Boyac, por uno moderno con capacidad para veinte mil espectadores. En sus incursiones por la sede social no es molestado, salvo por un pequeño grupo que masculla por lo bajo. "Zurdos hay en todos lados, ellos se mueven así, siempre."

Noticias: Cómo se mueven?

Mason: Y siempre fue así, los zurdos cantan, bailan, escriben... y critican.

En las últimas elecciones del club, Mason apoyó la lista "La Colorada", encabezada por Emilio Asad. Antes iba a la cancha, pero desde que Argentinos se fue al descenso, el ex hombre fuerte de la dictadura prefiere verlo por TV.


Autocríticas.

También por televisión observó en el último año el desfile de buena parte de los protagonistas de la década del ''70. La reaparición de Mario Firmenich (48). El racconto de Enrique Gorriarán Merlo (54) y la autocrítica del general Martín Balza (62). "Firmenich tiene derecho a actuar porque se jugó, en su momento las pasó verde". Suárez Mason valora a quienes lucharon contra él con un respeto asombroso. Es comprensible, unos y otros, necesitan justificarse por la existencia del opuesto. El enemigo es la razón de su vida. A los espectadores los reprueba.

"Sabe cu les son los peores? Los que cuando las papas quemaban estaban bajo la mesa y ahora son los salvadores de la Patria."

Por eso no le molesta que Gorriarán sea indultado.

"Y me parece que a ellos tampoco les molestó que nos indultaran a nosotros. Nunca les oí decir algo. En cambio, los de afuera armaron flor de escándalo. Mason respeta las autocríticas de "los que estuvieron", afirma que escuchó a Firmenich con interés.

Pero no a Balza. "El mismo dijo que en esa época estuvo en Perú, estuvo ajeno al problema, por eso lo que dijo no tiene trascendencia. "

Noticias: Usted sí estuvo Por qué no habló?

Mason: Porque estoy fuera de la institución.

Noticias: Pero tuvo mucho poder en aquel tiempo...

Mason: Bueno, pero nadie me preguntó nada.

Noticias: Se lo pregunto ahora cuál es su autocrítica?

Mason: (Piensa) Autocrítica personal no tengo, porque actué dentro de las normas del Ejército. En cuanto a la época, lo más cuerdo hubiese sido acortar el gobierno militar con lo cual se hubiese conseguido una salida más armónica.

Noticias: Entonces no se arrepiente de nada?

Mason: No... todos los días uno comete errores, pero no encuentro algo extremadamente grueso con respecto a mi persona. A los otros que actuaron no tengo derecho a criticarlos.

Noticias: Pero esas personas estuvieron bajo su mando.

Mason: Eso ha ocurrido siempre. Hay quien va más allá de lo necesario... y quien va a menos de lo necesario. En todas partes surgen las mismas críticas, como pasa hoy en Palestina. Las luchas civiles son m s enconadas que las intemacionales.

Noticias: Pero el régimen del ''76 tuvo similitudes con el nazi...

Mason: Nooo, creo que tuvo más similitud con el primer gobierno de Perón.

Noticias: En síntesis, jamás lo veremos haciendo una auto-crítica en el programa de Neustad

Mason: (Riendo) En lo de Neustadt menos que menos. Lo conozco bien. Venía a verme a mi casa todos los días, pero de Neustadt ya se sabe... un día va para un lado y al otro cambia de dirección.


Propaganda.

En ''los cuatro encuentros de NOTICIAS con Suárez Mason (tres en su casa, el último para las fotos en Plaza San Martín) apuntó a la prensa las razones de su mala fama. En una encuesta pedida a Germano & Giacobbe Consultores sobre 222 casos, más del 50% señaló que es mala y muy mala y sólo el 0,9% dijo "Buena". Un 42% lo desconoce, en su mayoría son menores de 30 años.

"Me importa un bledo lo que pueda decir la gente que no estuvo en los problemas. Fíjese los empresarios, los salvamos de que los mataran y después se fueron a festejar con champán en Punta del Este. "A la propaganda "del otro lado" atribuye las denuncia sobre las atrocidades durante la dictadura. "Hay cosas horripilantes que he leído en un libro, eso no puede ser cierto."

Noticias: Pero cientos de testimonios demuestran que aquí existieron asesinatos y torturas...

Mason: Dicen que le ponían perros para que los mordieran, eso debe ser mentira, eso no puede ser cierto.

Noticias: Hay dos posibilidades Suárez Mason, que usted sea un ingenuo o un hipócrita...

Mason: Yo no he participado de esas cosas y estoy convencido de que muchas de ellas no ocurrieron.

Noticias: De dónde copiaron el modelo de los centros clandestinos?

Mason: En Chile se hizo, pero no sé de dónde lo sacaron. Normalmente los lugares de interrogatorio han sido distintos a los de detención, como puede ser la cárcel de Caseros.

Noticias: Por qué razón?

Mason: Bueno, sería porque había que apurar a los interrogados...

Noticias: Apurarlos era torturarlos.

Mason: No lo diría con tanta seguridad. Está la policía que apura y saca cosas, si uno no está muy preparado. "Poder Judío". Una y otra vez, Suárez Mason explica sin alterarse, pone ejemplos y, a veces, se permite bromear cuando la conversación pasa por la política o el periodismo. En este último rubro sólo rescata a Daniel Hadad (34), "el más benigno con nosotros", asegura.

Cree que las Madres de Plaza de Mayo han perdido autoridad porque "están actuando en la izquierda". En cambio, rescata a las Abuelas de Plaza de Mayo: "Esas suenan menos no? No tienen participación política visible y creo que están haciendo un esfuerzo para recomponer lo que pasó. En buena hora".

El cuestionamiento a la metodología represiva durante el Proceso se debe, según Suárez Mason, a la ignorancia de quienes no conocieron el poder de fuego de un enemigo inasible en los centros urbanos, capaz de mimetizarse en cada una de las esquinas. Y culpa a los voceros de la izquierda repartidos en todos los medios de comunicación de la Argentina. Con algunas excepciones, el ya mencionado Hadad y el diario "La Nación", el único periódico que ingresa bajo la puerta de los Suárez Mason.

Noticias: Para usted criticar las torturas son caprichos de la izquierda?

Mason: Le repito que a mi no me consta que haya existido la tortura. Tal vez deberíamos haberla legalizado para cubrir algunos excesos, como hacen los judíos que dan varias palizas de

muerte por día... pero ellos tuvieron la audacia de incluirla en la ley. Claro que el poder judío es un poder mundial por lo cual nadie los critica. Es el único país que lo puso, ni Hitler ni nosotros nos atrevimos a legalizarla.

Noticias: Se confiesa antisemita?

Mason: Yo no soy antisemita. A los judíos los conozco bien, que es distinto. Les tengo prevención, no obstante lo cual tengo muchos amigos judíos. Por ejemplo, los hermanos Alemann (Juan y Roberto), que poca gente saben que son judíos.


Panorama.

Suárez Mason está convencido de que la subversión no regresará en el mediano plazo, aunque arriesga: "Aún existen subversivos, muchos están en el FREPASO".

Las últimas confesiones surgen en la Plaza San Martín. Entre los árboles revolotean y trinan los pajaritos.

Sentado en la fuente, Carlos "Pajarito" Suárez Mason ejercita la memoria: "El otro día usted me dijo que yo era un ingenuo o un hipócrita, pero hay cosas que no puedo decirlas porque no las hice solo. Yo no tendría inconvenientes en hablar si de ambos lados se hace una propuesta para la paz, diciendo que cometieron errores de ambos lados".

Son las últimas palabras del hombre que veinte años atrás fue el más duro entre los duros. Se ajusta la gorra, se levanta. "Ya es tarde", dice y apura la despedida.

Noticias: La última... " No le molesta que la mayoría piense que usted es un criminal?

Mason: No es que me moleste, ni me deje de molestar... Alguien tenía que estar ahí no?".


Autor: Dario Gallo. Revista "Noticias". Año XIX, Número 1032.

Buenos Aires, 5 de octubre de 1996.


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