Repudio a Ascensos de Represores Buenos Aires, 19 de octubre de 1998.
El CELS manifestó su repudio ante la Comisión de Acuerdos del Senado por los recientes ascensos de los represores Ricardo Manuel Frecha y Luciano Parszyk, y al mismo tiempo, impugnó nuevamente la promoción propuesta por el Poder Ejecutivo Nacional del teniente coronel JORGE ALBERTO BURLANDO, auditor del V cuerpo de ejército y titular del juzgado de instrucción militar nro. 91 de ese cuerpo, desde los primeros años 70 hasta ahora. Hace quince meses el CELS proporcionó a la Comisión documentación demostrativa de que la actividad de Burlando desde los albores del terrorismo de Estado, estuvo orientada a disimular y encubrir el secuestro y la desaparición de personas como política represiva implementada por los generales Jorge Olivera Róvere, Osvaldo Azpitarte, Acdel Edgardo Vilas y Abel Teodoro Catuzzi, autoridades militares de la época, en jurisdicción del V cuerpo. Prueba elocuente de ello es el secuestro, desaparición y asesinato del matrimonio compuesto por Dora Rita Mercero y Luis Alberto Sotuyo y de Roberto Lorenzo, el 14/8/76 en Bahía Blanca, caso en el cual Burlando aparece entregando el domicilio conyugal a los padres del matrimonio masacrado pese a que su superior, en ese momento Vilas, había negado el crimen.
En esa misma entrega el CELS adjuntó documentación referida al papel de Burlando, en ocasión de las declaraciones del militar Rodolfo Correa Belisle, en el marco de la investigación del asesinato del conscripto Omar Carrasco. El capitán trató de mentiroso al general Balza, quien había negado la realización de tareas de inteligencia en la causa; el jefe del ejército le instruyó sumario por irrespetuosidad en el juzgado militar de Burlando quien sin mayores trámites dictó a Correa Belisle, el 21/12/96, la prisión preventiva por considerar su testimonio carente del "debido respeto al superior".
Quince meses después de esta presentación, adjuntamos nueva documentación de la participación de Burlando en el terrorismo de Estado. El caso que nos ocupa es el secuestro y posterior asesinato de Mónica Morán, ocurrido en Bahía Blanca el 24 de junio de 1976. Burlando instruyó este caso en conjunto con el entonces teniente coronel Emilio J.E. Ibarra, quien además de haber sido titular del juzgado de instrucción militar nro.90 , fue jefe de los grupos de tareas de Bahía Blanca (1976/77), con lo cual instruía los mismos casos en los que actuaba.
Sin perjuicio de señalar que Mónica Morán fue vista con vida en dependencias militares de Bahía Blanca,cabe consignar que luego de avalar las mentiras de los grales. Osvaldo Azpitarte y Acdel Vilas sobre las circunstancias de la muerte de Morán, Burlando dispuso el sobreseimiento de la causa porque "la autoridad militar interviniente ajustó su procedimiento en todo momento, a las normas y disposiciones legales vigentes, verificando su estricto cumplimiento, de modo de asegurar a los deudos de la fallecida, la inmediata recuperación del cadáver..." y "a mérito de ello y de las diligencias practicadas y demás elementos de juicio obrantes en autos, se desprendería en la especie la procedencia de decretar el sobreseimiento definitivo de la causa en los términos del art.338 inc.2do. del Código de Justicia Militar (LM 1), toda vez que los hechos investigados, esto es la muerte de Mónica Morán en un enfrentamiento con fuerzas legales, no constituiría una infracción sujeta a pena".
El CELS espera que este nuevo informe, sirva para evitar el ascenso de un hombre íntimamente vinculado al terrorismo de Estado, al que no se le conoce el más mínimo gesto de arrepentimiento por el papel desempeñado en ese período.
María Cristina Caiati
Direc.CEDOC-CELS
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