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03ago11
Zaffaroni: “Si el Congreso quiere citarme no tengo nada que ocultar”
No renuncié ni pienso hacerlo”. Contundente, el juez de la Corte Suprema, Eugenio Zaffaroni, negó ayer que piense renunciar a su cargo en el tribunal, tras la acusación de una ONG de que en varios departamentos suyos, que están alquilados, se ejercía la prostitución. “Si el Congreso quiere citarme no tengo nada que ocultar y nunca lo tuve en mi vida , que me pregunten lo que deseen saber en concreto y lo responderé. Estoy desalojando los inmuebles denunciados y cambiaré de inmobiliaria, que es lo que hubiese hecho si lo hubiese sabido antes”, aseguró a Clarín .
Ayer por la mañana cobró fuerza la versión de que el juez había presentado su renuncia, al tiempo que el diputado y candidato radical, Raúl Alfonsín, reclamó el alejamiento del juez para evitar “hacerle daño a la Justicia”. Otros candidatos a la Presidencia, en cambio, tomaron distancia.
En la Corte negaron al mediodía que el juez hubiera presentado su renuncia. Más tarde, Zaffaroni aseguró a Clarín : “Es todo falso, hay un sujeto usando mi nombre en Twitter. No manejo eso, ni sé cómo funciona y casi no sé qué es. Tampoco tengo nada en facebook ni en nada por el estilo”. Y agregó: “En el futuro me ocuparé más de mis cosas, aunque no me gusta y me quitará tiempo para otras más importantes. Creí que mi función y la enseñanza eran más importantes, pero parece que no”.
Más tarde, por Radio Nacional , el juez advirtió que afronta un “escándalo de carácter político” que tiene como objetivo “provocar mi renuncia”. “El hecho en sí creo que no da para más, estoy sorprendido porque me encuentro en medio de un escándalo de carácter político que me sobrepasa totalmente”. “Resulta ridículo que piensen en que haría negocios inmobiliarios semejantes para ganar 1.500 pesos”, agregó.
Zaffaroni, un prestigioso penalista que llegó a la Corte en 2003 tras el proceso de recambio del tribunal iniciado por el ex presidente Néstor Kirchner, quedó envuelto en una situación incómoda luego de que una ONG denunció que en seis departamentos de su propiedad, en Buenos Aires, se ejerce la prostitución.
La organización La Alameda denunció la existencia de los supuestos prostíbulos ante la Procuración General de la Nación y aseguró que en esos lugares trabajan mujeres de países latinoamericanos como Paraguay y República Dominicana.
El escándalo había explotado la semana pasada, cuando el sitio de Perfil publicó que en un departamento propiedad de Zaffaroni trabajaban tres mujeres ejerciendo la prostitución. Luego La Alameda amplió una denuncia de 2009 y agregó otros tres departamentos. Ante la polémica, Zaffaroni aseguró que no conocía a los inquilinos aunque señaló que “es posible que sea verdad” que en cuatro departamentos suyos se ejerciera la prostitución. También afirmó que tiene un apoderado y una inmobiliaria que maneja el alquiler de unos 15 departamentos de su propiedad.
Ayer, numerosos políticos salieron a hablar del caso. Eduardo Duhalde, candidato presidencial del peronismo disidente, indicó que el juez debería dar “una explicación convincente y más adecuada”, en tanto la candidata por la opositora Coalición Cívica, Elisa Carrió, afirmó que “lo que corresponde en términos republicanos y constitucionales es el mecanismo de juicio político”. Por su parte, el jefe del gobierno porteño, Mauricio Macri, afirmó que se trata de “un tema muy delicado” y que “no se puede opinar a la ligera” porque “hay que darle tiempo a Zaffaroni para que lo explique”. El gobernador de Santa Fe y candidato presidencial Hermes Binner, se desmarcó de la opinión de Alfonsín, dijo que no debe renunciar y subrayó que tiene “una alta valoración” sobre lo que significa la figura de Zaffaroni.
Más allá de los deseos de algunos jueces de la Corte, que dejaron trascender cierto malestar por la situación, todo indica que el conflicto no se va a apagar tan fácil ni tan rápidamente como esperan.
[Fuente: Por Silvia Boschi, Clarín, Bs As, 03ago11]
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