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26sep05
En Paso de los Libres, todas las miradas apuntan al jefe del puente.
El jefe del puente no podía desconocer el sistema de marcadores (detenidos-desaparecidos que desde una ventana señalaban a los montoneros que querían cruzar la frontera con Brasil a través del puente). Era la autoridad máxima, es elemental", coinciden los abogados de Paso de los Libres, Eduardo Molina Giacchetti y Jorge Olivera, querellantes en la causa que investiga el centro clandestino La Polaca. "Recién estamos empezando, y nos concentramos en los oficiales de inteligencia del Ejército que operaron ahí. Pero vamos a avanzar. No se puede soslayar la responsabilidad de ningún jefe", afirman. Entre 1980 y 1983, cuando allí desaparecieron al menos 9 personas, el jefe del puente era el actual titular de la Gendarmería, Pedro Pasteris.
Apenas llegó la democracia, Molina Giacchetti quiso esclarecer qué había pasado con la represión ilegal en Paso de los Libres. Pero se encontró solo. Recién el año pasado, tras la confesión del ex agente de inteligencia del Ejército Carlos Waern, su paciencia de dos décadas tuvo su premio: "La Polaca", que funcionó en una chacra cercana al puente internacional, comenzó a ser investigada por la Justicia. "Acá siempre hubo rumores horribles, pero la gente es muy reticente a hablar: todos conocen a alguien que algo hizo, algo vio o algo supo, y no quieren revolver la historia. Yo iba juntando datos sueltos, cosas que me contaban con sigilo, pero no tenía pruebas", dice hoy Molina.
Cuando finalmente se inició la causa, en agosto del 2004, los cuatro miembros de la comisión de Derechos Humanos del colegio de Abogados libreño se consagraron a investigarla. Entre ellos, Jorge Olivera se involucró personalmente. "En marzo nos presentamos como querellantes con la comisión Provincial de Derechos Humanos, y con otro abogado patrocinamos a los familiares de algunas víctimas", explica.
Los abogados avanzan con prudencia: un paso en falso podría cerrar aún más las bocas de quienes tienen información que aportar. "Acá hay gente que sabe mucho pero tiene miedo. Y es posible que haya personas que tienen datos pero ignoran que existe esta causa", se esperanza Olivera. "Puede ser que haya ex desaparecidos que pasaron por La Polaca pero terminaron en otro sitio, por ejemplo".
Las voces anónimas de Paso de los Libres, que todavía no se hicieron oír ante la Justicia, podrían aportar datos sobre sitios de la chacra y sus alrededores donde habría cuerpos enterrados; podrían confirmar que además de La Polaca hubo detenidos en dependencias de Gendarmería y hasta en casas particulares de la ciudad. Por lo pronto, hace unos meses un miembro del Cuerpo de Antropología Forense hizo una discreta visita a la zona. "Pero para nosotros ya es un triunfo haber probado que La Polaca existió", celebran los abogados.
[Fuente: Clarin, Bs As, Arg, 26sep05]
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