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12nov13
Piden perpetua por el crimen del periodista Luciano Jaime
El crimen del periodista Luciano Jaime debe ser condenado con la prisión perpetua del exjefe de la Policía de Salta, Miguel Gentil, y el exdirector de Seguridad de la fuerza, Joaquín Guil, de acuerdo al pedido que hizo ayer la querella. La demanda se planteó en el juicio que se realiza en Ciudad Judicial por la desaparición o muerte de 30 personas entre 1975 y 1978.
El abogado Matías Duarte consideró ayer en sus alegatos que quedó probada la responsabilidad de los jefes policiales. Jaime fue asesinado en febrero de 1975, después de publicar una nota sobre el homicidio de Eduardo Fronda, militante del Frente Revolucionario Peronista.
Duarte argumentó que Guil y Gentil fueron piezas clave en la "persecución de la población civil" que empezaba a vivirse en esos años. "El crimen de Luciano Jaime respondió a un plan sistemático... Era un periodista que hacía crónicas policiales con gran compromiso en el diario El Intransigente. Sus ideas y la cobertura de la muerte de Fronda dispararon su trágico final", señaló el abogado.
Jaime había informado que el militante había sido detenido por las fuerzas de seguridad, torturado, acribillado y luego hallado en la zona de Lesser. Tras una visita de miembros de la Policía, el diario en el que trabajaba desmintió en sus páginas lo que él había revelado sobre el caso.
El cronista, que también había integrado el Movimiento Juvenil Peronista, fue secuestrado y dinamitado días después. Su cuerpo apareció en El Encón.
"Existe gran dificultad probatoria porque los actores tuvieron previsión de impunidad. En este contexto, cobran importancia los indicios y las pruebas testimoniales", dijo Matías Duarte en sus alegatos.
El abogado insistió en el rol que jugaban los altos mandos de la Policía provincial poco antes del último golpe de Estado. "Joaquín Guil era estratégico. Manejaba todo tipo de información que entraba o salía de la fuerza", apuntó.
Duarte también pidió perpetua para el exjefe y el exdirector de Seguridad de la Policía por el crimen de Alfredo Mattioli, Marcos Sergio Estopiñan y Ricardo Tapia, militantes de izquierda de Rosario de Lerma que fueron acribillados.
Joaquín Guil y Miguel Gentil ya fueron condenados a prisión perpetua por el secuestro y asesinato del exgobernador Miguel Ragone. También fue encontrados culpables por la "masacre de Palomitas", como se conoce al fusilamiento de 11 presos políticos.
En el juicio por la desaparición de 30 personas, denominado como "la megacausa", hay 17 miembros de las fuerzas de seguridad imputados.
Entre las víctimas también se encuentran los docentes Silvia Aramayo, Raúl Gamboa y Ana María Fernández, además del estudiante y soldado Víctor Brizzi.
Antes y después de la última dictadura
En la denominada "megacausa" se juzgan los crímenes cometidos contra 34 personas, 30 de las cuales fueron asesinadas o aún permanecen desaparecidas. Los casos se produjeron antes y después de la última dictadura militar.
Varias de las víctimas eran docentes de la Universidad Nacional de Salta. También se juzga la desaparición de Eduardo Fronda, militante del Frente Revolucionario Peronista.
Otro caso comprendido en la "megacausa" es el de Víctor Brizzi, un estudiante de derecho que desapareció cuando estaba haciendo el servicio militar. Brizzi fue visto por última vez en marzo de 1976. Sus secuestradores hicieron correr la versión de que había desertado.
El lunes pasado comenzaron los alegatos ante el Tribunal Oral Federal, que está integrado por los jueces Carlos Jiménez Montilla, Marta Liliana Snopek, Marcelo Juárez Almaraz y Gabriel Casas.
Las audiencias se realizan en el Salón de Grandes Juicios de Ciudad Judicial y ayer leyeron sus alegatos los abogados David Leiva y Matías Duarte, que representan a los querellantes.
Entre los imputados, además de los jefes policiales Joaquín Guil y Miguel Gentil, están los exmilitares Héctor Luis Ríos Ereñú y Carlos Alberto Mulhall. En esta causa también hay un acusado civil. Se trata de Juan Manuel Ovalle, sospechado de haber actuado como "entregador" de Silvia Aramayo.
[Fuente: Por Jimena Granados, El Tribuno, Salta, 12nov13]
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