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29may11
Desmienten que Schoklender se haya desprendido de la quinta
Flojo de papeles. Sin demoras, el gobierno bonaerense salió a desmentir al ex apoderado de la Fundación Madres de Plaza de Mayo Sergio Schoklender, quien había afirmado que la quinta de 12.000 m2 y 19 habitaciones que compró a través de una misteriosa sociedad anónima había sido cedida a la provincia de Buenos Aires para crear un centro de rehabilitación a las drogas.
Hubo "problemas en la documentación" y la operación "nunca se llevó adelante", aclaró el gobierno de Daniel Scioli, por lo que el imponente inmueble ubicado en un barrio obrero de José C. Paz, que La Nacion visitó el viernes, seguiría en poder de Schoklender, cuyo salario mensual en la organización de derechos humanos rondaba los 5000 pesos.
Tras su abrupta salida de la fundación que preside Hebe de Bonafini, Schoklender se encuentra en medio de un escándalo por el manejo de fondos públicos para planes de vivienda; la contratación de una constructora, Meldorek SA, que declara su mismo domicilio fiscal, y el supuesto uso de aviones privados y hasta de un lujoso yate de esa empresa. La quinta con 15 baños, pileta, canchas de fútbol y tenis que adquirió en 2008 no sería la excepción.
El 28 de febrero de ese año, Schoklender formalizó la compra de la quinta de 12.000 m2 a Jorge Alberto Grisolía, por un valor de 65.000 dólares, según consta en los registros del escribano Andrés Federico Mejía. El inmueble se encuentra a la altura del kilómetro 38 de la ruta 8, en la localidad de José C. Paz, en el límite con Tortuguitas.
El predio, totalmente amurallado, contaba en ese entonces con diez construcciones en su interior: la mayor era La Rosada, de diez habitaciones y cinco baños; la casa Colonial, de dos cuartos; la casa Alpina, de tres dormitorios, y el chalet, con otras dos habitaciones. Había, además, una pileta de 145 m2 cuadrados, una cancha de fútbol 5 y otra de tenis, un quincho, vestuarios, cocheras, un molino, caniles y hasta una discoteca.
De acuerdo con el pedido de informes a la Unidad de Información Financiera (UIF) que realizaron las legisladoras Elsa Quiroz y Maricel Etechoin Moro (Coalición Cívica), en el mismo día Schoklender formalizó la compra de otro predio mayor, por el que se comprometió a pagar 95.000 dólares.
Por falta de pago, los vendedores le iniciaron una demanda por ejecución hipotecaría. En marzo, la Justicia dispuso medidas preliminares a un eventual llamado a subasta.
Según denunciaron las legisladoras, Schoklender había declarado que compraba en nombre de Antártica Argentina SA, que no tendría solvencia para afrontar la operación. En una de las causas, el domicilio declarado por Schoklender era inexistente. En la otra escritura, la mano derecha de Bonafini fijó como domicilio la dirección de la Fundación de las Madres: Hipólito Yrigoyen 1584.
En el comunicado difundido anteayer, Schoklender afirma que compró el predio de 95.000 dólares para evitar que fueran desalojadas 78 familias que lo ocupaban -y que permanecen en el lugar, según constató La Nacion- y que la quinta del otro terreno se encontraba muy deteriorada. "Lo hice con mi propio dinero y no con fondos de la Fundación. Además, decidí ceder la propiedad en comodato a la Subsecretaría de Atención a las Adicciones del Ministerio de Desarrollo Social de la provincia de Buenos Aires", sostuvo.
El intento de cesión existió, pero Schoklender lo hizo a nombre de las Madres (a pesar de haberlo comprado con su dinero, según dijo). Por no presentar los papeles en forma, el gobierno bonaerense decidió no aceptar el traspaso. "La idea era buena, pero se trabó todo porque no había registros de catastro, municipales, nada", indicó una fuente del ministerio.
La quinta seguiría, entonces, en manos de su comprador, quien por ese entonces declaraba un ingreso mensual de 5000 pesos como apoderado de la Fundación. Los vecinos de José C. Paz ya no lo ven por la zona, aunque las camionetas identificadas con el pañuelo blanco de las Madres siguen entrando en el predio. Eso sí, según Schoklender, la discoteca fue desmantelada.
[Fuente: La Nación, Bs As, 29may11]
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