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14abr08
Critican el informe ambiental y de seguridad para la descarga de gas en el puerto de Ingeniero White
El buque regasificador, la principal iniciativa del Gobierno para intentar que no falte gas durante el próximo invierno, no arribó aún y ya tiene problemas: dirigentes políticos, funcionarios técnicos y ambientalistas señalaron la posible existencia de riesgos para la población cercana al puerto de Bahía Blanca -donde atracará el barco-, no contemplados en el proyecto original. Estas objeciones chocan con el apuro oficial para que la operación, que debería inyectar unos 8 millones de metros cúbicos de gas por día, comience a funcionar a fines de mayo.
El estudio de impacto ambiental (EIA) fue aprobado por las autoridades provinciales, pese a que ni la estatal Enarsa (responsable del proyecto) ni Repsol YPF (a cargo de la ejecución técnica de la operación) ni la consultora URS (que realizó el informe) respondieron aún una lista de 33 preguntas que presentaron funcionarios y técnicos bahienses encargados del control ambiental en el puerto de Ingeniero White, a 7 kilómetros de Bahía Blanca.
Por este motivo, el Concejo Deliberante de esa ciudad tratará esta semana un proyecto en el que se exigen mayores precisiones. Los estudios del EIA, se dice allí, "no contemplan el análisis de los riesgos generados en el área por la incorporación de este proyecto en un contexto industrial existente [el polo petroquímico], que estará instalado en el muelle durante los meses de mayor demanda de gas".
La presidenta de la Comisión de Medio Ambiente y autora del proyecto, Aloma Sartor, dijo a LA NACION que "el muelle está pensado para manejar hidrocarburo líquido, no para manejar gas", y advirtió que el gas licuado (GNL) que se va a manipular tiene "una enorme capacidad de fuego en un espacio reducido".
Entre los vecinos del puerto y los ambientalistas, el temor es aún mayor. "Esto es una bomba de tiempo sobre White", dijo Omar Curcio, de la Asociación Vecinal de la Costa, que presentó a la municipalidad un informe que advierte de los "daños holocáusticos" que podría causar. Hernán Zerneri, de la asociación 20 de Agosto, agregó: "Falta un estudio de riesgo cuantitativo que contemple los diferentes escenarios que pueden presentarse ante un siniestro en este buque, desde una explosión a una fuga del gas congelado a -161 grados, lo cual mataría a cualquier ser vivo que entrara en contacto".
El apuro del Gobierno en avanzar con el proyecto a toda costa quedó reflejado en un hecho al menos curioso: la empresa Repsol YPF pagó un vuelo chárter para llevar de Bahía Blanca a La Plata a los funcionarios y técnicos que no estaban convencidos aún de la solidez del EIA. En otras palabras, la misma empresa que debía ser calificada solventó el viaje de sus evaluadores por indicación de las autoridades provinciales, con el argumento de que no se podían conseguir pasajes en un vuelo comercial.
La reunión en La Plata se realizó el 27 de marzo y estaban presentes autoridades provinciales, municipales, técnicos de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) y representantes de las empresas Repsol YPF, Compañía Mega (firma controlada por YPF, Petrobras y Dow Chemical, en cuyo muelle operará el buque regasificador) y de la consultora URS.
"De acá no se va nadie hasta que no firmemos el acta", les dijo a los presentes Eduardo Conghos, coordinador ejecutivo de Fiscalización Ambiental del Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible (OPDS). Pese al shock inicial, según relataron a LA NACION testigos del encuentro, quedó claro luego que era más una "humorada" que un apriete.
El acta fue firmada, pero se incorporaron las 33 preguntas no respondidas, entre las que figuran algunas como ésta: "¿Por qué se consideran suficientes las mangueras de incendio en los muelles si los barcos que normalmente atracan son más chicos?".
Razones del apuro
El apuro en la ejecución de trámites que en condiciones normales llevarían más de un año de preparación (a los evaluadores ambientales les dieron sólo cuatro días para leer una única copia con los 9 tomos del EIA) tiene causas que van más allá de la cercanía de los meses fríos. Algunas empresas vinculadas al proyecto recibieron la orden de tener todo listo para que el buque llegara el 25 de mayo. Casualmente, es la fecha en la que el kirchnerismo cumple cinco años en el poder.
La operación incluirá dos buques: el regasificador y otro que abastecerá de GNL cada diez días. Según la ingeniera Daniela Escudero, que participó de la revisión del EIA en representación de la UTN, el puerto bahiense opera habitualmente con no más de un buque atracado en ese muelle y el proyecto regasificador crea una situación para la que no hay antecedentes. "Es muy diferente una operación en una plataforma off shore que en un muelle en un polo petroquímico", explicó.
Según el presidente del Concejo Deliberante, Juan Pedro Tunessi, el EIA "parece un estudio estándar, hecho para cumplir con la formalidad, y no es específico para el puerto local".
"Pero esto viene tan urgido que las cosas se hacen sin respetar mucho los criterios locales", añadió. Otro cuestionamiento se refiere a la distancia del muelle respecto del núcleo urbano de Ingeniero White. URS había puesto que estaba a 2000 metros, pero luego debió corregir la estimación en 1400 metros. Para Curcio, "la parte más cercana del pueblo está a 400 metros" y lo ideal sería ubicarlo a por lo menos 5 kilómetros. Conghos aceptó incorporar el pedido de un estudio de riesgo entre los condicionantes incluidos en el anexo I de la aprobación del EIA y le dio a la empresa un plazo de 90 días. ¿Qué pasa si no lo presenta antes de comenzar a operar? "El buque no va a empezar a operar sin esa evaluación porque la van a terminar antes", respondió Conghos a LA NACION.
Otra de las exigencias que añadió es la implementación de "una estrategia comunicacional direccionada" para la población involucrada. Voceros de Enarsa indicaron que los cuestionamientos serán tenidos en cuenta, aunque aclararon que "el GNL es el combustible que tiene el menor impacto ambiental por su alto contenido de hidrógeno; los derrames de GNL se disipan en el aire y no contaminan el suelo ni el agua".
[Fuente: Por Oliver Galak, La Nación, Bs As, Arg, 14abr08]
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