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01abr12


Espionaje en Trelew: otro testigo complica al ex jefe de la Armada


El jefe de Inteligencia del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas general Eduardo De María advirtió que la documentación e información secuestradas en la Base Almirante Zar de Trelew en marzo de 2006 tienen "el formato típico del espionaje" y que su contenido "viola la ley de Seguridad Nacional" aunque la recopilación y envío de datos los haya ordenado la cúpula de la Armada Argentina.

De María fue testigo de la querella en el juicio oral que se realiza en Rawson contr a 14 ex marinos por las espías ilegales realizadas desde la base.

Participó de la causa enviado por el Ministerio de Defensa de la Nación. El militar tiene amplísimos antecedentes que lo llevaron a su cargo actual.

La mayoría de los documentos que le acercaron eran información periodística que para los defensores de los 14 marinos imputados no son datos de inteligencia. Sin embargo, el experto explicó que actualmente, "el 99 por ciento de la Inteligencia sale de medios públicos, como diarios o Internet". Y que un recorte de diario puede ser el primer paso: el trabajo continúa con el análisis de los datos, su valoración y su entrega al jefe militar que lo pida.

"Fuera de los planes de las fuerzas armadas no hay iniciativa propia. Lo más común es la subordinación y es imposible que un superior desconozca la actividad de sus subalternos. Eso no debería ocurrir", subrayó De María, involucrando aún más en la causa al ex jefe de la Armada Jorge Godoy.

El testigo identificó un libro de registro de mensajes navales de la Base Zar. En él constaban las entradas y las salidas de material "estrictamente secreto y confidencial". De acuerdo a su testimonio, que los documentos hayan salido de una Oficina de Inteligencia bastan para considerarlo información sensible.

Y de espionaje.

Tras leer con atención carpetas que le entregó el juez Enrique Guanziroli, el jefe militar insistió con que los formatos y los códigos que usaron los marinos acusados son propios del área Inteligencia.

"Incluso en algunos se habla de una probable evolución de la noticia y eso ya no es sólo información pura sino que incluye procesamiento intelectual".

La firma del ex jefe de la Oficina, Gustavo Monzani, figuraba en varios. "Datos que figuran acá, como categorías religiosas o extranjeros, no son compatibles con la ley", aseguró De María.

El escándalo por las espías ilegales estalló el 17 de marzo de 2006. La justicia federal allanó la oficina de inteligencia de la base y secuestró carpetas y computadoras. Había fichas con datos de políticos, estudiantes, periodistas, sindicalistas y entidades indigenistas y religiosas.

Además, se comprobó que hubo un largo seguimiento a todo lo que tuviera que ver con la denominada Masacre de Trelew en la que fueron acribillados 19 integrantes de organizaciones armadas el 22 de agosto de 1972 en el interior de la Base Zar.

[Fuente: Por Carlos Guajardo, Clarín, Bs As, 01abr12]

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