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20may05
Un ex militar reveló secuestros y torturas en Paso de los Libres.
La declaración pública de un despechado ex agente de inteligencia del Ejército, y la aparición de documentación secreta de fines de los setenta, revelaron como se espió, secuestro, torturó y hasta asesinó a militantes políticos, gremiales y estudiantiles en Paso de los Libres durante la dictadura militar, que tuvo su centro de detención clandestino en la estancia La Polaca, cerca de esa ciudad fronteriza.
La existencia del centro de detención "La Polaca" y de quienes operaban desde ese tenebroso lugar, fue siempre un secreto a voces en esta ciudad de 50 mil habitantes en cuya sociedad se reinsertaron los que "marcaron" a los que eran señalados como parte de las "fuerzas subversivas".
En marzo pasado, sorprendió la declaración ante la TV de Carlos Fidel Waern, un ex agente civil de inteligencia del Ejército que decidió contar cual fue su papel: agente encubierto trabajando como preceptor en la Escuela Normal de Paso de los Libres y militando como gremialista en la Unión Docentes Argentinos.
Desde esos lugares reconoció haber trabajado para las fuerzas de inteligencia antes de ser custodio del centro de detención "La Polaca", por el que admitió pasaron unas 300 personas que fueron torturadas. Muchos de los que por allí pasaron figuran hasta hoy como desaparecidos.
Waern, de 61 años, demacrado, enfermo, aunque dando muestras de un claro recuerdo de aquellos años de terror, se presentó ante las cámaras de Telediez, en el programa "Ayer y hoy". Admitió su oscuro pasado, relató procedimientos de secuestro y tortura, dio nombres y se puso a disposición de la Justicia.
El juez federal de Paso de los Libres, Angel Oliva, ordenó su indagatoria primero y detención domiciliaria a cargo de la Prefectura después. Desde entonces el magistrado indagó a varios ex militares mencionados por Waern y citó a otros, entre ellos a Julián "El Turco" Simón, quien fue jefe de los "marcadores" que operaban en la zona.
Waern admitió haber sido un "infiltrado" que se ocupaba de investigar a quienes le marcaban y de la custodia del campo "La Polaca", una estancia propiedad de Arturo Bonpland, un estanciero que cansado del cuatrerismo terminó por alquilar el predio al Ejército, que lo abandonó recién a principios de los '90.
Según el relato de Waern, tanto él como otros "marcadores" señalaban tanto en el puesto fronterizo como en la ciudad a quienes se debía secuestrar. Así eran conducidos a "La Polaca" donde eran torturados de todas las maneras imaginables. El ex agente, viudo y recuperándose de alcoholismo, admitió haber visto las torturas y dio con lujos de detalles los métodos utilizados.
Aseguró que algunos prisioneros eran trasladados a los cuarteles de Curuzú Cuatiá o a Buenos Aires. "Algunos eran hasta bañados y se disimulaba su estado", admitió Waern. Y había versiones sobre que algunos detenidos eran fusilados y enterrados cerca de allí. No se descarta que el juez ordene la realización de excavaciones en zonas que fueron señaladas como posibles lugares de sepulturas clandestinas.
Entre los documentos probatorios de Waern hay instrucciones a las fuerzas militares de cómo actuar en la zona, los listados de los libros que debían ser suprimidos y las nóminas de personas a capturar. Entre ellos aparecen el ex gobernador de Mendoza, Arturo Lafalla, y de Santiago del Estero, Carlos Juarez.
Hoy, Waern está detenido en su casa a disposición de la Justicia. Otros ex militares y miembros de inteligencia fueron ya indagados y muchos más están en carpeta. No se descarta que su detención sea solicitada en cualquier momento por el juez Oliva, quien tiene un hermano y una cuñada desaparecidos.
Resta saber ahora a donde fueron a parar los detenidos de "La Polaca", entre los que —asegura Waern— habría pasado incluso la monja francesa Alice Dumont.
[Fuente: Diario Clarin, por Alfredo Zacarías, Corrientes, 20may05]
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