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20jul10
Se retoma el juicio a Menéndez con testigos clave
El ex policía del Departamento de Informaciones de la Policía (D2) Luis Urquiza será uno de los testigos clave en el juicio a Luciano Benjamín Menéndez y a otros ex uniformados que se retoma hoy en Tribunales Federales.
El 12 de noviembre de 1976, Urquiza fue secuestrado de su casa de Villa Allende por sus propios compañeros del D2. Allí, como en Campo La Ribera y en la ex Penitenciaría Nº1, fue torturado y baleado por el fallecido policía Oscar Gontero hasta, que lo liberaron en 1978 y emprendió el exilio a Dinamarca.
Volvió al país en 1994 pero asegura que tres años más tarde debió irse nuevamente tras las amenazas que denunció haber recibido por la denuncia que el entonces diputado aliancista Atilio Tazzioli y él realizaron en aquel momento.
Denunciaron que 100 policías represores, entre ellos Carlos Yanicelli, integraban la Policía durante el gobierno del entonces gobernador Ramón Mestre.
En ese momento Yanicelli -imputado en este juicio- fue pasado a retiro y el fiscal Marcelo Sanmartino archivó la denuncia. El entonces embajador de Dinamarca en Argentina Leif Tonde transmitió a Mestre su preocupación por Urquiza, quien después de presentarse ante el juez español Baltasar Garzón consiguió que se produjera una "limpieza" en la Policía.
Antes de llegar a Córdoba, desde Copenhague, donde vive, Urquiza habló con este diario.
-¿Qué sensación le genera volver a Córdoba?
-Volver a Córdoba no me produce miedo, pero sí me genera malos recuerdos algunas veces: frustración e impotencia por los años en que nos tocó vivir. Tuve que irme del país dos veces y perdí contacto con mis hijos y nietos, mientras ellos que torturaron y mataron se enriquecían y eran los amos y señores.
-¿Por qué Yanicelli y otros policías integraron la plana mayor de la Policía?
-La permanencia de policías con pasado en el D2 que estaban en la época de Mestre ya venía desde antes, de Angeloz y su ministro (de Gobierno) José Cafferata Nores. Vale recordar el asesinato del (ex senador) Regino Maders, donde varios policías y ex policías del D2 estaban involucrados, como (Oscar) Síntora (asesino de Maders) y el "Tuerto" (Fernando) Rocha (imputado por torturas a Urquiza y a otros). Yanicelli siguió integrando la plana mayor debido a la protección que recibió de Mestre, ya que era quien le hacía trabajos de inteligencia. Era una recíproca ayuda entre ambas partes. Se habían reciclado en democracia, y, aunque ellos sabían de su pasado como torturadores, les servían para sus intereses. Tal es así que ante las denuncias de Tazzioli y las mías, (el entonces ministro de Gobierno de Mestre) Oscar Aguad siguió manteniendo a Yanicelli en su cargo y a otros 100 policías del D2 en actividad hasta último momento. Durante el gobierno de Mestre, aparte de Yanicelli había otro ex D2 de apellido Juan que era instructor en la Escuela de Policía y un tercero que ocupaba cargo de comisario.
-¿Qué espera con este juicio?
-Espero que se haga justicia, aunque esto no compensará nunca los sufrimientos pasados. Es importante para que se esclarezca cómo se manejaba la Policía de Córdoba antes y durante la dictadura militar, y para que los cordobeses conozcan cómo estos torturadores siguieron después amparados por gobiernos democráticos.
[Fuente: La Voz del Interior, Córdoba, 20jul10]
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