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27feb07
Un colegio de Salta discrimina a un niño a causa de una discapacidad física.
La jueza Mónica Faber ordenó a las autoridades del Colegio San Agustín que inscriba al alumno Scott Kevin Russell Araujo, de 13 años, a quien le negó la matrícula para el noveno año por considerarlo "rebelde y soberbio". La familia de Scott denunció que el chico es discriminado por sufrir una discapacidad física.
En Salta las clases comenzaron el lunes, y para Scott "fue el peor día de su vida", según resumió su madre, Virginia Araujo de Russell. "Nosotros pensamos que con la intervención de la Justicia las cosas iban a estar mejor, pero los directivos del colegio sólo lo querían inscribir por tres días, y además atendieron mal a Scott. En los recreos, por otra parte, sus compañeros lo amenazaron. Por la falta de garantías —porque algo le puede ocurrir a mi hijo—, desde hoy (por ayer) no va al colegio" dice la madre del chico.
Después de insistir varias veces, recién ayer la directora Estrella Saavedra atendió por teléfono a Clarín. Se le preguntó: ¿Cómo está la situación del alumno Scott Russell? Y, con un evidente tono de fastidio, Saavedra dijo: "Nosotros no damos ninguna información".
El viernes, cuando Scott habló con Clarín, confesó: "No quiero volver a ese colegio, porque no soporto que mis compañeros me peguen y me cobren hasta para ir a comprarme cosas al kiosco. Pero lo que más me duele es que me digan deforme. Mi única defensa es insultarlos".
A su edad, Scott le pelea a la vida cada vez que abre los ojos en las mañanas. Habla tres idiomas, navega por Internet y sueña con ser contador público. Tiene pasaporte alemán por su padre, Gary Dieter Russell. Comenzó a estudiar en Zimbabwe (Sudáfrica, donde vivió hasta los 6 años), en Brasil (hasta los 10 años) y en Salta, su ciudad natal, y donde estudia desde hace dos años. Su padre, Gary, es presidente de Tribac Tabacos Do Brasil, y cada dos semanas viaja a Salta desde Brasil para pasar unos días con la familia.
Sentado en un sillón de su casa en el residencial Barrio Tres Cerritos, Scott se cubre con un almohadón desde la cintura hacia abajo. "Muchas veces me cuestioné mi forma". Con estas seis palabras Scott alude al hecho de que nació sin su brazo derecho, sin su pierna izquierda y con malformación severa en su pierna derecha.
"El Colegio no lo quiere recibir por su discapacidad, esa es la verdad. Me dicen que Scott no se adecua al perfil que el colegio requiere de él", cuenta Virginia.
"Nada fue fácil para él —continúa la madre—. A los 9 meses de vida debió aprender a caminar sobre sus prótesis (muy parecido a caminar sobre zancos), y a soportar el brazo ortopédico derecho".
La medida cautelar de la juez Mónica Faber ordenó al colegio "la inscripción y admisión provisoria de Scott, hasta tanto se resuelva la acción principal".
[Fuente: Clarin, Bs As, Arg, 27feb07]
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