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13jun11
Fernández prestará asesoría a Bonafini de verse envuelta en el caso Schokelnder
La jefa de Madres de Plaza de Mayo ingresó a la Casa Rosada por una entrada lateral, pero fue vista y aplaudida por unos transeúntes. Hebe de Bonafini se dirigió a la oficina del jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, con quien estuvo reunida por más de media hora.
Indudablemente, la conversación giró en torno al 'escándalo Schoklender', como se conoce la trama de enriquecimiento ilícito que protagoniza Sergio Schokelnder, el ex administrador financiero de dicha organización de derechos humanos.
Los matutinos se hacen eco este jueves, de las infidencias de un funcionario de la casa presidencial, apuntando a que la presidenta Cristina Fernández dispuso que Bonafini reciba asesoría legal, en caso de verse envuelta en el escándalo.
"Para Cristina, la madre superiora (el apodo que le dan sus adversarios) debe ser mantenida al margen de este caso, pues ella encarna uno de los símbolos más apreciados por el actual gobierno", dijo el funcionario al diario Clarín. En otras palabras, el mantener intacta la imagen de Bonafini , se ha convertido en un asunto de estado.
La tarea que Cristina delegó en sus colaboradores no será fácil, pues a medida que se van conociendo los pormenores del caso, resulta poco creíble que una persona meticulosa como Hebe, fuese ajena a las operaciones de su ex pupilo.
Es más, en los últimos días se han acrecentado las sospechas de que el Ejecutivo tuvo conocimiento de las irregularidades en que incurría el “zar financiero” de las madres, en el manejo de los dineros fiscales. En concreto, de los 300 millones de dólares que el gobierno asignó a la organización, para construir 4.200 viviendas populares, 10 escuelas, 23 centros de Salud y tres hospitales en las zonas más pobres del país.
A comienzos del 2007, la por entonces ministra de Economía, Felicia Miceli, envió a la Presidencia un memorando que dejaba constancia de los “desfasajes” que había en los balances de la organización. Las facturas que Schoklender pasaba al Estado, excedían largamente a las sumas que aparecían en las cobranzas de las empresas constructoras. Pese a que los números no cerraban, nadie pidió cuentas a las madres. La administración no cumplió con su función fiscalizadora y los subsidios estatales siguieron –siguen- fluyendo como si nada ocurriera.
En su comparecencia de ayer ante la Cámara de Diputados, los subsecretarios de Obras Públicas, Abel Fatala y de Urbanismo y Vivienda, Luis Bontempo reconocieron el traspaso de 750 millones de pesos (más de 187 millones de dólares) en concepto de adelanto, a Madres de Plaza de Mayo. Se sospecha que Sergio Schoklender se embolsó una parte de ese dinero, para financiar sus gastos personales: la compra de un yate, de un auto marca Ferrari y de varias propiedades.
Pese a la polvareda que levanta el escándalo, esta mañana como cada jueves, las madres desfilaron en torno a la Pirámide de Mayo, recibiendo el homenaje de los que circulaban por allí. Y a la misma hora, el equipo técnico de Madres de Plaza de Mayo (sin Sergio Schoklender, claro está) avanzaba en la firma de un nuevo acuerdo con la Secretaría de Medio Ambiente, para la construcción de un conjunto de viviendas sustentables. La organización se enorgullece de ser respetuosa de las leyes medioambientales.
[Fuente: El Mundo, Madrid, 13jun11]
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