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11oct12
Una pelea sindical a tiros y golpes terminó con 7 heridos y 50 detenidos
La calle San Martín al 600, Florencio Varela, una cuadra más del conurbano bonaerense, o en realidad no. Allí está ubicada la sede distrital de la Unión Obrera de la Construcción Argentina (UOCRA), un lugar en el que conviven trabajadores sacrificados con una cúpula dirigencial integrada por una extraña mezcla de gremialistas del peronismo ortodoxo, albañiles con una vida muy acomodada, un líder político vinculado a una iglesia evangélica, matones profesionales y amateurs. Ayer, a las nueve menos veinte de la mañana, las tensiones entre diferentes actores del sindicato explotaron de un modo violento: dos grupos rivales entre sí se enfrentaron a los tiros para saldar cuentas que aun no están claras.
A una balacera se le sumaron además peleas cuerpo a cuerpo con armas blancas y la explosión de bombas molotov, entre otros disturbios que terminaron con el lugar prendido de fuego en el sentido más literal.
Al menos siete personas terminaron heridas. Varios vehículos fueron incendiados hasta quedar color ceniza, humeantes.
El desastre fue atendido por tres dotaciones de bomberos, ambulancias y policías de la comisaría 2°. Cincuenta personas quedaron detenidas.
Según relataron varios testigos, todo empezó cuando un camión "cerealero" llegó al lugar a las 8:40. No cargaba granos sino personas con ánimos exaltados, una banda decidida a tomar por asalto a la sede de la UOCRA local. Lo intentaron y hubo resistencia.
El jefe político del sindicato de Florencio Varela y Quilmes -ambas localidades corresponden a una misma seccional- se llama Juan "Lagarto" Olmedo. Se trata de un dirigente atípico: es pastor evangélico. Olmedo era hasta hace poco el secretario general de la UOCRA de Varela-Quilmes, pero renunció. Sus aliados siguieron manejando el gremio.
El gremio es controlado a nivel nacional por Gerardo Martínez, un aliado de la Casa Rosada que siguió siéndolo a pesar de que se confirmó que durante la dictadura había sido agente civil del Batallón de Inteligencia 601.
Fuentes de la UOCRA admitieron a Clarín que los incidentes de ayer fueron provocados por una pelea interna entre grupos que se disputan el control del sindicato a nivel distrital.
Un testigo de la balacera, el delegado Javier Peralta, describió a los medios como se desató el infierno: "Llegó un camión Mercedes Benz, color rojo, con una caja cerealera llena de personas, delincuentes, que empezaron a saltar sobre los vehículos que estaban afuera y a romper los vidrios. Después escuchamos estruendos, calculo que tiros. Ingresaron a la fuerza al local, intentamos sacarlos y no pudimos". Peralta aseguró que la pelea no se debió a una interna. Lo cierto es que los agresores no entraron al lugar como queriendo llevarse cosas sino que más bien mostraron que querían romperlo todo.
En abril, nueve delegados de la UOCRA de Varela resultado heridos en otro enfrentamiento. La Justicia detuvo por esas acciones al jefe del sindicato de la sede de Lomas de Zamora, Walter Leguizamón (ver recuadro). La policía busca saber ahora si allegados a este dirigente estuvieron involucrados en la balacera de ayer. Los investigadores no descartan que el móvil esté vinculado a hechos delictivos como el tráfico de drogas, lo que es por ahora una hipótesis.
La UOCRA emitió ayer un comunicado repudiando los hechos y a quienes quieren ejercer la representación mediante "el accionar violento".
[Fuente: Por Nicolás Wiñazki, Clarín, Bs As, 11oct12]
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