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09dic13
Los 'niños de la droga' controlan la ciudad de Messi y el 'Che' Guevara
Como si estuviera en guerra, Rosario está sitiada por búnkeres. Y no son parte, como podría imaginar Ernesto 'Che' Guevara, hijo de esas calles, de un combate revolucionario. En esas 400 fortificaciones operadas por adolescentes se vende droga. Desde allí se ejecuta el negocio más rentable: el narcotráfico.
Rosario, la segunda ciudad más importante de la Argentina, vive amenazada por narcos. Referencia de la cultura y del fútbol, se ha convertido en la urbe más violenta del país, con 210 homicidios en 2013. El asesinato del líder de Los Monos, la banda narcocriminal más importante de la Argentina, ha encendido una guerra territorial a sangre y fuego. Esta ciudad, con 25 puertos, es la ruta de entrada de la marihuana de Paraguay y una de las salidas de drogas hacia Europa.
Lionel Messi descansa en Rosario, 300 kilómetros al norte de Buenos Aires. Ha regresado a su lugar para pasar las Navidades con su familia mientras se recupera de su lesión. Leo nunca ha olvidado que en esas calles comenzó su sueño de futbolista, un anhelo que tienen miles de niños.
Con la misma edad que Messi pateaba una pelota en los potreros rosarinos, niños de 10, 12, y 14 años ya forman parte de estas bandas de traficantes. Venden droga en esos búnkeres, una especie de quioscos para adictos. Son estructuras selladas de cemento con un "buzón". El cliente paga entre 10 y 12 euros. El proveedor entrega un gramo. Cada búnker tiene una ganancia de unos 1.500 euros por día.
También pueden elegir ser "soldaditos", esos niños armados que vigilan para que no haya problemas. Choques como el que sufrió una joven de 19 años, enfrentada a una banda enemiga, que ha sido rociada con gasolina y quemada viva dentro del búnker. En los últimos 10 meses, más de 60 menores han sido asesinados en Rosario por crímenes vinculados al narcotráfico.
Como cuando mataron a tres jóvenes "por error" en una venganza entre bandas el 1 de enero de 2012, mientras festejaban la Nochevieja. Fue el primer hecho de relevancia que ha puesto a los narcos en la agenda pública.
La historia de Los Monos
Nadie sabe por qué Claudio 'Pájaro' Cantero fue a la discoteca InfinityNight el sábado 25 de mayo. Era zona enemiga para el líder de Los Monos. A la salida de la disco, cuando la noche terminaba, cerca de las cinco, un par de motos se le acercó demasiado: lo mataron con cinco tiros en la cara.
La muerte del 'Pájaro' desató la guerra. La familia Cantero, que lidera Los Monos, ha comenzado un enfrentamiento abierto con otras bandas que se disputan el territorio, pero también con la Justicia. El avance en la causa que investiga uno de sus crímenes ha tocado a la banda: 42 de sus soldados están presos y sus líderes serán enjuiciados en pocos meses. Los Cantero, por ello, han doblado la apuesta.
Los Monos tienen su refugio en las chavolas de La Granada, pero sus 300 búnkeres se han repartido por toda Rosario. Sus negocios se han multiplicado: recaudan unos 500.000 euros mensuales, según fuentes judiciales. Era la red narco más grande de la Argentina.
Las actividades de Los Monos no se limitan a la venta de estupefacientes. Cuentan con una compleja estructura de blanqueo de dinero que incluye diversas actividades, como la compra-venta de coches de alta gama, operaciones financieras y hasta la compra de jugadores de fútbol juveniles.
Audis, Citroën, BMW… esos son sus coches preferidos. La Justicia ha detectado la compra de unos 50 vehículos importados a un precio medio de 50.000 euros cada uno. "Han ido a comprar coches carísimos en efectivo, con billetes de baja denominación, que llevaban en cajas de cartón. Han demorado hasta diez horas contando los billetes que obtenían por la venta de drogas en los búnkeres", asegura uno de los investigadores.
La compra de vehículos de alto valor se ha convertido en un mecanismo para blanquear dinero sucio. La Justicia no descarta, incluso, que los narcos formen parte de otros estamentos en la cadena de comercialización de estos vehículos, ya que en los últimos meses han atentado a tiros contra distintas concesionarias de automóviles. Pese a la magnitud de las operaciones, las autoridades argentinas no han detectado nada sospechoso.
También han incursionado en el negocio financiero. En varios allanamientos, la policía ha encontrado gran cantidad de cheques. Las sospechas apuntan a que, con la gran cantidad de dinero fresco que generan los búnkeres de la droga, la banda tenía suficiente respaldo económico para funcionar como prestamistas. "¿Quién podía atreverse a no pagar? El deudor estaba condenado a cumplir", dice una fuente judicial.
El fútbol, dentro del entramado
El fútbol también es parte del entramado. Ángel Correa, el mejor jugador de Argentina, podría pertenecer a Los Monos. Rosarino de 18 años, el futbolista se ha criado junto a los Cantero en la villa La Granada. Correa, con nueve hermanos y con su padre muerto, habría sido adoptado por la banda, que supuestamente pagó sus gastos y entregó una mensualidad desde muy pequeño a la familia del niño que mejor jugaba en el potrero del barrio. A cambio, la Justicia sospecha que se han quedado con el 30% de su ficha, ensombrecida bajo una serie de sociedades registradas en Uruguay a nombre de testaferros.
Las piernas de Correa valen unos 15 millones de euros. El Real Madrid, el Atlético y el Barcelona ya se disputan a la gran promesa del fútbol argentino. Pero no sería el único futbolista en el que habría invertido el clan. En el expediente judicial sostienen que serían unos 120 los futbolistas juveniles que pertenecen a Los Monos.
En alerta por el avance de la Justicia y por la pérdida de poder, los narcos han lanzado la más contundente advertencia de la historia argentina. "Estaba mirando el partido Argentina-Perú. Serían las diez menos veinte de la noche. Con mi esposa estábamos terminando de cenar cuando escuchamos ruidos de vidrios rotos. No tomé conciencia hasta que me acerqué al salón y vi los vidrios en el piso. Nos quedamos shockeados", relata Antonio Bonfatti, gobernador de Santa Fe, máxima autoridad política.
La noche del 12 de octubre, cuatro hombres encapuchados, en motos, dispararon 14 veces contra la casa privada del gobernador. El dirigente y su familia no sufrieron lesiones, pero la advertencia ha sido categórica.
"Los gobernadores estamos desesperados con el avance del narcotráfico", ha reconocido Bonfatti en una entrevista con el diario La Nación. En la Ruta Nacional 34, conocida como "la ruta de la cocaína", había 78 gendarmes para labores de vigilancia; ahora han quedado ocho para los 300 kilómetros de la provincia, el resto fue trasladado a Buenos Aires.
No hace falta apelar al drama de las víctimas. Una cuenta puede evidenciar el avance del narcotráfico en Rosario. Entre 1973 y 1988 habían sido incautados tres kilos de cocaína. En 2012 han sido 400. Se supone que se retiene sólo el 10 por ciento de las drogas que circulan. Entonces, se trata de un negocio de unos 250 millones de euros al año.
[Fuente: Por Iván Ruiz, El Confidencial, Madrid, 09dic13]
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