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17jul12
Declara una víctima de trata que estuvo 8 años secuestrada en La Rioja
Organizaciones de mujeres, funcionarias de Derechos Humanos de Misiones y la propia Susana Trimarco irán hoy a acompañar la declaración de la misionera Andrea D., una mujer de 31 años que durante ocho años fue una esclava sexual al servicio de la red de trata que está siendo juzgada por secuestrar y prostituir a Marita Verón. Es una de las testigos más importantes de la querella, porque conoce en profundidad cómo funcionaba la organización, con la complicidad de la Policía de La Rioja. Además, no sólo ha identificado a siete de los trece acusados, sino también a otros integrantes de la red.
Tenía 15 años e iba a comprar pan a un quiosco de Aristóbulo del Valle (Misiones), cuando dos desconocidos la voltearon al suelo de un sopapo y la metieron en un auto, de donde no la dejaron bajar hasta que llegaron a La Rioja.
Desde entonces, Andrea presenció y sufrió cosas horrorosas, según ha contado al declarar en la instrucción de la causa: el homicidio de una joven brasileña por parte de "Liliana" Medina; los abortos que provocaba a las jóvenes prostituidas; el consumo de alcohol y de cocaína al que era forzada; los golpes cotidianos y los abusos sexuales a los que la sometía Medina, para su propio placer; el balazo que le dio en una pierna; la aguja de tejer que le metió para sacarle el proyectil, sin anestesia.
Andrea fue obligada a vivir de lunes a viernes en la casa de la acusada, haciendo tareas domésticas y lavando ropa de varias personas, y a ser prostituida los fines de semana en el burdel Candy. En la casa de Medina vio llegar a Marita, a quien su secuestradora presentó con ese nombre. Esa noche la vio en ese prostíbulo, tímida, sin acercarse a los "clientes". Volvió a verla al día siguiente, cuando ya la habían teñido de rubio.
"Después, la vieja 'Liliana' me dijo que se la vendió al 'Chenga' (el acusado José Fernando Gómez) y no la vi más", contó Andrea al declarar por primera vez, en marzo de 2004.
La mujer ha relatado varios episodios de corrupción policial de los que ha sido testigo. También ha escuchado a Medina "matarse de risa" al ver por televisión a los padres de Marita, y decir: "Estos boludos la andan buscando y ella está en España".
En ocho años de palizas y violaciones, Andrea no pudo ser doblegada, y dos días después del balazo en la pierna, escapó, con ayuda de un "cliente". Con la intención de juntar dinero y viajar de regreso a Misiones, terminó en Mimos, un burdel de Nonogasta, también en La Rioja.
Su dueño, Raúl Pierri, cayó preso en diciembre de 2003, sospechado de integrar la red que prostituyó a Marita. Andrea había contado al proxeneta que la había visto en lo de "Liliana" Medina y en Candy, y Pierri la presentó como testigo ante la Justicia de Tucumán. Finalmente, fueron los padres de Marita quienes ayudaron a Andrea a localizar a su familia y a volver a su casa, ya que también Pierri la había explotado.
[Fuente: Clarín, Bs As, 17jul12]
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