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20jul11
Hebe había otorgado a Schoklender el manejo de las finanzas de Madres
Norberto Oyarbide volvió de sus vacaciones cuando los Tribunales estaban vacíos por el comienzo de la feria judicial. Lo primero que recibió el lunes, al reintegrarse al trabajo, es un documento que considera esencial para la causa. Se trata de un poder otorgado por Hebe de Bonafini y la tesorera de la Fundación Madres de Plaza de Mayo que le da a Sergio Schoklender plenos manejos de la administración y las finanzas de la organización . Ese papel complica la situación penal del ex apoderado quien la semana pasada se había presentado en el juzgado para afirmar todo lo contrario: que era Bonafini la responsable de las decisiones de la organización.
Justamente la prueba sobre quién estaba efectivamente a cargo de la administración puede definir las consecuencias no sólo judiciales sino también políticas de este caso. Durante años, Schoklender fue como un hijo para la titular de Madres, quien le encargó el ambicioso proyecto de construir viviendas solidarias. El plan se multiplicó en pocos años a medida que iba creciendo el aporte del Estado nacional. Lo que está ahora en la mira es cómo se usó la totalidad de ese dinero y si el Gobierno controló su destino.
Antes de tomarse la licencia, Oyarbide había ordenado una serie de medidas pedidas por el fiscal. Esa información fue llegando al juzgado y, junto con el resultado de los allanamientos, se acumula en cajas que ahora están siendo analizadas.
La Fundación es el centro de una investigación judicial abierta a partir de una denuncia del fiscal anti lavado Raúl Pleé debido a los supuestos desfalcos financieros. Por esa razón, Oyarbide y el fiscal Jorge Di Lello persiguen los delitos de lavado de dinero y defraudación al Estado.
Hasta ahora, están imputados Sergio y Pablo Schoklender y un círculo de colaboradores, junto a Fernando Caparrós Gómez, el titular de una financiera que cambiaba cheques de las Madres y que fue, además, el primer dueño de Meldorek, la empresa que pasó a manos de Schoklender y que poseía aviones y barcos que el ex apoderado usó para fines públicos y privados.
En este caso , se inhibieron los bienes de los imputados y se le prohibió la salida del país a Schoklender y compañía, mientras se analiza la información que va llegando al juzgado a partir de los allanamientos en oficinas y propiedades vinculadas con este escándalo. El documento que ahora analiza Oyarbide surgió de esos procedimientos, específicamente del que lo llevó a la calle Hipolíto Yrigoyen donde funciona la Fundación de las Madres.
En la causa todavía permanece en una zona gris la responsabilidad que podría haber tenido Hebe de Bonafini en los desfalcos de Schocklender. Su hija Alejandra, actual apoderada del organismo, no está imputada pero –a pedido de Di Lello–, Oyarbide ordenó levantar su secreto fiscal y bancario . Esta decisión se debe a que Meldorek le compró un departamento en La Plata y los investigadores quieren saber cuál fue el origen de ese dinero.
[Fuente: Por Luciana Geuna, Clarin, Bs As, 20jul11]
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